Granada

La preocupación por las elecciones tensa el ambiente y los discursos

  • El alcalde advierte que las críticas al PP pueden hacer peligrar la Diputación

La inauguración de la nueva sede del Partido Popular transcurrió de forma festiva y solo interrumpida por los aplausos y las melodías del partido de la gaviota. Sin embargo, fue solo apariencia. Y aunque en la mesa los portavoces vertieron todas sus críticas hacia la gestión de la Junta de Andalucía y se recurrió en varias ocasiones a las palabras "unión" y "fuerza", quedó más que evidente en el ambiente el temor a que ni esa unión ni esa fuerza sea tan sólida como parece.

En concreto, el alcalde de la capital, José Torres Hurtado, mostró su preocupación ante la "campaña de desprestigio" que, en su opinión, se le está haciendo al PP desde "la prensa" [en alusión al diario Ideal]. Un hecho que a su juicio podría incidir en un descenso considerable de los votos hasta tal punto de que los populares pierdan uno de sus mayores logros, la Diputación provincial. "No hay derecho a que un periódico (...) trate de esta manera al partido. Esto es un ataque contra el PP", remarcó.

Según su opinión, con que se pierdan un 2 o un 3% de votos en la provincia la agrupación ya tendrá la "Diputación perdida", mientras que el Ayuntamiento de Granada "sería más difícil", por lo que se quejó abiertamente y declaró que, pese a las circunstancias, y a este tipo de actuaciones "aquí estamos, aquí vamos a estar y aquí vamos a seguir".

Sus compañeros de mesa, sin embargo, no hicieron alusión en ningún momento a la denunciada campaña de desprestigio y destacaron durante sus intervenciones la fuerza del Partido Popular, la unión, y la satisfacción de trabajar todos juntos.

A nivel interno, en el recién estrenado Auditorio Manuel Fraga, también parecía librarse otra silenciosa batalla. No contra los medios de comunicación, sino entre los dos líderes de la agrupación popular, Sebastián Pérez y José Torres Hurtado, de los que tantas veces se ha especulado que podrían estar peleando por el sillón de la Alcaldía de la capital.

Al margen de corrillos y de la tensión que se vivió en el ambiente, ambos se mostraron afables y muy satisfechos de poder inaugurar una nueva sede en el barrio del Zaidín. Pero no hay que olvidar que el calendario avanza y, aunque todavía quedan dos años para las próximas elecciones municipales, ya comienza a palparse la preocupación.

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