Pendiente de cada uno de los detalles y de los nuevos tesoros que vayan surgiendo. Así se muestra el arqueólogo accitano, Antonio López Marcos, una de las personas que más está luchando para que el Teatro Romano Acci, del siglo I, pueda ser un atractivo turístico para Guadix y su comarca. Lo descubrió en abril de 2008 en los terrenos de la Huerta de los Lao, cuando los inspeccionaba para construir un aparcamiento subterráneo en pleno casco histórico de la ciudad.

-Han iniciado la segunda fase de recuperación del teatro. ¿En qué consiste?

-Hemos comenzando con los destierres, quitando las tierras de las excavaciones del 2008 y empezando a rebajar toda la franja de tierra que cubren los restos del teatro con respecto a la calle de arriba.

-¿Se han visto afectados los restos con las lluvias?

-Ahora, lo que hayan sufrido o no los restos, no podemos saberlo hasta que no los descubramos. En el 2009 los descubrimos con un geotextil con arena y, ahora mismo, en las partes que han quedado al aire, sí se nota un cierto deterioro, pero mientras que no destapemos en su totalidad, que se hará cuando estén aquí los restauradores, no veremos el alcance de esa humedad. En principio, no deberían estar muy afectados, porque han estado cubiertos y la humedad ha sido constante.

-¿Cómo ha sido el trabajo durante los seis años?

-La última actuación que hicimos fue en el verano de 2009. Fue cuando cubrimos los restos. Se hizo una zona de embalsamiento y encharcamiento, limpiamos toda la galería por dentro, que estaba llena de barro. En cuanto ha drenado bien el saneamiento público, hemos controlado que los restos no estuvieran continuamente bajo agua. A partir de 2011, y sobre todo en 2012, planteamos el proyecto para presentarlo a los Fondos Feder y al Grupo de Cooperación Provincial, que es el que ha dado la subvención para hacer la puesta en valor del teatro. Estos dos o tres últimos años se han pasado en buscar financiación.

-¿Ahora mismo, en qué se está trabajando?

-Toda persona que pase por la parte de arriba podrá ver que hay un efecto de hoyo, donde están los restos del teatro romano, que fueron expoliados por los árabes a finales del siglo XII. Están colmatados por medio metro de barro de la inundación que hubo del río Guadix y, después, por todo el relleno de la huerta que había aquí. Lo que estamos haciendo ahora es rebajar, por parejo, para que ese efecto hoyo desaparezca y los restos puedan ser visibles desde arriba. Después, parte de los perfiles se han derrumbado, los consolidaremos para sacar parte de la orquesta que está debajo de ellos.

-¿Es descartable que salgan restos del teatro en otras zonas cercanas? Siempre ha hablado de que debajo de la Catedral o del entorno del Paseo puede haber restos del graderío.

-Mientras no se puedan hacer sondeos no sabremos si se conserva el graderío o no. Lo que ahora tenemos claro es que se conserva el escenario y parte de la orquesta, que es lo que tenemos excavado, pero si se conservan las gradas o no, no lo sabremos hasta que no se hagan algunos sondeos.

-¿Sigue pensando que es uno de los teatros romanos mejor conservado de Andalucía, incluso de España?

-El nivel de conservación está mal, porque los árabes no sólo lo desmantelaron, lo utilizaron como cantera. De hecho, en el frente escénico hay como una trinchera paralela hacia lo largo, esa trinchera la hicieron los árabes para poder ir cortando las piedras de los cimientos. Todo el nivel de la orquesta se conserva muy bien, incluso el frons pulpiti, el muro corrido que ven los espectadores sobre el que se colocan los actores para representar. Pero por encima de esa cota, no se conserva nada. Las zonas que están cubiertas de arena esperemos que se conserven bien y hasta dentro de quince o veinte días no lo sabremos.

-Entiendo, para finalizar, que cualquier inversión económica es positiva para el teatro, pues en un futuro puede atraer a miles de turistas hacia la comarca accitana.

-Piense en la zona que se encuentra el teatro. Estamos junto a la muralla, con la Catedral, el Palacio de Villalegre y tiene aquí una lectura de cómo evoluciona una ciudad desde época romana hasta las construcciones de la medina musulmana. Eso es un enorme atractivo. El graderío no sabemos cómo se conservará. Si lo han desmantelado los musulmanes o no, no encontraremos nada más que el negativo de la arcilla, porque nuestro terreno arcilloso no es como una roca donde tallan las mismas gradas sobre la roca. En el modo en que ese graderío era de sillares o de cemento, se conservará o no se conservará. También es cierto que, en caso de conservarse gradas, se conservarán justo adosadas a la muralla, porque no van a estar desmantelando el graderío de un teatro construyendo una muralla y van a desmantelar también las gradas sobre la que apoyan la muralla. La mejor forma de saber, algún día, si hay grada o no, es sondeando justo al lado de la muralla.