José Torres Hurtado · Alcalde de Granada

"Si no logramos nuevos ingresos, habrá que hacer recortes"

-Las municipales de mayo han abierto un tiempo muy complejo de gestión municipal. Gobernar en minoría no es fácil ni ágil.

-Yo no había gobernado en minoría pero el PP, en general, tampoco. A mí, personalmente, ese sistema me está dando una nueva visión de las cosas en el sentido de que antes toda la responsabilidad recaía sobre mi grupo y mi persona como alcalde y ahora esa responsabilidad es compartida. Lo que intentamos es que ese reparto no perjudique para nada a la ciudad, ese diálogo, ese tener que debatirlo y acordarlo todo, no perjudique a los ciudadanos por los retrasos. Mi única preocupación es que haya estabilidad y que la administración -que ya de por sí es lenta- no se ralentice aún más por la obligación de negociar.

-Comisiones sobre comisiones, reuniones, 'miniplenos'… tal vez demasiado esfuerzo para poca toma de decisiones.

-Pero he de reconocer que las cosas van bien y queremos ir profundizando a medida que todos vayamos acoplándonos a este nuevo sistema de diálogo. Una nuevo escenario, por cierto, que no todos los grupos han entendido.

-¿Está sobrevalorada la pluralidad? En principio parece obvio que el bipartidismo es más cómodo y menos democrático, pero ¿es más estable?

-Desde el punto de vista ejecutivo es mucho más operativo gobernar con mayoría absoluta. La agilidad es tremendamente mayor. Las decisiones son más rápidas y no hay tanto que discutir. Simplemente, tú tienes el programa por el que te han votado, lo cumples y, a partir de ahí, después te juzgan. Pero realmente éste es un sistema nuevo y, como ya he apuntado, lo que realmente me preocupa es que no ralentice la administración. Procurar que no afecte al ciudadano.

-Precisamente ahora el momento económico es especialmente difícil. ¿Hay un riesgo real de que se paralice la ciudad?

-Tenemos un riesgo, no esta ciudad, todas las ciudades. A los ayuntamientos nos coinciden unos pagos y unos compromisos que lógicamente nos va a afectar muy seriamente en la administración económica. Pero insisto, no sólo de Granada. Yo he hablado con muchos alcaldes y estamos todos en el mismo sentido. Es decir, si nosotros tenemos que pagar una subida del salario de los funcionarios (que nadie duda y que nadie pone en cuestión porque llevan años aguantando la crisis con bajada de sueldos), le unimos que tenemos que pagar unas productividades, devolver la extra, afrontar la devolución del pago a proveedores… pues resulta que se nos viene encima un cúmulo de dinero que no tenemos ingresos con los que hacerle frente. Es más, hasta la participación de ingresos del Estado se nos ha bajado…

-¿De ahí sus críticas al Gobierno?

-El otro decía que todos debemos tener responsabilidad. Nosotros para controlar el gasto, el Gobierno que nos impone esos pagos y la oposición que bloquea una subida de tasas cuando es algo que hay que entender.

-Lo que está pidiendo es una oposición que sea constructiva...

-A todos los grupos que ahora tienen la capacidad de decidir si se hace o no, yo lo único que les digo es que se piense en qué hay que aprobar las cosas que son lógicas. Las traiga quien las traiga. Y sobre todo que no bloqueemos la administración. Porque, con esa posible voluntad de 'ahora que puedo no apruebo', a quien están perjudicando no es al PP, es al ciudadano. Lo que podemos provocamos es una paralización de la ciudad.

-Al final siempre son los ciudadanos la 'solución' para todo, pero con subida de impuestos y a costa de sus bolsillos.

-La tasa no es un impuesto: la tasa es que yo ciudadano decido que el Ayuntamiento me tiene que dar, por ejemplo, un certificado sobre un solar que tengo en tal sitio para ver si me interesa el precio que me están ofertando. Eso es un trabajo que se hace a un particular y hay que cobrar. Y lo único que pedimos es que esas tasas se actualicen.

-Bueno, una subida del IBI de un 20% va más allá. Toda la oposición se ha posicionado claramente en contra.

-Sí, la oposición de momento se opone. Y, entre el bloqueo de los grupos porque no tenemos mayoría absoluta y el pago obligado que nos viene por decisiones externas al ayuntamiento, hay un problema económico. Pero ese problema es el mismo que tienen, por ejemplo, el alcalde de Sevilla o Málaga. Lo he hablado con muchos compañeros y todos coincidimos en la gravedad de la situación. Con los pagos extra y la imposibilidad de lograr nuevos ingresos, lo que se puede provocar es un quebranto en la economía del Ayuntamiento o en el funcionamiento del Ayuntamiento.

