Granada

Los más pequeños dan una lección de inclusión

  • Torrenueva celebra una jornada infantil de convivencia con motivo de la celebración del Día Mundial del Autismo

Un niño con espectro autista está con su padre jugando a la pelota, cuando un pequeño espontáneo se suma al grupo. El bebé, de apenas año y medio, está empeñado en jugar con él, tirándole el balón de forma insistente, y finalmente lo consigue. Los infantes, con gestos tan espontáneos como estos, normalizan situaciones que los adultos después, con el paso del tiempo, tienden a complicar.

El Ayuntamiento de Torrenueva quiso sumarse al Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo que se celebró el pasado 2 de abril, para lo que preparó el sábado, con la colaboración de la Asociación Conecta, una jornada lúdico-infantil en la que participaron tanto niños con esta enfermedad como otros que no la padecen.

La actividad central de esta jornada llevaba por título 'Mi amigo el mar azul' y, por ello, marineros y pescadores del pueblo acercaron a los chavales el arte de la pesca.

La concejal de Asuntos Sociales de la Entidad Local, Isabel María Santos, destacó que con "en este tipo de actividades se pretende que se relacionen todos los niños, independientemente de si tienen algún tipo de discapacidad o no, pues todos son iguales, la limitación no representa ningún obstáculo, y pretendemos que en todos los talleres que realizamos traigan a estos niños".

La presidenta de Conecta, Elisa Salamanca, recalcó que para ella "ésta era la jornada principal de la celebración, aunque en el calendario haya un día oficial en el que se realizan los actos institucionales con los que se persigue darle visibilidad al trastorno y que la población adquiera sensibilidad de cómo son las personas con autismo, pero este día es donde ese trabaja la inclusión". Y explicó que el objetivo de la asociación es "que los padres desaparezcamos y los peques jueguen juntos, se relacionen juntos, se conozcan". Salamanca también relató que se trataba de un día muy especial porque se consiguió "que niños con autismo y niños sin autismo se junten a pasar una tarde de juego y de merienda lo más normal posible y, con esta excusa, se implique a las familias para que sean conscientes de que nuestros niños son iguales a los demás".

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