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Un guión conocido que funciona

  • Martínez repite once titular, vuelve al 1-4-2-3-1 de inicio y acaba otra vez con un 1-4-1-4-1

Un guión conocido que funciona

Un guión conocido que funciona

Resulta extraño en un entrenador como Diego Martínez, amigo de los cambios de una semana para otra, repetir once titular por tercera jornada consecutiva. El técnico parece haber encontrado un equipo inicial base, ya que ante el Córdoba formó con los mismos jugadores que alineó ante el Rayo Majadahonda y el Deportivo, pese a que de La Coruña se trajo el Granada su primera derrota de la temporada. Una vez conocido el equipo del principio, la gran duda antes del choque radicaba en el dibujo elegido, toda vez que en Riazor apostó el entrenador por un 1-4-1-4-1 en lugar del 1-4-2-3-1 de los anteriores partidos. Ante un Córdoba, a priori, con fuerza y potencia de inicio en el centro del campo, tuvo que elegir Martínez entre un plan con Fede San Emeterio como único pivote con Montoro y Fede Vico de interiores, y otro con el cántabro y Montoro formando pareja en la medular y Fede Vico más avanzado en la media punta. Al final optó por la segunda opción, la usada en todos los choques salvo en el anterior.

espectáculo

Es difícil encontrar la raya que separa el gran papel del Granada en el primer tiempo y el pésimo rendimiento del Córdoba en ese mismo periodo. Es evidente que una cosa provocó la otra y también que ambas cuestiones son compatibles. Lo cierto es que los rojiblancos pasaron por encima del cuadro blanquiazul y que supieron leer muy bien un encuentro que les resultó menos difícil de lo esperado. No le importó a los de Martínez ceder la pelota, cuando fuese necesario, a un Córdoba incapaz y con dudas en ataque, y atacar a la perfección el 1-4-1-4-1 de Sandoval, que en ningún momento funcionó. Los nazaríes siempre encontraron a algún futbolista suyo por dentro.

movilidad

Adrián Ramos fue un incordio continuo para la zaga visitante. Se movió mucho y bien. Asistió a Vadillo en el segundo gol y buscó con ahínco su tanto. Esa misma movilidad, como suele ocurrir en los encuentros jugados sobre todo en casa, provocó continuos cambios de posición de Fede Vico, Vadillo y Puertas, a los que casi nunca detectaron los zagueros rivales y que fueron los que casi siempre aparecieron entre líneas para permitir la subida de los laterales y las opciones de peligro cerca del área rival.

martillo pilón

Un día más, Víctor Díaz subió más por su banda, la derecha, que Alex Martínez por la izquierda. El lateral fue un martillo pilón y casi siempre recibió con ventaja gracias al buen trabajo con sus desmarques de los atacantes nazaríes. Puso el 1-0 a Fede Vico y tuvo mucho protagonismo.

superioridad sin gol

La estrategia fue otro aspecto importante en el que se impuso el Granada claramente en el primer tiempo. No marcó porque los rojiblancos no estuvieron acertados en el testarazo final, pero hubo varias jugadas claras que acabaron con remates en el área tras saque de esquina o córner.

todo igual

El Granada mantuvo al inicio del segundo tiempo tanto el once titular como el dibujo. La alegría visitante con el 2-1 sólo duro unos minutos y no había que cambiar nada. De hecho, tras el primer cambio, Pozo por Vadillo, tampoco se movió el esquema.

mutación con aguirre

La entrada de Nico Aguirre provocó que el Granada acabara el choque con un 1-4-1-4-1, con el argentino y Montoro de interiores. El dibujo no permitió al Granada tener más la pelota que un Córdoba que creció con el paso de los minutos, aunque hizo que el equipo mantuviera el tipo pese a la incertidumbre del 3-2. Rodri fue el tercer jugador que entró desde el banco y el que certificó el triunfo local con su gol.

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