Granada

Un proyecto que sitúa a Granada como referente

  • La planta permitirá que España sea autosuficiente y no tenga que comprar vacunas en el extranjero

El 30 de junio de 2009 la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y el presidente de Rovi, Juan López Belmonte, firmaron un acuerdo a tres bandas que permitía construir en Granada, concretamente en una parcela del Parque Tecnológico de la Salud (PTS), la única planta de vacunas de España con la misión de abastecer a toda la población del país y de otros continentes. Un proyecto al que habían optado otras provincias pero que finalmente se quedaba en Granada.

Con este acuerdo, Rovi afianzaba su apuesta por Andalucía y Granada ya que la nueva planta de vacunas se sumará a la que ya tiene el laboratorio en el PTS para la producción de la Bemiparina, un antitrombótico de última generación que es su producto estrella.

La planta de vacunas para la gripe estacional y pandémica tendrá capacidad para fabricar hasta seis millones de vacunas al mes y el plazo es que esté a pleno rendimiento en 2012. Según Rovi y las distintas instituciones firmantes del convenio, la ruptura con la empresa estadounidense a la que iba adquirir la tecnología de fabricación, no supone un cambio de plazos.

El mismo día de la firma del convenio en Granada, Rovi informó del acuerdo alcanzado con Novavax para usar su tecnología VLP para el desarrollo y producción de vacunas. Una tecnología de última generación que permite nuevos métodos de fabricación más seguros. De hecho Novavax está trabajando en vacunas para la gripe estacional y la gripe H1N1 con distintas fases de ensayos clínicos, que Rovi iba a apoyar.

La planta contará con una superficie de 2.500 metros cuadrados y generará unos 250 puestos de trabajo entre directos e indirectos. La previsión de facturación es de más de 50 millones de euros con la producción y exportación.

El compromiso de las partes fue que la Junta aporta los terrenos y la construcción del edificio así como el equipamiento, lo que conlleva una inversión de hasta 12 millones de euros; Rovi asume el resto de la construcción y el equipamiento así como la explotación de la planta por un valor de 48 millones; y el Gobierno, el resto.

Lo bueno de contar con esta planta es que España no tendrá que recurrir a comprar las vacunas en el mercado internacional y, además, podrá exportar a otros países.

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