"Hay gente que se está colando en la zona donde se ubican los hoyos embargados, ponen la sombrilla en el césped, hacen allí su picnic, hay gente que está jugando al fútbol en los grilles... Incluso nos han comentado que hay quienes tiran la basura allí. Esa zona se va a convertir en un vertedero". Esta es la situación actual en la que se encuentran los ocho hoyos del campo de golf embargados por la Dirección General de Patrimonio, tal y como describió el portavoz de la asociación Nuevo Club de Golf Motril, Rafael Yanguas, un estado que puede ir a peor de no encontrar ya la fórmula para salvar el campo de golf de Motril.

Desde que se produjese el embargo, un centenar de afectados se reunieron en busca de una solución para no dejar morir la instalación deportiva. Tras constituirse como asociación sin ánimo de lucro, los afectados concluyeron que una derrama de tan solo 50 euros por vecino, así como las aportaciones de empresas y negocios de la zona o de los propios jugadores del campo, era la mejor opción para reunir los 95.000 euros de aval que requiere Patrimonio para cederles la titularidad de la zona. Sin embargo, esta opción se ha topado con un problema: la falta de acción vecinal.

Según explicó Yanguas, "se ha alcanzado un preacuerdo con la administración para conseguir que salga el campo, pero el problema ahora es conseguir el dinero. Hay algunas comunidades que no guardaban buena relación con el anterior propietario de los hoyos y se están negando a pagar. Les hemos explicado que eso es una barbaridad por se van a hacer daño a sí mismos". Es decir, pese a que de cara a la cesión de la titularidad se han dado grandes pasos, Patrimonio "ha hecho un esfuerzo por cerrar este tema y desbloquearlo", según Yanguas, la actual inoperancia de algunos vecinos ha puesto entre las cuerdas el futuro del campo de golf, que cada vez va deteriorándose aún más.

"Los fines de semana, por lo general, está previsto que haya unas 80-90 partidas en el campo de golf. Sin embargo, el último sábado de mayo salieron a jugar 15 personas", lamentó Yanguas, que insistió en que "si no se arregla lo de los ocho hoyos embargados, el resto del campo va detrás y se convertirá en un vertedero".

De hecho, ya hay quienes han tomado la zona como un lugar donde "clavar la sombrilla en el césped y hacer sus picnic, jugar al fútbol" o incluso "tirar basura", ya que el vigilante que hay "no puede abarcar bien todos los hoyos y a corto plazo puede crearse un grave problema". Pero además de ello, alertan de que "varias empresas inmobiliarias prevén que si no se llega a un acuerdo para abrir el campo de golf al completo, las viviendas de devaluarían un 30% este verano".

Ante ello, el portavoz de los afectados confesó que no entienden que "un apartamento que se juega tener un campo de golf enfrente o tener un vertedero esté poniendo pegas para poner 50 euros", una cantidad que además sería "canjeada por un día de golf, que actualmente cuesta 47 euros".

Por este motivo, desde la asociación Nuevo Club de Golf Motril se sigue "visitando comunidad por comunidad, insistiendo en que cada apartamento aporte el dinero", ya que en la actualidad tan solo son 80 los que han realizado el pago.

"Tenemos una cuenta en cada entidad financiera para facilitar las cosas. En la página web del club (http://www.clubdegolfmotril.com) vienen todos los pasos a seguir. Lo hemos puesto fácil y es barato", confiesa el portavoz, que insistió en que en la zona hay "1.800 apartamentos, que si al menos un 50% pusiese dinero, se conseguiría resolver prácticamente el problema y si no se consigue, se les devolvería el dinero".

La idea es que una vez se consiga este dinero y se efectúe la cesión por parte de la Administración, se va a negociar para que se conceda entre 10 y 20 años, se realice un contrato "a corto plazo" con quien lo gestione. Tal y como explicó Yanguas, "lo más rápido es que ese acuerdo sea con quienes ahora mismo tienen la gestión del resto de hoyos para así recuperar el campo de golf lo antes posible". Pese a ello, existe la posibilidad de que en un futuro ese contrato se realice con otra empresa, ya que habría otras entidades también interesadas.

Si bien, lo primordial ahora es que los vecinos colaboren para, como los afectados exponen, el campo de golf de Motril siga siendo un lugar referente de este deporte en la Costa Tropical y no ocurra lo mismo que con la instalación que había en Medina Elvira, que tras morir acabó convirtiéndose en un vertedero.