José MarÍa Rueda. secretario general del psoe en la capital y concejal del Ayuntamiento

"Aunque no se estile renunciar, mi decisión es coherente con nuestro proyecto en la capital"

-¿Cómo se siente después de anunciar su renuncia a ocupar el hueco que deja Álvarez de la Chica en el Parlamento andaluz?

-Me siento estupendamente porque yo soy persona de compromisos colectivos. Cuando estos avanzan, se cumplen objetivos y se atisba el final del trabajo. Uno tiene que sentirse satisfecho de ser coherente con esos compromisos y de ser leal a la colectividad que lo ha puesto a uno en un sitio.

-¿Cómo se ha acogido su decisión en el PSOE de la capital?

-Muy bien. Tampoco quiero yo arrogarme ningún mérito especial, pero es cierto que mucha gente me ha trasladado la felicitación porque no es una decisión habitual. No es lo que se estila. Yo tampoco pretendo imponer ningún estilo de hacer política simplemente tengo un estilo propio que a los compañeros de la capital parece que le gusta porque en reiteradas ocasiones me han dado su confianza democrática en urnas y con voto secreto que es como de verdad se calibra la confianza democrática. Obviamente, esta decisión tenía parte de personal pero también he respondido a la parte política y estratégica. Para eso he escuchado a la Ejecutiva, al grupo municipal y a otra mucha gente. Creo que es una decisión correcta, acertada y muy atinada.

-¿Y en la dirección provincial?

-Me han llegado menos ecos de cómo ha sentado, en cualquier caso tampoco me preocupa mucho. Creo que esta decisión por primera vez en mucho tiempo se ha tomado en, desde, por y para la ciudad. Otras instancias superiores del partido tienen que admitirla, compartirla y apoyarla sin ninguna duda.

-¿Es buena la relación entre el PSOE de la capital y la dirección provincial?

-Sí, es buena sobre la base de una circunstancia que todo el mundo entiende y que en absoluto la hace mala. Esta provincia tiene una capital con 230.000 habitantes y que ocupa por población, por decisiones que se toman y por la propia configuración de la provincia un lugar relevante. La capital tira mucho o chupa mucha cámara en el ámbito económico, social, cultural... y también en lo político. Eso, a veces, nos lleva a situaciones de convivencia compleja pero cuando al frente de los órganos, en este caso del partido, hay personas inteligentes como es Teresa Jiménez y puedo serlo yo, la relación se hace mucho más fácil.

-Su rechazo a tomar posesión como parlamentario, ¿responde a un interés por dar la batalla al Gobierno municipal?

-Por supuesto. En la capital la mochila que llevamos sigue pesando respecto a algunas decisiones que se adoptaron en el pasado. Por duro que parezca la gente sigue sin confiar en que las personas que el PSOE pone en la lista de concejales se queden todo el mandato si se pierden las elecciones. Desgraciadamente esto no ha sido así por muchas razones, yo no voy ni a criticar ni a valorar, cada uno lo ha hecho por unas razones, pero el hecho evidente es que desde que Jesús Quero perdió las elecciones en 1995 casi todos los líderes que han perdido y algunos de los concejales que iban en la lista no han culminado el trabajo y eso la ciudadanía no lo perdona. Uno se presenta para ganar o para perder y ofreciendo un compromiso de los cuatro años. Ese peso queremos quitárnoslo de forma inmediata porque si no la credibilidad del proyecto se resiente.

-¿Es una lacra para la marca PSOE esa conducta?

-Sí pero no la única. La falta de un proyecto político propio de la ciudad también. Cómo se va a consolidar un proyecto si los encargados de liderarlo no lo culminan. Nadie detrás se cree que hay un proyecto político. Como eso es lo que demanda la ciudadanía, nosotros nos debemos a lo que la ciudadanía nos pide. Ahí están las decisiones de las que cada uno se hace responsable en el pasado y en el presente.

-Paco Cuenca dijo al perder las municipales de 2011 que se quedaría toda la legislatura en la oposición junto al resto de los concejales, entre los que usted se encuentra. La decisión que el pasado miércoles anunció también va en esa línea. ¿Se da un carpetazo al pasado?

-Sí. Al final yo hablo de política en primer persona del plural. Creo que los proyectos son colectivos y de continuidad, de acercamiento a la gente, de consolidar una línea de trabajo y hacerla efectiva hasta que consigamos el Gobierno municipal o al menos hasta que se haya intentado por lo menos dos veces. Ese es el compromiso de los ocho concejales, de los 34 integrantes de la Ejecutiva y de una amplísima mayoría de la militancia.

