El juguete estrella de los niños del siglo XXI ya no son las muñecas, los patines o las bicicletas, sino el móvil. Los hijos de la Sociedad de la Información han interiorizado este dispositivo como una necesidad más de su vida diaria. Así, palabras como sms o whatsapp forman parte del argot juvenil, como un vocablo propio de su lengua materna. El informe especial del Defensor del Pueblo Andaluz relativo a la gestión realizada por el Defensor del Menor de Andalucía correspondiente a 2011, refleja que en dos años las cifras han descendido en diez puntos. Un 50,4% de los chicos granadinos de entre 10 y 15 años tienen teléfono propio, mientras que la media andaluza está rondando el 60%. La acentuación de la crisis económica y el correlativo empeoramiento de la situación financiera de las familias ha provocado que las cifran caigan.

Las tiendas de telefonía móvil de la capital manifiestan que, si bien no han observado un descenso especialmente acuciado en la adquisición de móviles, las tendencias de consumo sí están cambiando. Los padres se decantan por la opción del prepago con un consumo mínimo, para así controlar el gasto que los menores hacen del teléfono. Además, ceden a las demandas de sus hijos, que han sucumbido a la moda de los smartphones y solicitan básicamente teléfonos con teclado táctil.

Caso a parte es el del mes de mayo. Si las ventas habían sufrido una tendencia hacia la baja fruto de la difícil situación económico de muchas familias granadinas, la venta de móviles sufrió un repunte a causa de las últimas comuniones. El regalo más recurrido en estas celebraciones fue precisamente los smartphones.

En este ámbito juega un papel crucial whatsapp. Pocos saben bien cómo escribirlo o pronunciarlo, pero los menores granadinos es lo que más repiten en las establecimientos de telefonía móvil. Esta vía de comunicación instantánea se está implantando entre los jóvenes con tal alcance que ya es una forma más de lenguaje.

Así pues, según el informe del Defensor del Menor, los jóvenes granadinos se sitúan por debajo de la media andaluza, contabilizada en 60,6%, en lo que a consumo del móvil se refiere. La otra cara de la moneda la muestran Huelva y Córdoba, provincias con 76,6% y 76,3% respectivamente. Finalmente, Jaén y Málaga acompañan a Granada en los últimos puestos, con un 55,5 y 52,7%. Los datos evidencian, además, que la diferencia de consumo por sexos en Andalucía es nimia, mientras que sí es relevante la distinción por tramos de edad.

En este sentido, el número de niños que disponen de teléfono aumenta conforme se hacen más mayores. De esta forma, uno de cada tres menores de 10 y 11 años tienen su propio teléfono portable, frente a los ocho de cada diez de 14 y 15 años. El tramo intermedio lo ocupan los jóvenes de 12 y 13 años, con un porcentaje del 64,4%.

En definitiva, aun cuando el móvil es un juguete más de los chicos de hoy en día, los padres han tenido que restringirlo a causa de la ya tan repetida crisis.