Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia

La mujer en la Ciencia: un papel indispensable y una brecha que continúa

  • La UGR apuesta por romper estereotipos y roles de género en las etapas educativas más tempranas

Celebración del Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia, este lunes, en la UGR.

Celebración del Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia, este lunes, en la UGR. / Álex Cámara

En España, el 51% de la población de 20 a 24 años son mujeres y las estudiantes universitarias de grado representan un 54% sobre la totalidad; también son mayoría en los estudios de máster. En el desempeño de funciones específicamente investigadoras, la paridad está casi conseguida, con un 49,5% de investigadoras y un 50,6% de técnicas de investigación. No ocurre lo mismo en el caso del doctorado ni en ramas de enseñanza como son las denominadas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

Mientras que las estudiantes concentran sus preferencias en sanidad y educación, son mucho más reticentes a cursar estudios en Ingeniería y Arquitectura y, especialmente, en Tecnologías de la Información y Comunicaciones. Son datos de la Conferencia de Rectores que se dieron a conocer este lunes, con motivo de la celebración del Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia.

La plena participación de la mujer en todos los campos científicos es indispensable para el desarrollo completo de un país. Para ello, todo sistema educativo de calidad debe impulsar la eliminación de los obstáculos que dificultan el equilibrio entre mujeres y hombres. Así lo reflejaba en el año 1979 la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de Naciones Unidas y la Ley Orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres de 22 de marzo de 2007.

Pese a que el camino recorrido desde entonces ha sido largo y positivo, aún quedan grandes retos que abordar. Así lo entienden desde la UGR, que ayer manifestó que romper los estereotipos y roles de género en las etapas educativas más tempranas es esencial para no condicionar las decisiones que las futuras universitarias tendrán que tomar. Por tanto, es en este punto donde la comunidad universitaria debe ser proactiva.

Tal y como indicaron desde la UGR, “tenemos destacadas físicas, químicas, matemáticas e ingenieras en computación. Tenemos investigadoras que son líderes indiscutibles en sus áreas de conocimiento. Pero debemos visibilizarlas y acercarlas más a las niñas si queremos convertirlas en referentes para ellas”.

Ante ello, desde la Universidad de Granada consideraron como obligación “la inclusión de las mujeres impulsa la excelencia científica y aumenta la calidad de los resultados. Más niñas y mujeres en la Ciencia brindarán a toda la sociedad soluciones más sólidas y más eficientes”.

En este sentido, tal y como recoge el informe Científicas en Cifras 2017, presentado ayer por la secretaria de Estado de Universidades e I+D+I, Ángeles Heras, la proporción de mujeres en el conjunto del personal investigador en España (en equivalencia a jornada completa) se mantiene estable en el 39% desde el año 2009.

Si bien, este informe –analiza la presencia de las mujeres en los distintos ámbitos y niveles de la ciencia en España, con especial atención a la carrera investigadora en universidades y Organismos Públicos de Investigación– muestra que dicha proporción ha mejorado levemente en los sectores de Administración pública (48%) y universidades (43%), pero que, a la par, sigue siendo baja entre el personal investigador del sector empresarial con el 31%.

Asimismo, los resultados muestran que, en la carrera investigadora, la representación de mujeres sigue siendo escasa en la categoría de mayor rango, mientras que sí hay equilibrio en las demás categorías, algo que evidencia una clara segregación vertical de género. Por su parte, las universidades públicas españolas siguen contando con solo un 21% de mujeres entre su profesorado catedrático de universidad.

Aunque las investigadoras continúan escasamente representadas en la casi totalidad de los órganos unipersonales de gobierno analizados, en 2017 se alcanzó el equilibrio de género en el nivel de vicerrectoras, con un 41% en el total de universidades públicas y el 37% en las privadas.

En todos los demás cargos sigue habiendo una escasa representación de mujeres, donde la mayor brecha de género continúa estando en el cargo de máximo nivel. En el caso de las rectoras, pese a que avanzan, aún se encuentran sólo en el 8% en las universidades públicas.

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