El 2018 ha sido un año lluvioso. Desde que la primavera vino cargada de agua a mediados de febrero, prácticamente no hubo tregua hasta bien entrado el mes de junio. A lo que hay sumar las réplicas veraniegas en forma de tormentas, por las que se han contabilizado inundaciones en diferentes puntos de la provincia, con sus consiguientes desperfectos. Aunque no todo ha sido negativo, pues los pantanos granadinos se encuentran en un estado envidiable. Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en el norte de la provincia ha llovido un 175% más de más de lo normal.

De esta manera, Granada afronta el tramo final del año hidrológico con sus embalses a la mitad de su capacidad. La provincia está disfrutando de un final del verano con escasísimas lluvias -aunque con episodios con notables consecuencias, como ocurrió en la comarca de Guadix el pasado 15 de agosto o de granizo en Baza hace tan sólo unos días- y que está en el polo opuesto de lo vivido en la pasada primavera, con un mes de marzo absolutamente excepcional en lo meteorológico (191,3 litros por metro cuadrado recogidos, con 23 días de lluvia de los 31 que tiene el mes, según recoge la Agencia Estatal de Meteorología. ). Estos récords, de paso, han dejado a los embalses de la provincia con los mejores datos de agua almacenada de los últimos tres años

Por otra parte, las lluvias acumuladas en el conjunto de España desde que comenzó el año hidrológico el 1 de octubre de 2017 hasta el 4 de septiembre alcanzan 684 litros por metro cuadrado, lo que supone un 13% más de lo normal para este periodo, que son 608 litros por metro cuadrado, según la Agencia Estatal de Meteorología. Estadísticas todas que atestiguan que el 2018 ha sido un año más lluvioso de lo normal.