indalecio sánchez-montesinos. decano de medicina y candidato a rector de la UGR

"Tengo un proyecto de renovación que quiere romper el régimen de poder"

  • Se presenta como el candidato rupturista y critica abiertamente a su oponente Apuesta por descentralizar la UGR y dar más poder de decisión a cada centro o departamento

-Como médico, ¿qué diagnóstico haría de los grandes males de la Universidad de Granada?

-El régimen de poder que hay instalado en esta universidad desde hace décadas y que la está controlando. Se duplican los puestos intermedios, no los llevan personas especializadas, colocan a personas que están en esa estructura de poder, la burocracia aumenta mucho y se genera desconfianza. Ese es el mal que hay que vencer, luego con todas sus derivas...

-¿Y cuál es el tratamiento?

-Un proyecto de renovación, justo el que yo represento, que elimine esa red de poder y control y que confíe más en los centros, en los departamentos, en los grupos de investigación, en las personas. Descentralización. Confianza y comunicación.

-Los dos candidatos están poniendo el acento en la plantilla. ¿Es el problema más urgente?

-Es una cuestión urgente. El tratamiento en primera instancia es la negociación, el acuerdo, el consenso. Para eso hay que escuchar.

-Dadas las circunstancias ¿es vital para el futuro rector la relación que mantenga con las Administraciones?

-Tengo experiencia y muy positiva. En la Facultad de Medicina hemos sacado más plazas de profesor vinculado que en los últimos 15 años. Y eso ha sido a base de negociación, pero fundamentalmente de entender que son instituciones públicas y nosotros estamos buscando la formación del estudiante, no tenemos otro interés. En eso estamos todos.

-¿Hay que hacer cambios en la Universidad pública para que sea sostenible?

-Siempre hay que hacer ajustes, yo presento un proyecto de renovación. La propia sociedad nos está exigiendo una renovación, si no lo hacemos será la universidad la que se quede atrás.

-¿Se puede aplazar el cambio de modelo al 3+2? ¿Corre la UGR el riesgo de quedarse atrás?

-Se puede aplazar pero no nos podemos quedar ahí porque si no la realidad nos puede atropellar. Y eso es lo que estamos haciendo en los últimos tiempos. Nos podemos dedicar a la lucha contra la normativa, pero finalmente la normativa está y no estamos preparados. El 3+2 se está discutiendo casi como si fuera una cuestión mercantilista, de números. Hay que ir al fondo, cómo podemos dar mejor formación sin olvidar que es una institución pública. No al mercantilismo, no al aumento de precios, no a que la formación del estudiante se encarezca y estemos limitando algo fundamental que es la igualdad de oportunidades.

-Pilar Aranda lleva mucho tiempo preparando candidatura y usted decide presentarse hace menos de un año...

-Cuando decido presentar mi candidatura lo hago por coherencia con lo que yo creo que es un sistema democrático. No puedo legitimar que en 2017 haya alguien que diga que se quiere presentar a rector en 2019, porque entonces estoy copiando lo peor de lo que hoy llamamos política. Yo no me lanzo pensando que pueda ser algo diferente a otro candidato, solo pienso en cuál es la situación actual y en que puedo presentar un proyecto de renovación, qué exige la sociedad.

-¿Percibe a su oponente como parte de esta estructura de poder que critica?

-Considero éste un proyecto de renovación y el proyecto que representa Pilar Aranda, dentro de las estructuras de poder.

-Pero son ambiguas las diferencias en los programas...

-Si no se perciben diferencias es que alguien no quiere percibirlas.

La primera diferencia, éste es un proyecto de renovación, que quiere romper el régimen de poder. Luego se ha podido ir modificando el programa, pero soy el único que de entrada ha propuesto la gratuidad del B1. Ahora no, pero hay que irse a la hemeroteca. También propongo una ciudad del estudiante, la descentralización de los centros, llevar la responsabilidad del doctorado y los másteres a los centros. Que los centros sean capaces de definir su identidad, decidir cuál va a ser el 3+2 o 4+1. La propuesta de responsabilizarnos del papel que tiene que tener la universidad en la ciudadanía y poder recuperar lo que significa ser la universidad del prestigio, de la historia, para poder decir que la UGR tiene voz. Son las líneas fundamentales que marcan la diferencia.

-¿Cómo plantea la relación futura de la Universidad con la ciudad?

-La Universidad está presente en Granada ahora, todo el mundo la reconoce como la empresa más grande. Pero hay que participar activamente. Cuando damos un paseo por Fuentenueva, nos damos cuenta de que nuestros propios especialistas dijeron que el paso del Metro no era correcto y llevaban razón. Hay que dejar participar y dar confianza a nuestros propios técnicos.

-Si fuera rector, ¿cómo le gustaría ser recordado?

-La idea fuerte es tener una Universidad en la que todas las personas se sientan participativas, con su propia identidad, que se les reconozca el trabajo que realizan y que seamos capaces de darle esa identidad y servicio a la sociedad, que nos lo está exigiendo como institución pública.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios