Hasta diez minutos antes de que las listas se entreguen en los juzgados, nadie podrá decir con seguridad si está dento o está fuera. La frase, casi literalmente, la pronunció el presidente provincial del Partido Popular, Sebastián Pérez, en la reunión del comité de dirección que tuvo lugar ayer mismo en Granada. La escucharon los principales dirigentes de la formación, el núcleo duro del PP granadino. El mensaje principal está claro: hasta entonces, que nadie se haga ilusiones. Pero de ahí también se saca otro complementario: la puerta de las conjeturas sigue abierta.

Oficialmente, lo único que el PP quiere que trascienda es que el 19 de enero, en una convención nacional que se celebrará en Cádiz, se presentarán los cabezas de lista de cada circunscripción al Congreso de los Diputados para las elecciones del 9 de marzo. Diez días más tarde, las direcciones provinciales desvelarán los demás nombres de la misma.

La última palabra, y casi la única, la tiene Madrid. A diferencia de las listas para el Parlamento de Andalucía, que nacen de las propuestas de las direcciones provinciales y después se consensúan con la regional, en el caso del Congreso de Diputados las candidaturas llegan prácticamente impuestas, aunque también es cierto que desde cada provincia se apuntan criterios, perfiles, ideas.

En Granada, según todos los indicios, sus dirigentes se decantan por un intelectual, alguien que, por ejemplo, guarde una estrecha relación con el mundo universitario y que se aparte de la imagen del político puro y duro.

De ahí que Sebastián Pérez dijera que sería "un gran honor" contar con Antonio Campos, candidato a rector de la Universidad de Granada. "Sería una gran satisfacción contar con alguien de un prestigio absoluto, un intelectual como la copa de un pino", dijo el presidente provincial.

Campos no es militante del PP pero sí pertenece a una organización próxima, Andaluces por el Cambio. Pérez resaltó ese dato y también su capacidad para conectar con la juventud. Aunque perdió en su pugna por el Rectorado con Francisco González Lodeiro, fue el más votado por los jóvenes.

Pero Campos ha dicho que no. Ayer, sin aclarar del todo si realmente se le había propuesto para la lista, rehusó tal posibilidad. "Quiero dejar muy claro que agradezco muchísimo que hayan pensado en mí y es un honor inmenso que piensen que puedo representar a los ciudadanos de Granada, más aun no siendo siquiera militante del PP, aunque está claro que yo defiendo ideas de cambio. Pero creo que hay personas con más capacidad que yo y que mi actividad va más por otros caminos, por la docencia y la investigación", justificó.

Campos admitió que el campo de la gestión no le es ajeno en absoluto pero también que no es ahí donde pudiera desarrollar más sus capacidades. Añadió que, durante la campaña a las elecciones al Rectorado, mucha gente especuló con la posibilidad de que terminara en alguna lista. "Incluso utilizó eso en mi contra, pero ahora esa gente se dará cuenta de que hablaba de más", concluyó.

El rechazo de Campos, no obstante, no tiene por qué hacer que el PP desista de apostar por un candidato de ese perfil. Y aunque son conscientes de que deslizar nombres no deja de ser lanzarse por la senda de la especulación, fuentes del partido apuntan los de los catedráticos Julio Iglesias de Usell y José Luis Montes González, que llegó a ser secretario de Estado de Justicia. Esas mismas fuentes también ven bien colocados, aunque no como cabezas de la lista, a Concepción Santana y a Juan de Dios Martínez Soriano.