Granada

La parada de las carretas del Rocío en el Salón, pendiente de la 'ley seca'

  • La hermandad había cambiado este año su comida de despedida desde la Huerta del Rasillo al Salón · Mañana se reunirán con el alcalde para ver si les afecta

La decisión del alcalde de la ciudad de recurrir a la 'ley seca' para los días 1, 2 y 3 de mayo con la intención de evitar la celebración de macrobotellones, mediante la publicación de un bando que prohíbe no sólo beber en el botellódromo sino en cualquier calle de la ciudad, puede tener afectados secundarios.

Porque el 3 de mayo, coincidiendo con el Día de la Cruz, la hermandad del Rocío de Granada inicia su camino hasta Almonte con la procesión del Simpecado desde San Pedro y el desfile de las carretas.

Pero el problema no está en esa procesión sino en la tradicional parada para comer que realiza la hermandad, el conocido 'rengue' en el argot rociero.

Tradicionalmente la hermandad realizada esta parada en la Huerta del Rasillo, a la que acudían no sólo los rocieros sino amigos y familiares para despedir simbólicamente a los que van a hacer el camino. En esa parada comían en las carretas y compartían con otras el avituallamiento preparado para el primer día.

Pero este año, ante la previsión de botellón por el Día de la Cruz, acordaron con el Ayuntamiento celebrar esa parada en el Paseo del Salón. Aunque, tras la decisión municipal de dictar un bando para prohibir beber en la calle, todo está a día de hoy en el aire.

"Lo teníamos todo cerrado pero ahora tenemos cerrada una entrevista con el alcalde el viernes -mañana- para ver si esa decisión nos afecta a nosotros o no", matizó el hermano mayor de la hermandad del Rocío, Antonio Almagro.

La intención de la hermandad es intentar por todos sus medios que ese 'rengue' se celebre en el Salón. "Vamos a agotar todas las posibilidades. Incluso podemos asegurar que nos quedaríamos dentro de nuestras carretas. Además, no se beben copas sino cerveza, rebujito y refrescos, pero todavía no sabemos qué decidirán".

De hecho, en caso de no poder hacer la parada en el Salón, buscarán un municipio cercano donde realizarla. Podrían optar por Santa Fe, pero el problema de salir de Granada "es que ya se llega tarde y no pueden ir los caballos, que se quedan siempre en la ciudad".

Además, en caso de no poder hacer la parada en la capital y tener que irse a un pueblo, se suspendería el segundo tramo de la procesión, una novedad este año propuesta por el propio Ayuntamiento. Así, una vez terminada la comida, sobre las 16.30 horas, volverían de nuevo a pasar por Puerta Real, Gran Vía y Constitución para salir ya a la carretera y hacer una procesión de gloria coincidiendo con las Cruces.

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