La Universidad de Granada premia a los científicos que destaparon el caso del rector de Salamanca: "El valor de una investigación no reside en las citas"
Emilio Delgado López-Cózar y Alberto Martín destacaron en su discurso el "riesgo" de que la ciencia se convierta en un "juego táctico" para subir en los rankings
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La Universidad de Granada (UGR) entregó el pasado viernes sus Premios de Investigación en un acto celebrado en el Salón de Rectores del Hospital Real y que contó con la presencia del rector, Pedro Mercado, el vicerrector de Investigación y Transferencia, Enrique Herrera, el director de Investigación y presidente del jurado, Sergio Navas, y la directora del Secretariado del Plan Propio de Investigación y Transferencia, Marta Morillas.
En la edición 2024 se quiso reconocer dentro de la categoría de trabajos de investigación de excelencia propuestos por la Biblioteca General de la UGR en el área de Ciencias Sociales y Jurídicas a los investigadores Emilio Delgado López-Cózar y Alberto Martín Martín, del Departamento de Información y Comunicación. El trabajo reconocido en esta entrega de premios analiza el sistema de citas de distintas fuentes, desde Google Scholar a Web of Science.
Ambos investigadores de la UGR, anteriormente, desarrollaron el informe que destapó el presunto fraude académico del rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, sobre el que se han pronunciado entidades como el Comité Español de Ética de la Investigación, la Conferencia de Rectores o la Confederación de Sociedades Científicas de España.
López-Cózar, en la entrega de premios del viernes, lanzó un discurso contundente, en línea con lo desarrollado en su trabajo durante años como investigador. "El valor de una investigación no reside en el lugar en que se publican sus resultados o en las citas que es capaz de acopiar si no en la relevancia y originalidad de los descubrimientos que aporta o los problemas que resuelve", propugnó.
"Valorar una investigación exclusivamente por el número de citas que recibe una publicación da lugar a espejismos bibliométricos. Ni todas las citas son iguales ni son emitidas con idéntico propósito y significado", arguyó el catedrático ante los asistentes, para a continuación señalar que "lo peor de la generalización de esta cultura bibliométrica en la universidad es el cambio de comportamiento que opera en los investigadores y de las instituciones en que trabajan. Se corre el riesgo de que el trabajo científico se convierta en un juego estratégico y táctico para rendir más y mejor en los podios bibliométricos. El científico puede olvidarse del porqué de su quehacer para centrarse en el cómo. Confundir el publicar con el investigar".
López-Cózar avisó de que cuando esto ocurre "es posible que aparezcan fenómenos como el cambio de los temas de investigación o los tipos de publicaciones hacia aquellos más rentables bibliométricamente hablando" o, incluso "peor", la proliferación de "conductas fraudulentas como la fabricación y falsificación de publicaciones, la autoría falsaria o la manipulación de citas". "La vida científica no puede ni debe reducirse a un número", añadió el científico.
Por su parte, Martín Martín, además de agradecer a la UGR "poner los medios que nos permiten realizar nuestro trabajo", recordó que su estudio nace de una línea de trabajo iniciada en 2010 por Delgado y que tenía como finalidad "desentrañar el funcionamiento de una fuente de información tan utilizada como poco transparente, Google Scholar".
"Si hay una conclusión que queremos destacar hoy, más allá de los resultados directos del análisis, es esta: ninguna de estas fuentes de información está bajo el control de las comunidades académicas que generan el conocimiento científico. Esta paradoja, que el registro académico, el registro del conocimiento producido por nuestras instituciones, esté en manos de entidades privadas, nos parece insostenible. Implica una dependencia que afecta no solo a los sistemas de evaluación que rigen nuestras carreras, sino también a nuestra capacidad colectiva para aprovechar y gobernar ese conocimiento de forma autónoma y efectiva", subrayó Martín Martín.
Historia para afrontar el presente
En cuanto al resto de premiados, el galardón a la divulgación científica fue para el proyecto MatEduca de Juan José Nieto Muñoz, Teresa Encarnación Pérez Fernández, Miguel Luis Rodríguez González, María Magdalena Rodríguez Pérez. En cuanto a los trabajos de investigación de excelencia, en Arte y Humanidades se reconoció la labor de Alexia Serrano Ramos y Juan Manuel Jiménez Arenas, del Departamento de Prehistoria y Arqueología por su trabajo en Barranco León, en Orce.

En Ciencias de la Salud el premio recayó en Blanca Gutiérrez Martínez y Jorge Antonio Cervilla Ballesteros, del Departamento de Psiquiatría; Esther Molina Rivas, del de Enfermería; y Margarita Rivera Sánchez, de Bioquímica y Biología Molecular II, por su trabajo sobre esquizofrenia. En el área de Ciencias Experimentales el premiado fue el profesor del Departamento de Ecología Jorge Castro Gutiérrez.
El premio UGR a la comunicación e innovación en medios digitales fue para el proyecto TRAMA de las profesoras Margarita Birriel Salcedo e Inmaculada Arias de Saavedra Alías. Se trata de un proyecto interdisciplinar que reúne a investigadoras e investigadores de distintas universidades nacionales e internacionales. Su objetivo ha sido estudiar y visibilizar los trabajos de las mujeres en Andalucía entre los siglos XV y XIX, articulando una rigurosa investigación histórica con un modelo de difusión digital abierto y accesible. Birriel agradeció el apoyo del personal de administración y servicios y reivindicó la función crítica de la historia: "Nos ayuda a enfrentar los problemas sociales del presente".
El galardón a la transferencia del conocimiento, en su cuarta edición, fue para los hermanos Juan y Manuel Chiachio Ruano, del Departamento de Mecánica de Estructuras e Ingeniería Hidráulica.
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