-Al final el concejal de Economía ha logrado salvar las ordenanzas fiscales, punto esencial para poder aprobar los presupuestos, a cambio de dejar 'stand by' la subida del IBI. ¿Es optimista?

-Yo confío en que se resuelva. Espero que se resuelva en cuanto pasen las elecciones generales. Seamos realistas, las elecciones nos condicionan a todos en la toma de decisiones.

-¿Puede ser que no haya presupuesto hasta después del 20-D?

-Puede ser que tengamos que prorrogarlo, sí.

-¿Se podrían tocar servicios esenciales como la recogida de basura? ¿Se está barajando ya alguna hoja de ruta?

-No, eso no está en ninguna hoja de ruta. Evidentemente, si tenemos equis millones menos, lógicamente habrá que hacer una serie de recortes y esos recortes (es una palabra que no me gusta, prefiero decir ajustes) habrá que asumirlos. La recogida de basura no, pero a lo mejor hay que reestructurar ese servicio para que cueste menos.

-¿Hay algunas líneas rojas para los ajustes?

-Desde luego, no vamos a ajustar en los temas sociales y no vamos a ajustar en todo aquello que podamos hacer de ayuda a la búsqueda de empleo. En esos temas, evidentemente, no. Pero a lo mejor hay que ajustar en los horarios de la luz. Si por ejemplo ponemos diez minutos menos todos los días, pues es mucho dinero.

-En las empresas y en las casas son medidas drásticas que se afrontaron hace tiempo... Incluido el sensible capítulo de personal. En la administración parece que sigue siendo intocable. Y son casi 100 millones de gasto estructural en el Ayuntamiento.

-El personal es intocable.

-Se habló de adelgazar la administración pero seguimos donde estábamos.

-Sí, es verdad. Y hay una cosa que al final no ha funcionado. Aquello que se dijo de las competencias impropias al final ha quedado prácticamente en nada. Y ahí tenemos los ayuntamientos un quebranto muy importante. Tenemos competencias que estamos ejerciendo y que son de otras administraciones y que nadie nos la paga. ¿Y al final qué ocurre? Pues que el ciudadano llega aquí a la puerta. Yo siempre pongo un ejemplo: hay un ministerio de asuntos sociales, una consejería, un diputado y un concejal. Pues la gente viene al concejal. El ciudadano no sabe si es competencia de Pepe, Antonio o Juan. Quiere que se lo arreglen. ¿Y quién lo hace? El concejal. Y hacemos muchas cosas que no son nuestras y que las seguimos pagando.

-Hace tiempo que usted ya pidió un modelo nuevo de financiación entre administraciones pero con poco éxito...

-Precisamente este año, en los presupuestos generales del Estado se ha incluido una partida mayor para municipios turísticos. Yo voy a luchar para que se beneficie nuestra ciudad. Granada tiene 250.000 habitantes pero tiene 130.000 en los alrededores que van y vienen todos los días (provoca limpieza, desgaste de calles, más guardias para ordenar el tráfico…), tenemos 80.000 universitarios y tenemos miles de turistas. Eso, lógicamente, provoca unos gastos que no tienen otras ciudades que no tiene este perfil turístico y universitario. Estamos dando servicio a unos 500.000 cuando los que pagan son 250.000 y eso tenía que arreglarse.

-En países como Italia se ha afrontado un importante proceso de fusión de municipios. ¿Sería una salida? En todo caso, el reto de conformar de una vez una verdadera área metropolitana parece inaplazable.

-Siempre se ha hablado mucho de hacer el área metropolitana. Sin embargo, hay un concepto que creo que es erróneo: se plantea que es la ciudad la que tiene que pagar a los municipios del alrededor cuando el tema es al revés. Quien usa la ciudad son los municipios del entorno, no la ciudad la que usa a los municipios. Por lo tanto, el concepto es justo a la inversa. Todos los municipios deberían soportar y contribuir a afrontar los servicios comunes.

-¿Se refiere por ejemplo al transporte?

-Unos 130.000 vecinos vienen a Granada a comprar y, evidentemente, dejan dinero, pero lo dejan en los negocios no en el Ayuntamiento. Ese es el error. Nosotros estamos trabajando por que el turismo sea bueno, cada vez más turistas y de más calidad. Me parece que es de los objetivos que hemos cumplido. Pero tenemos que seguir trabajando para conseguir más cantidad, y sobre todo más calidad, y lograr que el impacto económico también llegue a nuestras arcas. Además, si hay más coches moviéndose por la ciudad y hay más pago de matriculación y de impuesto de gasolina, el Ayuntamiento no se lleva nada pero tiene unos problemas muy serios de circulación, de atascos, de desgaste de calles. Eso es lo que tendría que valorarse en las conversaciones de financiación de Estado, autonomías y ayuntamientos. Somos las hermanitas pobres de este Gobierno que está estructurado económicamente así.

