Granada

Cinco trabajadores se encaraman a una grúa para exigir su dinero

  • Reclaman la deuda a Pablo Chinchilla, promotor de una obra en Las Gabias que, según afirman, debe 1.700.000 euros a quince subcontratistas · El constructor promete pagar, pero en noviembre de 2010

Dos pequeños empresarios de la construcción, de los cinco que participaron en la protesta, permanecieron hasta quince horas subidos a una grúa, a 45 metros del suelo, para exigir que un promotor inmobiliario, Pablo Chinchilla, les pague el dinero que les debe. Según ellos, Chinchilla adeuda 1.700.000 euros a entre diez y quince personas, todos ellos subcontratistas de una obra que ejecutaba en la localidad de Las Gabias.

Casi a las diez de la noche se bajaron los dos últimos. Lo hicieron, según confesaron, para no preocupar más a sus familiares, que estaban abajo. Pero anunciaron que, si no se encuentra una solución a su problema en un plazo de dos semanas, volverán a la carga.

"Hemos dejado colgada la toalla, no la hemos tirado", resumió Ángel Cortés, ferrallista de profesión, que, junto a Ismael Fuertes, encofrador, se encaramó a la grúa a las siete de la mañana junto a otros tres profesionales que se bajaron a lo largo de la mañana.

La obra en cuestión era para construir 37 viviendas en la urbanización Ribera de Dílar. Obtuvo licencia municipal en el año 2005 y comenzó al año siguiente. Sólo dio tiempo a montar la estructura y en el año 2007 se paralizó. En verano de 2008 cambió la titularidad del solar: Chinar SL, la empresa que tenía Pablo Chinchilla junto a otro promotor, Pedro Romero -que cortó lazos con él y que ayer, de forma muy escueta, sólo dijo que su ex socio le estafó y que no quería "saber nada de su montaje"- lo vendió a Hufrago por 2.700.000 euros. Todos los papeles están en regla, según fuentes municipales.

El responsable de esa última empresa, Francisco Huertas, explicó ayer que en su momento pagó la mitad de esa cantidad y que firmó diversos pagarés para hacer efectivo el resto en noviembre de 2010. Huertas, no obstante, dejó claro que la deuda que Chinchilla mantuviera con los subcontratistas no le competía, cosa que éstos corroboraron. "Es como si hubiera comprado una casa en dos plazos y me quedara uno por pagar, pero yo no puedo hacerme cargo de lo que el que me vendió el solar deba a otros, no es mi responsabilidad", subrayó.

Lo cierto es que ése es el único argumento que maneja el promotor. Pablo Chinchilla apareció ayer por la obra y esgrimió los pagarés de Hufrago -algunos de ellos, hasta completar la cantidad de 800.000 euros- como prueba de que, si no pagaba, era porque a su vez le debían dinero. Se comprometió a hacerlo cuando esos pagarés se hicieran efectivos -es decir, dentro de 20 meses- pero sus argumentos no convencieron ni de lejos a los que protestaban. Ni a los que lo hacían a pie de obra, que protestaron de forma airada -mientras policías locales y guardias civiles vigilaban para evitar incidentes- ni a los dos que continuaban arriba, que se mantenían en sus trece de seguir encaramados a la grúa porque entienden que el promotor "lleva más de dos años riéndose de nosotros". La última prueba, dicen, llegó ayer mismo, cuando Chinchilla, para intentar convencerles de sus buenas intenciones, les mostró un cheque "que ya nos fue devuelto".

Tampoco les entusiasma la otra alternativa propuesta por Chinchilla: que si en noviembre de 2010 no han cobrado podrían quedarse con las casas que ya estén construidas. Pero eso significaría que tendrían que seguir trabajando durante más de año y medio sin cobrar.

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