Uno de cada dos granadinos padece alguna deficiencia visual y el 30% no lo sabe. Con esta cifra, el Colegio de Ópticos-Optometristas alerta de la necesidad de revisar la visión al menos una vez al año, independientemente de la edad del paciente.

Mediante la evaluación del paciente, un óptico-optometrista no solo es capaz de diagnosticar algún defecto refractivo, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, sino que puede detectar posibles anomalías que afecten a la salud ocular. Según Juan de la Cruz Cardona, delegado del Colegio en Granada, "se aconseja sobre todo en edades tempranas para detectar daños que comiencen a desarrollarse; y a partir de los 50 años, donde pueden aparecer problemas como la degeneración macular, la retinopatía o el glaucoma".