Seis personas de nacionalidad rumana fueron detenidas a lo largo del martes por la noche y de la mañana de ayer por agentes de la Guardia Civil por su presunta implicación en la muerte de un hombre de 34 años, también rumano, cuyo cadáver fue encontrado el martes por la noche en una calle de la localidad de Zújar tras haber recibido una violenta paliza.

Fuentes del instituto armado informaron de que dos de las personas arrestadas fueron detenidas la noche del martes, mientras que las otras cuatro lo fueron ayer por la mañana.

Aunque en un principio se creyó que el rumano fallecido había recibido únicamente un golpe en la cabeza, la autopsia del cadáver, que fue encontrado por un vecino sobre las once y media de la noche en la calle Parada del Herrero de la localidad, ha determinado que sufrió una "brutal paliza".

La Guardia Civil instruye diligencias por lo ocurrido y tomaba ayer, con la ayuda de un intérprete, declaración a los seis detenidos.

Los arrestados, que permanecen en distintas dependencias del instituto armado, no tenían previsto pasar a disposición judicial, en principio, hasta hoy, añadieron las mencionadas fuentes.

El alcalde de Zújar, Juan José Pérez, apuntó a que el trágico suceso pudo ser el resultado de un "ajuste de cuentas" y detalló que hubo una pelea entre varios de los rumanos que viven en la localidad. "Uno recibió un mal golpe en el cuello", especificó, dando a entender que ésa pudo ser la causa final del fallecimiento. En todo caso, según la autopsia no hubo sólo un puñetazo fatal, sino una sucesión de golpes, una "brutal paliza", según su concluyente informe.

Los rumanos de Zújar, abundó su alcalde, viven en un bloque de cuatro viviendas de la calle Parada del Herrero. Trabajan como temporeros y ocasionalmente también en invernaderos. No ha trascendido si alguno se dedica también a actividades de naturaleza menos legal.

Juan José Pérez no entró a valorar qué causas pudieron llevar a ese ajuste de cuentas que mencionó. Sí dijo que la situación en el pueblo es normalmente tranquila y que los rumanos no han causado problemas ni desórdenes con anterioridad.

La convivencia, hasta ahora, ha sido pacífica en Zújar, lo que convierte a este hecho de ahora en algo tan aislado como incomprensible.