La Guardia Civil detuvo ayer en Santa Fe a siete individuos de entre 17 y 44 años tras irrumpir por la fuerza y armados con pistolas de fogueo en la casa de un vecino de esa misma localidad al que golpearon y reclamaron 8.000 euros, acusándole de haberles sustraído marihuana y todo lo necesario para su cultivo.

El Instituto Armado informó de la puesta a disposición judicial de estas personas, todas con antecedentes policiales. Cuatro de ellos fueron detenidos y tres están en calidad de investigados.

Uno de los investigados es el individuo al que la Guardia Civil detuvo el pasado día 3 de agosto como supuesto autor de un delito de atentado a funcionario público después de que amenazara gravemente a uno de los médicos que lo atendieron en el centro de salud de Santa Fe, al que dijo que le podía pegar "dos tiros".

La operación ha supuesto también la intervención en el domicilio de uno de los detenidos de dos pistolas de fogueo, 84 cartuchos para estas armas simuladas y tres navajas. Una de estas pistolas es la que utilizó supuestamente el detenido para amenazar y golpear a la víctima.

Los hechos ocurrieron el pasado día 20 de julio. La víctima acudió al puesto de la Guardia Civil de Santa Fe "con la cara hinchada y evidencias de haber recibido una paliza" a denunciar que cinco individuos habían entrado por la fuerza en su casa.

Según su testimonio, uno de ellos había sacado una pistola, la había montado, lo encañonó con ella y finalmente le golpeó en la cabeza amenazando con matarle a él y a su familia si no les devolvía las lámparas para el cultivo de marihuana y un aparato de aire acondicionado que les había sustraído.

El 26 de julio, cuando los detenidos e investigados ya se sabían buscados por la Guardia Civil, tres de ellos se cruzaron con su víctima en una calle de Santa Fe y le amenazaron de muerte a ella y a su familia.

El 30 de julio dos de los detenidos se encontraron con la víctima e intentaron apuñalarlo en dos ocasiones después de amenazarlo para que quitara las dos denuncias anteriores.

El pasado 3 de agosto la Guardia Civil desplegó un dispositivo en torno al domicilio del supuesto cabecilla y registró su vivienda, donde aparecieron las armas intervenidas, y se realizaron las tres primeras detenciones e investigaciones.