'Daniel' (nombre ficticio) tiene actualmente tiene 25 años y es profesor fuera de Granada. Es el primer denunciante de este oscuro asunto. Su relato, que hizo llegar en un sobre al Vaticano antes de acudir a la Justicia, no dejó indiferente al Papa Francisco, que lo llamó personalmente para mostrarle su apoyo, haciendo que el caso traspasara todas las fronteras.

Ahora, su testimonio queda reflejado en el auto dictado por el juez instructor del caso para levantar el secreto de sumario. En él se desvela que los supuestos abusos sexuales comenzaron en 2004, cuando tenía solo 14 años, y se prolongaron hasta mediados de 2007, cuando ya contaba 17. En la versión de 'Daniel', que se declara miembro supernumerario del Opus Dei, el juez considera que "aparecen indicios" de que el padre Román lideraba un grupo de sacerdotes diocesanos con el que vivirían los dos seglares.

El padre Román, que fue apartado de sus funciones por la Iglesia tras la denuncia, era el párroco de la Iglesia de San Juan María Vianney del Zaidín, a donde el joven, siendo un crío, comenzó a ir a misa los domingos con un amigo, hasta que el párroco le propuso que fuera monaguillo y comenzó a ir casi a diario.

Durante esa época, según el auto, se reunían sacerdotes en la calle Pavía, para merendar y realizar actividades de convivencia y descanso, "a las que poco a poco, en una actitud concertada", invitaron a 'Daniel'. Ya en 2004, el chico comenzó a pasar mucho tiempo en la casa parroquial de la calle Félix Rodríguez de la Fuente, así como en la casa adquirida por el grupo de imputados en la Urbanización Los Pinillos de Cenes de la Vega, "donde finalmente ocurrían los hechos mas graves y relevantes penalmente".

El padre Román, según los hechos denunciados que recoge la resolución, decía al denunciante que veía en él "una gran vocación para el sacerdocio", y que por ese motivo tenía que compartir con el grupo de sacerdotes su modo de vida.

Así, cuando se quedaba a dormir, el párroco, supuestamente, le proponía ocupar su cama, "estando otras camas libres"; y ante la negativa inicial del chico, "le decía que iba a romper la relación que como de un padre a un hijo le estaba dando, por lo que aquel accedió en dormir con él, al sentirse presionado física y psicológicamente". En ese año y después de quedarse a dormir con él varias veces sin que nada ocurriera, el sacerdote le dijo que tenía que que darle un masaje para relajarse. 'Daniel' -siempre según los hechos denunciados que se están investigando- aceptó y le dio masajes en la espalda. El cura estaba "desnudo" y, presuntamente, pidió al chico que le masturbara, al tiempo que trató de tocarle sus genitales. Ante su oposición, el párroco "se contrariaba" e intentaba convencerlo, diciéndole frases como "soy tu padre, tienes que dejarte llevar, no vives bien tu sexualidad". El joven sintió "miedo" porque le echaran del grupo y accedió.

En el año 2006 y 2007, el párroco, supuestamente, trató de penetrarle analmente dos veces con su miembro viril, pero se retiró ante el dolor del chico, que, "nuevamente, con el discurso de vivir la sexualidad que le proponía", se sentía mal "y terminaba por acceder a todo lo que le proponía, a pesar de su expreso rechazo".

Cuando el asunto se destapó, a raíz de que el propio Papa Francisco llamase al denunciante, se aireó el llamativo patrimonio que tendría el grupo de religiosos, del cual da fe ahora el juez en la resolución. En ella dice que "todo el grupo de imputados dispone de importante patrimonio y en común", al tiempo que destaca que, aparte de los episodios incluidos en el auto, "no constan más hechos denunciados ni más denuncias".