El pasado curso estudiaron en la Universidad de Granada 445 alumnos con algún tipo de discapacidad física, intelectual, visual o auditiva, la mayoría -aunque no hay datos por centros actualizados- en Ciencias de la Educación, Derecho, Psicología y Ciencias de la Salud.

El acceso a la educación superior para este conjunto de la población es uno de los retos que asume la Universidad, que suma más de 20 años de experiencia en prestar servicios a sus alumnos con dificultades, un colectivo cada vez más numeroso. Si en 2002/2003 eran 276, ahora son 445, un incremento del 38% en sólo diez años. La UGR es la tercera universidad andaluza con más alumnos con discapacidad por detrás de Sevilla, con 615, y Málaga, con 517.

Para dar respuesta a las necesidades de estos alumnos la UGR puso en marcha el Programa de intervención social hacia estudiantes con discapacidades, que analiza las dificultades del alumnado en función de su situación y las medidas adaptadas para facilitar que puedan estudiar.

En este sentido, en la última edición de la Guía de Atención a la Discapacidad en la Universidad de la Fundación Universia figura además un listado con las prestaciones que las once universidades andaluzas analizadas ofrecen. Así, se refleja que la UGR oferta adaptaciones curriculares, jornadas y cursos orientados a la discapacidad, exención del pago de tasas, procedimiento de acogida y orientación, créditos especializados, accesibilidad web, intérprete de lengua de signos y, además, es de las pocas en Andalucía que prevé acciones de orientación e intermediación laboral. Sin embargo, adolece de otros servicios que sí se dan otras universidades -destacan Jaén, Almería y Sevilla-, como acciones de fomento del emprendimiento, siempre según este informe.

Los últimos datos que se pueden consultar sobre la accesibilidad en la UGR figuran en un informe del Defensor del Pueblo Andaluz publicado en 2008. En el documento que todos los centros son accesibles, aunque reconoce que en Biblioteconomía y Derecho la situación es "difícil". También figuran carencias en el terreno de las adaptaciones metodológicas de algunos centros, como la carencia de actividades formativas para el profesorado o de exámenes diseñados en función de las necesidades del alumno

En un estudio más amplio y más reciente de la Fundación Universia y el Comité Español de Representantes de de Personas con Discapacidad (CERMI) y en el que no participó la Universidad de Granada, se ofrece una radiografía de la situación de los universitarios con discapacidad a partir de datos de 48 instituciones de enseñanza superior. Si el porcentaje de alumnos con discapacidad es muy reducido (un 1,1% del total), lo es más el del personal docente e investigador (apenas un 0,4%. Curiosamente, el porcentaje más bajo de profesorado con discapacidad se da en la universidad a distancia (0,1%), que es, precisamente, la que tiene un mayor número de alumnos (2,1%).

Sobre la adaptación de los centros de educación superior, la mayoría cuenta con mobiliario adaptado (85%) y acciones como reserva de asientos en el aula (83%) o grabación de las clases (63%). Sin embargo, en otros aspectos los porcentajes no son tan altos: Ninguna universidad privada tiene asociaciones de estudiantes con discapacidad frente al 21% de las públicas que sí tienen. El texto también señala que "es significativo que el 21% de las universidades participantes indican no tener incorporada la variable de la discapacidad en el diseño de los planes de estudio de los distintos grados ofertados".