Han pasado veinticinco años desde que se conocieron los primeros casos del llamado síndrome de inmunodeficiencia adquirida, más conocido como sida y, desde entonces, mucho ha cambiado la vida para las personas afectadas por esta enfermedad. Una de las realidades más importantes para las personas afectadas es la posibilidad de tener hijos sin peligro de contagio gracias a la técnica del lavado de semen. Este año han sido dos niños los que han nacido gracias a este método en el Hospital Virgen de las Nieves. Dos nacimientos que dan ejemplo de la "normalización" hacia la que avanza una de las enfermedades que bajo control médico permite llevar una vida completamente normal.

De este modo, el Hospital Virgen de las Nieves, desde la primavera del año 2005, se ha convertido en el centro de referencia para toda Andalucía en los tratamientos de reproducción asistida para parejas sero-discordantes, además de para entre otras parejas con patologías infecciosas como la Hepatitis C o B. Tanto es así, que en lo que va de año el Laboratorio de Seguridad Biológica ha tratado a 36 parejas. Se han realizado 20 lavados de semen, 8 de ellos a pacientes con el síndrome de inmunodeficiencia humana, han llevado a cabo cinco tratamientos y se ha tenido como resultado de dos embarazos exitosos.

Las cifras de este año se suman a los tratamientos de fertilidad a los que se han sometido 62 parejas con patología infecciosa desde que se puso en marcha la unidad y que han tenido como resultado 17 embarazos.

Independientemente, de la labor que los equipos de estas unidades realizan con las parejas que quieren ser padres, los afectados rompieron una lanza por los avances en los tratamientos de control del VIH. "Hemos pasado de tomar de 15 a 20 pastillas diarias a ingerir, los que más 5", manifestó José Luis Hidalgo. El presidente de Ayuda Sida, afectado por el VIH, apuntó que en breve los pacientes ya dispondrán de la llamada "pastilla única", un fármaco que simplifica el tratamiento manteniendo la misma eficacia. "Quiero que la sociedad sea consciente de que hoy día nadie muere de sida. Se puede llevar una vida normal, siempre y cuando se esté controlado". Para ello, insistió en la necesidad de prevenir, o en todo caso, diagnosticar a tiempo el síndrome para luchar sin problemas contra el VIH.