-No sé si inconscientemente, ha planteado tres niveles de administración. De suprimir las diputaciones siempre se habla cuando se está en la oposición pero se olvida cuando se gobiernan...

-En el tema de la Diputación tengo un concepto (no sé si coincide con el de mi partido) y es que, por un lardo, hay un nivel de municipios que son capaces por su tamaño de autogestionarse sin necesidad de las diputaciones. Pero en Granada, por ejemplo, que vamos ya por 172, hay decenas de municipios muy pequeños con una capacidad de gestión muy limitada que necesitan que haya un organismo que les ayude a hacer proyectos, a licitar... Ahora bien, lo que me parece un absurdo es que haya mancomunidad de municipios y diputaciones.

-¿Cuál es su propuesta?

-O una cosa o la otra. Y le está hablando uno que gestiona un ayuntamiento que, evidentemente, no tiene nada que ver con la Diputación en esos conceptos. Pero no puede ser que haya ayuntamiento, mancomunidad y diputación.

-¿Su elección?

-Dejar la diputación y quitar las mancomunidades.

-Subiendo un escalón, a nivel regional, Granada siempre había lamentado el agravio frente a Sevilla pero ahora es Málaga quien la deja atrás. El eje...

-Nosotros vamos a estar en el eje famoso. Yo ya he tenido reuniones con los alcaldes y la idea es crear un grupo de trabajo para ver cómo y de qué manera podemos estar unidas las cuatro ciudades.

-La alcaldesa de Córdoba acaba de reunirse con el primer edil de Sevilla...

-Y yo también

-¿Con Juan Espadas?

-Sí, lo que pasa es que yo hago las cosas sin que se sepa.

-¿Esta misma semana?

-No, antes. Y con el señor De la Torre, también. Pero es que las cosas no hay que estar todo el día diciéndolas. Vamos a ver cómo las ciudades podemos hacer y pedir cosas que nos beneficien a todos. Tenemos que colaborar en cultura, turismo, en infraestructuras…

-Insisto. Da la sensación de que Málaga nos está dejando atrás en el terreno cultural.

-No, yo no tengo esa impresión. Es verdad que Paco de la Torre está haciendo una muy buena labor para que una ciudad que sólo era un referente de playa también sea un referente cultural. Pero que Málaga tengas unas sucursales de unos museos... Hace muy bien pero también nosotros en este tiempo tenemos una programación cultural muy potente, tenemos el Centro Lorca...

-Lamentablemente sin su legado. El problema con la familia parece realmente enquistado.

-El edificio se ha hecho para que estén los fondos Lorca. Y se ha hecho en las condiciones técnicas mejores que puede tener cualquier legado del mundo. Yo espero que la familia Lorca, antes que después, tome la decisión de traerlos. De lo contrario puede haber es un problema judicial que yo no deseo. No sólo porque tarden en venir los fondos, sino por la propia memoria de Federico. Federico no lo merece.

-Justo en el actual momento de dificultad económica, acaba de destaparse una deuda de más de 450.000 en TG7. ¿Está preocupado?

-Estoy preocupado, sí. Pero no tanto por la deuda. Es una televisión que, cuando se puso, parecía que no iba a ser muy aceptada por los ciudadanos. Pero al final sí lo ha sido. Y creo que los granadinos quieren que siga. También por los trabajadores. Y creo que se va a poder hacer. Se ha hecho no un apagón, sino una paralización para aclarar todo el tema de cuentas y volver a licitarla. Pero creo que dentro de unos meses podremos estar funcionando y perfectamente aclarada toda esa parte económica que no es agradable…

-Juan Antonio Fuentes ha sido el responsable en la última etapa. ¿Le ha defraudado?

-No, Fuentes tiene una labor magnífica en el Ayuntamiento y lo de la televisión tampoco es un tema para ponerse en cruz.

-Durante esta larga década de mandatos ha conformado varios equipos de gobierno. ¿De cuál está especialmente orgulloso?

-De todos. He tenido cuatro equipos fantásticos. No he tenido que cambiar a nadie porque no haya funcionado.

-¿No se ha decepcionado con nadie?

-No nadie.

-¿Si tuviera que elegir una imagen de estos doce años. Con cuál se quedaría?

-Pues de todo lo que he hecho me siento muy orgulloso. Si tengo que elegir una imagen, quizá me quedaría con la puesta en marcha y presentación del Premio Lorca en Nueva York.

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