Con la salud no se juega. Esta es una frase de las más repetidas por la mayoría de la sociedad cuando se habla del tabaco y de sus derivados. De hecho, todos los días el humo del tabaco o de otros dispositivos envuelven tanto a fumadores como a no fumadores, ya sea caminando por las calles o en un simple banco de alguna plaza. Sin embargo, para los fumadores la realidad es otra distinta y más cruda que la mera inhalación de humo. Para ellos, la pérdida del gusto, del olfato o la tos crónica, hacen de artículos como los cigarrillos electrónicos o vapeadores su 'salvación'.

El debate viene motivado por el proyecto de Real Decreto del Ministerio de Sanidad, que hace unos días prohibió la venta de los cigarrillos electrónicos a través de internet o mediante cualquier otro establecimiento que no sea un estanco, tiendas especializadas, farmacias o parafarmacias. Además, los fabricantes y comerciantes no podrán hacer descuentos u ofertas sobre estos dispositivos y sus accesorios. A partir de ahora, se deberá regular la fabricación, presentación y venta de los productos del tabaco y relacionados. Esta decisión ha sido desarrollada por el departamento del ministro de Sanidad, para incorporar al ordenamiento jurídico español la última directiva europea del tabaco.

Lo destacable es que se han encontrado efectos fisiológicos adversos a corto plazo en las vías respiratorias de los usuarios que consumen los cigarrillos electrónicos similares a los asociados al humo del tabaco. Asimismo, Sanidad confirmó que también se hallaron sustancias cancerígenas en líquidos y vapor de estos dispositivos.

Al no contar con todos los estudios pertinentes al respecto, el asunto suscita preocupación entre la población. Por ello, los vendedores se han pronunciado acorde a sus experiencias con los clientes y todos coincidieron en que lo ideal es no consumir ningún tipo de humo. Sin embargo, el responsable del establecimiento más conocido en Granada especializado en vapeadores, Álvaro Ortiz, manifestó que "las sustancias que lleva un cigarro no son comparables con las que lleva uno electrónico". Ortiz explicó que este dispositivo ha beneficiado a muchas personas "sobre todo a gente mayor" que no conseguía desprenderse del hábito del tabaco y que ha supuesto una mejora en su calidad de vida. Esto se debe a que los cigarrillos electrónicos no cuentan con todas las sustancias dañinas y sólo contiene en el líquido recargable que se aspira, la sustancia de la nicotina. Respecto a la nueva normativa fue calificada por el encargado como "beneficiosa" para su establecimiento y para las personas, debido a que así "podrán comprobar que las ventajas de este cigarrillo existen y son reales".

En esta línea Javier Nestores, farmacéutico, también explicó que la nicotina del tabaco tiene "un enganche físico" y el cigarrillo electrónico es un hábito menos dañino que está relacionado "con el hecho de tener algo en la mano". Además, lo que aclaró el farmacéutico es que la nicotina que se vende en las farmacias no es absorbida por el cuerpo, "porque llega a los receptores y el cuerpo lo elimina". En cambio, Nestores advirtió que la nicotina peligrosa es la del tabaco porque "es la que se queda en los pulmones y de ahí no sale". Por tanto el farmacéutico se manifestó a favor de esta nueva medida de Sanidad aunque, destacó que "personalmente no veo bien que se venda ninguna variante del tabaco". Así, el debate está servido, por lo que es la población la que debe vigilar su salud y cuidar sus hábitos de consumo.