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Aprovechamiento de recursos

  • Diego Martínez vuelve a utilizar hasta tres sistemas distintos para asegurar la primera victoria de la temporada lejos de casa

  • San Emeterio da seguridad y Pozo electricidad

Un nuevo debut introdujo ayer Diego Martínez sobre el césped del Francisco de la Hera, o lo que quedaba de verde cuando Martínez entró en el terreno de juego en el minuto 69. Era el primer cambio de sistema de los tres en general con los que el técnico gallego movió sus piezas en los 90 minutos. Por primera vez esta temporada, los rojiblancos actuaron con tres centrales, algo a lo que los aficionados se deben de acostumbrar de cara a los momentos en los que haya que remar para asegurar el botín de los puntos. Pero sobre todo la gente debe ir amoldándose a ver como su equipo aprovecha los recursos -escuetos para muchos- que hay en la plantilla. El tercer cambio se produjo con la entrada de Nico Aguirre, que acompañó a Fede San Emeterio y Montoro en el centro del campo hasta que el choque llegó al final. El argentino ajustó la obra que durante los 80 minutos se habían encargado de cementar sus otros dos compañeros en el centro.

Presión

Puesta en práctica en los tres anteriores choques, ayer generó el primer gol como visitante. La presión ejercida sobre la salida del balón del rival desembocó en el tanto de Puertas. Ramos recuperó la pelota y al primer toque jugó atrás para que Montoro buscara lo fácil para un medio que sabe que su equipo sabe jugar por banda. Vadillo volvió a repetir asistencia como frente a Osasuna. No fue la única llegada nacida de esta forma dispuesta por los rojiblancos. Es la fórmula de un equipo que está metido en el partido por completo, afrontando la guerra en conjunto.

movimientos

En la primera parte el equipo no realizó tantos movimientos tácticos en ataque, tan sólo el habitual cambio de bandas entre Vadillo y Puertas sobre la media hora de juego. El gaditano demostró ser letal con espacios por delante, aunque en la segunda mitad unas molestias en su tobillo, producto de una dura entrada de Aitor, le mandaran al banquillo. Quien se mostró más fresco en lo físico y generoso en el esfuerzo fue Vico, quizás condicionado por lo primero. El enganche, posición que no abandonó hasta su sutitución en la segunda mitad, recuperó el balón en distintas acciones en las que se le vio llegar hasta su propio campo. El compromiso defensivo del equipo empieza desde los hombres de ataque.

pidiendo sitio

Los primeros 90 minutos completos de Fede San Emeterio le dejan como un claro candidato a no moverse del centro del campo salvo fuerza mayor. El joven liberó de trabajo a Montoro para que éste pudiera centrarse en generar el pase hacia adelante. Ambos mantuvieron al equipo posicionado en la primera mitad, aunque lo perdieran en el arranque de la segunda, también condicionado por el cambio de sistema de Juan Sabas, quien metió un delantero más. Los movimientos en la pizarra de Martínez devolvieron la seguridad en defensa y en el centro del campo.

ingenio y determinación

El primero de los cambios fue Pozo, quien revolucionó el ataque y generó el peligro de la reacción para volver a poner a su equipo por delante. Con los últimos cambios de sistema ganó en libertad de movimientos, siempre partiendo desde la banda, y se inventó el 3-1 con los rivales por delante. Además de su ingenio y descaro, lo que más llama la atención del cedido por el Sevilla es su picardía con los rivales -no se arruga pese a su juventud- y la determinación y seguridad para atreverse. Lo que diferencia a los buenos futbolistas.

clave

Pese al aprovechamiento de recursos, la unión del equipo y el buen trabajo general, el 1-2 llegó en el momento justo, en el peor del equipo; en el que el técnico vio que reforzar la retaguardia podía traer la reacción.

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