Gabriel Fernández Adarve. arquitecto coordinador del plan especial albaicín-sacromonte

"La mancha de los pisos ilegales se extiende ya por el Sacromonte"

  • El coordinador celebra que la mayoría de los bienes catalogados en 1991 se hayan conservado

  • La compatibilidad entre ciudad histórica y turismo sostenible es uno de los ejes del documento

Gabriel Fernández Adarve contempla el Albaicín desde uno de sus miradores favoritos.

Gabriel Fernández Adarve contempla el Albaicín desde uno de sus miradores favoritos. / álex cámara

El pasado año, el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada se puso a trabajar en la revisión del Plan Albaicín y, a la par, con la redacción de uno nuevo para el Sacromonte. Se trata, sin duda, de un auténtico reto que un equipo de técnicos municipales ha asumido liderados por el arquitecto coordinador del nuevo plan Gabriel Fernández Adarve. La empresa que se les presenta no es nada fácil. El Albaicín y el Sacromonte han sufrido una auténtica transformación desde que se aprobó el plan vigente PEPRI-Albaicín (1990). Ni las casas, ni los usos ni su población se asemejan a las existentes hace casi treinta años. Por eso, lo primero que se ha hecho es un diagnóstico por capas para analizar los históricos barrios. Después llegará el momento de las propuestas de protección y de ordenación.

-¿Cómo afronta el reto de coordinar un proyecto que ha resultado fallido en dos ocasiones?

-Empezamos los trabajos hace un año y sin duda es un reto complejo. En las dos últimas ocasiones no fue posible sacar adelante el plan.

-¿A la tercera va la vencida?

-En esta ocasión hemos empezado a trabajar con una nueva base cartográfica actualizada, fruto de un vuelo encargado por el Ayuntamiento en 2016 y utilizando Q-GIS (sistema de información geográfica) herramienta informática que se utiliza por primera vez para elaborar un planeamiento urbanístico de Granada. Es una enorme base de datos que permite su continua actualización. La planimetría base elaborada con el vuelo de 2016 , ofrece muchísima información y con un nivel de definición muy alto permite descender a una escala de mucho detalle, 1/500, que es la adecuada para un planeamiento de protección como es éste.

"Queremos que los residentes participen para llevar al pleno el un plan perfeccionado que no perfecto"

-El pasado mes de marzo se invitó a los vecinos a participar. ¿Cómo pueden hacerlo?

-Lo que se persigue es que puedan hacer sus aportaciones y correcciones sobre los planos antes de que el Plan entre en la fase de propuestas previa a la aprobación inicial. Así garantizamos que llegue con el menor número de incidencias posible. Ya hemos recibido algunas indicaciones. Pueden rectificar por ejemplo la geometría y linderos de una parcela o de las partes de un edificio. Con ello se espera alcanzar el máximo rigor en la definición de la base del PAS, que son sus parcelas y manzanas.

-¿Cual es el siguiente paso?

-El siguiente se centrará en plasmar en los planos los usos existentes en ambos barrios sin entrar en valoraciones. Es decir: No se va a entrar, por ahora, en si son legales o no, pero sí se va a indicar si se encuentran sin uso, es decir si están desocupados, abandonados o en obra. Del mismo modo con el estado actual de la edificación, se va a expresar en planos, su estado de conservación basado en datos que tienen el correspondiente servicio municipal y en la observación directa. En ambos casos, uso y estado de la edificación, nos ha parecido muy importante indicar los edificios catalogados por el vigente PEPRI-Albaicín. También queremos analizar qué ha pasado con los más de 900 elementos catalogados en 1990, o sea, si no se han intervenido, si se han rehabilitado, si se han descatalogado, o lo peor, si han sido demolidos.

-Los intentos posteriores plantearon ampliar el nivel de protección de algunos elementos. Incluso se habló de buscar su declaración como bienes de interés cultural. ¿Se seguirá esta línea?

-Este plan podría proponer la declaración BIC de algunos elementos. Sin embargo, por el momento la tendencia no es aumentar el número de BIC salvo en casos que estén muy justificados. No conviene banalizar estas declaraciones. Además, si por ejemplo se habla de declarar los aljibes como planteaba el anterior plan, se debería hacer en conjunto y no uno a uno. Tal vez la opción preferible e igualmente efectiva sea que, sin llegar a su declaración como BIC, el Plan les otorgue su máximo nivel de protección. Otro ejemplo son las casas moriscas, singularidad albaicinera que merece el máximo interés del Plan y sobre las que tal vez convenga pensar que todas son merecedoras de su inclusión en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía.

-En los últimos años se ha hablado mucho del deterioro del barrio. Con el trabajo que ya se ha actualizado, ¿hay que preocuparse?

-La sensación que tenemos ahora mismo es positiva. Por lo general, la mayoría de los elementos catalogados o se han rehabilitado o están lo suficientemente bien conservados como para que se rehabiliten. Podemos decir que un alto porcentaje de bienes protegidos se han conservado, aunque haya lamentables excepciones.

"Estos barrios deben ser primero para sus vecinos, después para los granadinos y, por último, para los turistas"

-En cuanto al análisis de los usos, se habló de revisar puerta a puerta en busca de los alojamientos turísticos ilegales.

-La proliferación de los pisos turísticos sigue una tendencia a nivel mundial. Todas las ciudades históricas, tengan o no sitios declarados patrimonio mundial lo están viviendo. Es un problema grave. Tenemos la intención de que sea uno de los ejes del plan. El turismo es fundamental pero tiene que ser sostenible, y por supuesto no puede expulsar a la población de estos barrios.

-¿A qué niveles afecta?.

-El fenómeno está muy extendido. La mancha de las viviendas con fines turísticos, ya sean legales o no, se extiende no solo por el Albaicín, también llega al Sacromonte. Uno de los problemas es ese, su ilegalidad y a veces su invisibilidad, tanta que no hay forma de conocer su número exacto. Sí sabemos los expedientes autorizados por la Junta de Andalucía y por el Ayuntamiento, los legales, que ya son muchos; hay otros de los que se tienen constancia por indicios muy evidentes, pero aún hay otros, más opacos, que pasan desapercibidos. La suma de todos ellos empieza a ser ya muy preocupante. Sin embargo se buscarán soluciones, con el objetivo de que tanto Albaicín como Sacromonte, antes que nada sean el sitio habitable y amable donde seguir conviviendo con los vecinos y a continuación para los que vengan a disfrutar de este sitio complejo y mágico que, literalmente, es patrimonio mundial.

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