Domingo a las seis de la tarde contra el Sevilla Atlético. Para los integrantes del vestuario rojiblanco no existe ni otro día, ni otra hora, ni otro oponente. Son conscientes de que es el choque que puede marcar lo que queda de temporada, que determinará si la crisis ha terminado y el Granada puede volver a la zona de eliminatorias de ascenso y seguir peleando por todo, o tiene que olvidarse de las dos primeras posiciones y, seguramente, cambiar otra vez elementos de su plantel.

Para la final de Sevilla, el cuerpo técnico que dirige Pedro Morilla tiene previsto contar con dos de los tres jugadores que no han podido actuar en los últimos envites, ausencias que tanto ha notado el equipo.

Ya existe certeza de que Machís tampoco estará ante el filial hispalense y que habrá que esperar para verle reaparecer el partido frente a la Cultural Leonesa en el Nuevo Los Cármenes de la siguiente semana. Sin embargo, las sensaciones indican que sí estarán ya disponibles para este domingo Saunier y Adrián Ramos, y todo granadinista de bien desea que así sea.

El galo ya llegó a trabajar con el grupo la pasada semana y, salvo imprevisto, se confía en que trabaja al mismo ritmo que resto desde el inicio de los entrenamientos esta semana.

Con Adrián Ramos los plazos son más justos, pero el plazo dado para su reaparición total está cerca y se va a hacer todo lo posible para que está disponible ante el Sevilla Atlético. Es una final y los mejores tienen que estar disponibles.