Granada CF

Demasiada 'Machísdependencia'

  • La influencia del extremo venezolano ha marcado la parcela ofensiva de los rojiblancosl Cuatro goles anotados por los tres delanteros en la segunda vuelta refleja la crisis de resultados

De no ser por la línea de centrocampistas con la que ha contado el Granada CF esta temporada, la campaña de los rojiblancos quizá no habría sido igual. Una zona fundamental en cualquier equipo que ha rendido a un nivel decente, sobre todo algunas piezas tal y como se esperaba pero que, ante los problemas defensivos y la poca capacidad resolutiva de los jugadores de ataque, ha hecho que se pueda calificar como un curso muy irregular de ahí la clasificación final.

CENTRO EL CAMPO

En la configuración de la plantilla se apostó por dos jugadores de corte defensivo para la medular como Alberto Martín y Raúl Baena, pero únicamente un jugador de características organizativas como es Ángel Montoro. Porque aunque Sergio Peña ha manifestado por activa y por pasiva que su puesto ideal es junto al pivote, la realidad es que apenas ha jugado en dicha posición sino más adelante, por detrás del punta, lo que provocó que cuando Montoro estaba ausente o en baja forma fruto de su irregularidad, al Granada le costaba construir.

Sin embargo, la agradable sorpresa del curso fue Pierre Kunde que, gracias a su impresionante capacidad física, ha corregido muchos errores dando una consistencia a la medular cuando nadie, a principio de año, lo esperaba sobre todo por ser el jugador con la trayectoria menos conocida al proceder de Segunda B. Y entre ellos se encontraba Oltra, que no fue hasta la decimoquinta jornada cuando comenzó a contar de manera habitual con el camerunés, que ha terminado siendo el ídolo de la afición y cuya proyección, si sabe controlar su potencia, será difícil adivinar.

De los cuatro centrocampistas que más oportunidades han tenido, Kunde es el que más partidos ha jugado, con 37, pero 27 de ellas como titular, los mismos que Montoro con ocho participaciones menos. Eso no ha sido óbice para que el valenciano se haya convertido en el futbolista más tarjeteado de la plantilla con diez amarillas.

Por su parte, de la dupla Alberto Martín y Raúl Baena, que ha sido la que ha terminado jugando, el extremeño ha contado con la confianza de todos los entrenadores que han pasado por el banquillo rojiblanco. Su labor oscura, a veces demasiada, ha sido poco vistosa para el espectador pero ese trabajo los técnicos la suelen valorar mucho y uno de los tres capitanes es un claro de ello. Empezó siendo suplente de Baena pero la lesión del malagueño le permitió asentarse en el once y desde entonces (jornada 11) fue un habitual.

BANDAS

Muchos más problemas han tenido los tres entrenadores del Granada CF de este curso con la banda derecha. Hasta siete jugadores han actuado como extremos, algunos de ellos en momentos puntuales. Una auténtica barbaridad pero que refleja la irregularidad de los considerados titulares. Numéricamente ha sido Pedro el que más veces ha actuado ahí, pero su campaña ha ido de más a mucho menos. El de Aspe comenzó la temporada de manera espectacular. Nadie discutía su titularidad, sobre todo porque era una pieza clave en el ataque, dando asistencias y estando acertado ante el arco rival. Pero ya en el mes de diciembre comenzó a bajar sus prestaciones y ante la poca competencia, pues Licá no dio resultado, en el mercado invernal Manolo Salvador aportó por Agra. El portugués, todo corazón, no fue el hombre resolutivo que se esperaba, terminando con una única asistencia y sin marcar. Pedro, por su parte, anotó siete goles (seis en la primera vuelta) y dio cinco pases de gol. Buenos números pero que podrían haber sido mejores de mantener el nivel físico. No es un jugador con desborde pero su calidad a balón parado ha dado muchos puntos.

Una de la competencia para Pedro era Antonio Puertas, que nunca ha sido un extremo sino un media punta y en su posición natural no ha tenido oportunidades. Ha sido uno de los fichajes menos rentables. Únicamente en el debut de Pedro Morilla pareció cambiar su dinámica logrando cierta continuidad en el once con tres titularidades seguidas. Pero fue un espejismo porque nunca tuvo realmente la confianza de ninguno de los técnicos. Tiene dos años más de contrato y no tiene garantizado que vaya a seguir.

Otro de los fracasos junto a Licá, que se fue en el mercado invernal sin haber sido titular en Liga, fue Hjulsager. El danés no será recordado precisamente por los aficionados por su fútbol pues en su único partido en el que actuó de inicio, ante el Numancia, demostró no estar a la altura y eso que venía de un Primera División como es el Celta.

Donde no ha habido debate ha sido en el flanco izquierdo, que ha tenido un claro dueño y éste no ha sido otro que Darwin Machís. El venezolano en esta categoría ha marcado diferencias, ya no sólo por terminar siendo el máximo goleador con 14 tantos, sino también por dar seis asistencias y ser el hombre más desequilibrante de los rojiblancos en todo el año futbolístico. Y cuando fue expulsado absurdamente en Oviedo lo notó tanto que su equipo no volvió a ser el mismo. La 'Machísdependencia' ha sido un hecho y los números así lo dicen. Extraordinaria campaña del sudamericano que no continuará.

DELANTERA

Por lo que se refiere a la zona atacante, se puede calificar como decepcionante la participación de los cinco jugadores llamados a marcar diferencias. En la media punta, en la que también llegó a actuar Kunde pero que más retrasado rindió mejor, el más habitual ha sido Javi Espinosa. El toledano, del que no se puede dudar de su calidad, ha alternado encuentros muy buenos con citas en las que apenas se le vio. Una trayectoria que le hizo pasar de ser titular a ni siquiera ir convocado en el arranque de la segunda vuelta.

Fue el momento en el que Oltra decidió apostar por Sergio Peña, del que declaró estar enamorado futbolísticamente. El peruano, que ha ofrecido en su primera temporada con el primer equipo rojiblanco detalles de mucha clase, parecía tener la mente más en el Mundial de Rusia, del que finalmente se ha quedado fuera, que en la Liga 1|2|3. Debe ser un valor para la próxima temporada pues tiene contrato además de calidad.

Aunque sin duda, lo más decepcionante ha sido la punta de lanza. Ni Adrián Ramos, ni Joselu ni Rey Manaj han ofrecido el rendimiento que se esperaba de ellos. El colombiano ha marcado los mismos goles que el curso pasado, cuatro en cada campaña, pero en Primera los logró en 14 encuentros y en Segunda en 26 y marcando sólo en tres partidos, pues hizo doblete ante el Alcorcón en Los Cármenes. Un bagaje muy pobre para uno de los jugadores con mejor salario de la categoría.

En situación similar se encuentra Joselu, que llegó con vitola de ser el Pichichi y cuyo último gol lo marcó en la jornada 20. Ahí es nada. Ha sido, tras Álex Martínez, el que ha actuado en más partidos con 41 pero su protagonismo fue desapareciendo. De hecho, actuó de inicio en cinco ocasiones en la segunda vuelta cuando había sido indiscutible en 20 de los 21 primeros partidos. Un jugador muy querido por la afición por su garra pero del que se esperaba mucho más.

Por último, Rey Manaj no fue ese tercer delantero que supliera a Ramos y Joselu con garantías. Tan sólo tres titularidades y un gol es el resumen del albanés, que ante la portería contraria no estuvo nada acertado y que cuando tuvo oportunidades no las aprovechó.

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