Las bondades del decreto del botellódromo ensalzadas ayer por el portavoz del equipo de gobierno del PP, Juan García Montero, sonaron algo edulcoradas para los vecinos que sufren cada fin de semana los ruidos y la suciedad del botellón. Según explicó ayer el portavoz de la plataforma contra el botellódromo, Pepe Jiménez a Granada Hoy los vecinos siguen padeciendo cada viernes y sábado las molestias ocasionadas por el recinto con la única esperanza de que el Ayuntamiento de Granada prohiba definitivamente beber en este espacio. "Ayer nos reunimos con la concejal de Protección Ciudadana, María Francés y fue bien pero claro para nosotros no es suficiente porque lo que exigimos es una fecha de caducidad para el botellódromo", destacó Jiménez que remarcó que "poco o nada ha cambiado en calles como Cañaveral donde los jóvenes siguen haciendo sus necesidades en plena vía". Por este motivo, los vecinos han decidido enviar una nueva invitación a todos los grupos políticos para volver a redactar un documento que especifique definitivamente qué se va a hacer en ese espacio. "Vamos a solicitar una nueva reunión para redactar este escrito y que cada partido exponga de nuevo su propuesta", destacó Jiménez para quién lo único "magnífico" que puede pasar en el botellódromo llegará cuando este espacio cierre.

Por su parte, el concejal de Ciudadanos, Manuel Olivares, abogó ayer por la convocatoria de la reunión de expertos en la que estén representados los jóvenes, que estudie de qué manera se gestiona esa cuestión". Tanto para Ciudadanos, como para el resto de grupos de la oposición, PSOE, Vamos Granada e IU no solo es importante el cierre del recinto si no también ofrecer actividades alternativas de ocio para que los jóvenes no tengan como única opción el consumo de alcohol.