Decir que en las últimas décadas se han dado pasos de gigante en materia de igualdad de género y de concienciación social no impide afirmar que todavía queda mucho, mucho camino por recorrer. Mañana se celebra el Día Internacional de la Mujer, y la desigualdad sigue siendo una realidad que se constata de forma dramática en los episodios periódicos de agresiones a mujeres, y de forma diaria en ámbitos en los que la igualdad debería suponerse ya conquistada. Las mujeres representan más de la mitad de la población y casi un 45% del colectivo laboral, pero sigue estando a años luz de los hombres en materia salarial, en la calidad de sus condiciones laborales y, sobre todo, en el acceso a puestos de trabajo directivos.

El techo de cristal para la mujer, que sigue siendo la principal responsable del cuidado de la familia y de los hijos, es una realidad fácilmente constatable. Mañana las movilizaciones por todo el mundo reclamarán un 'Planeta 50-50 en 2030', pero lo cierto es que ese parece todavía un horizonte muy lejano, incluso en Granada. Sí, puede que en el mercado de trabajo las mujeres hayan ido ganando terreno en los últimos años, pero siguen apartadas de los puestos de responsabilidad.

En el último año se han registrado en Granada 497 contratos de trabajo para cubrir puestos de gerentes y directores en empresas, según la información del Servicio Público de Empleo Estatal. De ellos, 352 han ido a parar a hombres, y sólo 145 a mujeres. La brecha es abismal: sólo tres de cada diez contratos para puestos directivos ha recaído en Granada, mientras que los hombres se llevan el 70,8% de los cargos de responsabilidad que contratan las empresas de la provincia.

La representación de hombres y mujeres en el grupo laboral de mayor categoría no se reproduce en el conjunto de la contratación, lo que pone en evidencia ese techo de cristal que no deja ascender a las mujeres trabajadoras. El mercado de trabajo granadino generó el año pasado 468.121 contratos, de los que 192.542 fueron firmados por mujeres, un 41,1% del total. Hay casi doce puntos porcentuales de diferencia entre el acceso de la mujer a la contratación y la llegada a puestos directivos.

La crisis, además, ha hecho mella en la igualdad del mercado labora. En 2015 la contratación de mujeres directivas apenas representaba un 29,2% del total, pero en 2007, antes de que comenzara la crisis, las trabajadoras granadinas consiguieron 290 de los 802 contratos a directores y gerentes, un 36,1% del total. Desde entonces, la ocupación de la mujer de cargos directivos se ha reducido casi siete puntos porcentuales.

La evolución de las cifras absolutas ha sido todavía más grave. En los últimos ocho años la contratación de puestos directivos -al igual que el conjunto de la contratación- se ha resentido, reduciéndose un 38%, pasando de los 802 contratos de 2007 a los 497 de este último ejercicio 2015. Pero el caso es que ha sido la mujer la que se ha llevado la peor parte. Mientras que la contratación de varones en puestos de responsabilidad se ha reducido un 31,2% desde el año 2007, la de mujeres ha caído a la mitad.

En la estructura laboral de Granada hay pocos grupos de ocupación en los que las mujeres sean mayoría. Según los datos de contratación del Servicio Público de Empleo Estatal, las trabajadoras sí que tienen más representatividad que los hombres en el acceso a puestos de técnicos y profesionales de enseñanza y salud (68,1%); de empleados de oficinas tanto privadas (84,8%) como públicas (72,2%); de salud (81,2%); y de empleos no cualificados del sector servicios (65,5%).

En el resto de los grupos, las mujeres tienen un peso bastante menor. Es el caso de los empleos científicos y técnicos (40,4%); de los técnicos y profesionales de apoyo (46,1%); de los trabajos en restauración y comercio (48,8%); de los de protección y seguridad (13,9%); de los puestos cualificados en agricultura (33,1%), construcción (2,8%) e industria (27,4%); de los operarios de maquinaria fija (18,4%) y móvil (3,2%); y de los peones de agricultura (28,03%).

La enseñanza, la sanidad y los servicios públicos constituyen el terreno laboral más feminizado de todo el mercado de trabajo granadino, ya que en conjunto las mujeres son mayoría en el sector servicios. De los 243.922 contratos que registró esta actividad a lo largo del año 2015, un 51,5% -equivalente a 125.585 contratos- fueron para mujeres, frente a 118.337 acuerdos laborales con trabajadores.

En el resto de sectores económicos, el papel de la mujer está en segundo plano. En la agricultura sólo representa un 32,6% del total de las contrataciones, con 51.325 de 157.157 contratos; en la industria, el porcentaje baja hasta el 23,9% (5.263 contratos de 22.031); y en la construcción el peso del nuevo empleo femenino apenas llega al 19,8%, al registrarse únicamente 7.836 acuerdos laborales de un total de 39.541.