Un hombre de 64 años acusado de varios delitos de acoso y producción de pornografía infantil, en algunos casos con niños de menos de 16 años de Sudamérica a los que enviaba dinero o recargaba el teléfono, ha entrado en prisión, ingreso decretado por el Juzgado de Instrucción 6 de Granada.

La orden de ingreso en prisión se ha producido en la fase final de la Operación Pino, investigación desarrollada por la Policía Nacional que arrancó por un informe procedente de Estados Unidos, país que detectó el volcado en la nube de imágenes pornográficas y alertó a la Policía, y que ha sumado la coordinación del fiscal especializado en delitos informáticos, Francisco Hernández.

Según ha relatado a Efe Hernández, el primer paso policial consistió en investigar la procedencia del volcado de las imágenes, lo que condujo hasta una tienda de telecomunicaciones de Granada que ha servido de punto de partida para detener al acusado, un hombre de 64 años en prisión provisional desde esta semana.

Un responsable del establecimiento identificó al arrestado y explicó que el acusado acudía al local para el volcado de datos y para configurar las aplicaciones de todos sus móviles por carecer de conocimientos informáticos.

En esos procesos, los trabajadores le llegaron a preguntar por las numerosas capturas de pantalla de contenido pornográfico, muchas con menores de edad, en ocasiones niños de menos de 16 años.

El detenido aseguraba entonces que tenía ese contenido porque era el ayudante del fiscal de delitos informáticos, versión que mantuvo en reiteradas ocasiones.

La investigación ha permitido además comprobar que el detenido hacía recargas telefónicas y enviaba dinero a menores de edad de Colombia y México, una vía económica que se continúa investigando.

El fiscal especializado en delitos informáticos ha recalcado que se trata de la primera causa instruida en Granada por producción de pornografía de menores, un paso más allá de la tenencia.

La autorización judicial para un registro de su nube ha permitido descargar más imágenes, datos y contactos del arrestado, por lo que la investigación permanece abierta.

Ese material podría facilitar que el arrestado se enfrente a la acusación por nuevos delitos ya que hay imágenes con contenido sexual explícito con menores, algunos con apariencia física de tener pocos años.

Además, esta investigación ha servido para reabrir denuncias antiguas formalizadas contra el arrestado, que durante un tiempo fue profesor de artes marciales en un centro de Granada capital, para analizar si aquellas acusaciones por comportamientos ilícitos se pueden sumar a los cargos contra el sexagenario.