-¿Podrían repetir los ocho concejales en la lista para 2015?

Es un futurible porque primero habrá primarias para elegir el cabeza de lista en septiembre. Una vez que se haya elegido el cabeza de lista, la candidatura completa la hace la Ejecutiva de acuerdo al candidato. Así lo hicimos la otra vez en perfecta armonía y así lo haremos en la próxima. Pero es evidente que si hablamos de continuidad del proyecto eso no afecta solo a la cabeza.

-¿Cuánto ha pesado la estrategia en su decisión?

-Un porcentaje amplio. Al final hay una parte de decisión personal porque esto afecta a la persona a la que le toca decidir si toma posesión o no del escaño de parlamentario. Para mí esa es la menor, apenas un 2%. El resto es decisión política, estratégica, colectiva y de futuro que es a lo que yo me debo. Como quede yo a nivel personal es lo de menos porque mi vida personal está resuelta. Por eso me gusta exigirle a mis compañeros que nunca pongan en primer lugar de estas decisiones como quedan ellos, desgraciadamente no siempre lo consigo.

-¿A día de hoy qué le da Granada que no le pueda dar Sevilla?

-Sevilla no sé lo que me daría porque nunca he estado. Es verdad que cuando yo decido en diciembre de 2011 presentarme como candidato a la lista al Parlamento andaluz se dan una serie de circunstancias que hacían aconsejable ese ofrecimiento por mi parte. Con apenas cinco meses de legislatura municipal, como secretario general de la capital, la ciudad tenía que desarrollar su estrategia política en el Parlamento sin saber cómo iba a quedar éste. Los resultados determinaron una composición que no hacía prever grandes movimientos de lista al gobernar en coalición. Al final ha cambiado hasta el presidente de la Junta de Andalucía. Cuando sacamos seis parlamentarios en Granada siendo yo el ocho, hicimos la reflexión de que no iba a ser posible acceder al Parlamento, entonces tomé la decisión de volver a presentarme a secretario general en septiembre de 2012. Esa decisión implicaba un compromiso de cuatro años y completar la labor institucional que estaba haciendo. Eso ha pesado mucho.

-Hablando de cambio en la presidencia de la Junta ¿El 'efecto' Susana Díaz es positivo para el PSOE de la capital?

-Ha supuesto un chorro de aire fresco en la vida política andaluza. Es una persona a la que todo el mundo entiende cuando habla, algo que se echaba de menos últimamente; muy cercana y está aportando dosis de credibilidad y confianza en muy poco tiempo que tiene sorprendido al adversario político y de ahí las decisiones que están tomando ellos. La ciudadanía está volviendo a creer en el PSOE.

-¿Puede ocurrir lo mismo en el PP con Moreno Bonilla?

-A mí me da la sensación de que no porque alguien que políticamente se presenta a la sociedad como si fuera un árbitro de fútbol, es decir con los dos apellidos, creo que tiene muchos camino que hacer.

-Utilizando símiles futbolísticos, ¿parece que va a haber partido en la capital de aquí a 2015?

-Claro que hay batalla. Es evidente que el PP está deteriorado, fracturado, sin ideas y sin cabeza. Un alcalde que un día sí y otro no suelta una chulería, que se pelea con todo aquel con el que se sienta... Y un grupo de concejales cada vez más pequeño que le es fiel mientras que aumenta el número de adeptos al que ha de venir, que no es otro que Sebastián Pérez. Les espera un proceso convulso de elección de su líder interno. Ante eso creo que nosotros ofrecemos coherencia, alternativa y conocimiento exhaustivo de la ciudad. Ha llegado el momento de que nuestro proyecto se haga ganador en la plaza del Carmen.

-El sondeo que ustedes manejan les deja a sólo tres puntos del PP.

Las encuestas son nada más que una herramienta de trabajo. Ni las elevamos a categoría de Evangelio cuando son buenas ni las denostamos cuando son malas, que es justo lo que hace el PP tomárselas a broma. Que haya una diferencia de tres puntos en intención de voto directa y que haya más gente que desee la victoria del PSOE, son dos datos fundamentales porque la política de hoy en día se basa mucho en la expectativa que la gente tiene sobre los políticos y, sobre todo, en la simpatía que demuestra a las opciones políticas. Que estemos solo a tres puntos, en una ciudad tradicionalmente de derechas, demuestra que nuestro mensaje ha calado y que el proyecto del PP está agotado.

-¿Dónde pueden estar las claves para hacer efectivo el cambio?

-Tenemos que seguir haciendo las cosas razonablemente bien. Aprender del pasado para no cometer errores. Seguir cerca de los granadinos y no hacer un paripé cuando lleguen las primarias. El proyecto del PP está agotado y el PSOE merece una oportunidad para desarrollarse como programa de gobierno. La gente necesita creer en quienes le representa en la plaza del Carmen. Hecho que ahora no ocurre.

-¿En qué se basa para decir que Sebastián Pérez relevará a Torres Hurtado en la Alcaldía?

-En las propias conversaciones que mantenemos con los concejales del PP. Ellos ya ni se cortan en decir que al alcalde le queda menos gente fiel a su alrededor y que aquí han entrado en un sálvase quien pueda. No sabemos si el alcalde se irá en este mismo mandato y Sebastián Pérez accederá a la Alcaldía en los últimos meses o será de forma directa en la presentación de la candidatura. Cualquier ciudadano que hable hoy con algún concejal del PP encuentra a alguien que no tiene capacidad para decidir e interlocutar.

-¿Qué valoración hace de la gestión de Torres Hurtado?

-En general el balance del mandato no es bueno. Eso lo han disimulado en la primera legislatura que había dinero en el Ayuntamiento. El gobierno liderado por Moratalla dejó un Plan General encima de la mesa, un Metro que se ha cargado Torres Hurtado y muchas inversiones previstas. En el primer mandato vivieron de las rentas. Es innegable que hicieron obras, otra cosa es ver la utilidad de las mismas. Conforme la situación económica ha empeorado, detrás de esa política de obras y escaparate no había nada. El que no comulga con lo que dice el PP está manipulado o pagado por el oro de Moscú. Se está acreditando en este tercer mandato que el PP ya no puede aportar nada a Granada.

-A todo esto, el liderazgo de Paco Cuenca crece según su encuesta.

-La gente lo conoce, se está consolidando la manera de cómo él proyecta las ideas. Es evidente también que a eso contribuye que el alcalde está en caída libre. Puentedura es conocido lógicamente por su larga trayectoria en el Ayuntamiento y la líder de UPyD está todavía inédita.

-¿Cuenca tiene el respaldo de José María Rueda?

-El aval personal sí pero yo tengo un voto nada más.

-Pase lo que pase el año que viene, le toca liderar a los socialistas en la capital como secretario general hasta 2016.

-Creo que hay que profundizar en lo que la gente está valorando bien. Un modelo de trabajo muy participativo con la gente gracias a las asambleas ciudadanas. Esa seña de identidad va a ser inequívoca en el resto del mandato. Vamos a profundizar en el proyecto político propio para la capital. Poco a poco, sin estridencias, las decisiones políticas que afectan a la ciudad se toman y se consensúan para el interés general de Granada. Creo que vamos en la buena línea. En esos dos vectores se basará el trabajo de la Ejecutiva.

-En 2015 también estará en juego la Diputación. ¿Qué balance hace de la labor desarrollada por esta institución?

-No existe la política provincial. Hay un señor que es presidente de la Diputación, además de senador, que viaja por los pueblos, inaugura fuentes o losetas, pero creo que eso no es hacer política provincial. No hay política de desarrollo de los territorios, no hay política de impulso de los servicios fundamentales que tiene que prestar la institución, no hay un diseño claro de qué se quiere para esta provincia en el marco andaluz y español. Los políticos del PP están demostrando que le viene grande esa responsabilidad.

-Los problemas protagonizados por el PP en Otura, Atarfe, Alfacar... ¿puede beneficiar al PSOE para una hipotética reconquista de la Diputación?

-Al PSOE le beneficiará hacer una buena estrategia en cada uno de los municipios, porque al final la Diputación es la suma de los resultados de cada uno de ellos. Nosotros tenemos que hacerlo bien, consolidar las Alcaldías que han hecho un buen trabajo y renovar los cabezas de lista del resto. A partir de ahí, si el adversario político empieza a desgajarse echará una mano como ocurre en la capital. La Ejecutiva provincial se está tomando muy en serio el voto urbano y metropolitano sin despreciar el de las zonas medias y rurales. Hay mimbres suficientes como para que el Gobierno de la provincia cambie.

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