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Ganar tiene premio extra

  • Los rojiblancos acabarán la jornada líderes si superan esta noche a un cuadro maño muy necesitado que quiere reaccionar con Alcaraz al frente

  • Juancho, baja de última hora

El Granada CF afronta este domingo en Zaragoza uno de los partidos más interesantes de la duodécima jornada que, además, es uno de los muchos encuentros grandes que se pueden ver esta temporada en Segunda por el escenario del duelo y por la la entidad y la historia de los rivales. La buena racha de los rojiblancos contrasta con el mal momento que viven los maños. Por si faltaran alicientes, la derrota sufrida ayer por el Málaga en La Rosaleda hará que el Granada alcance el liderato, y en solitario, si gana hoy.

Cruzan sus caminos en La Romareda el cuadro nazarí y el técnico Lucas Alcaraz, que desde hace menos de dos semanas está al mando de los aragoneses.

El Zaragoza recupera al delantero Marc Gual pero sigue teniendo importantes ausencias

No debe ser fácil para un granadinista de cuna enfrentarse al equipo de sus amores, al que ha entrenado varias veces, del que es abonado y al que acude a ver siempre que puede. Pero el fútbol no entiende de estas cosas cuando hay de por medio un profesional íntegro y tan solicitado en todo el país durante las dos últimas décadas como Alcaraz.

Ahora Lucas está inmerso de lleno en la resurrección de un Zaragoza venido a menos, de un conjunto que tras rozar la pasada campaña el ascenso a Primera no levanta cabeza esta temporada y que incluso puede acabar la jornada en puestos de descenso.

El preparador debutó con derrota en el campo del Elche y pretende que su Granada sea el que empiece a pagar el pato. El mucho conocimiento que Alcaraz tiene del cuadro rojiblanco, la inercia de un equipo con nuevo técnico, la fuerza de La Romareda, la calidad y la capacidad de una plantilla como la zaragocista... hay muchos factores que invitan a pensar en lo complicado del duelo de hoy.

Sin embargo, el miedo no existe en el diccionario del Granada, y menos en un curso como el actual en que el equipo roza el sobresaliente en compromiso y rendimiento. "Somos profesionales para vivir y competir en partidos como este", dijo el viernes en rueda de prensa Diego Martínez, el gran culpable de la ilusionante temporada de los rojiblancos.

El objetivo de los nazaríes es ganar, no hay más. Tres puntos más para estirar el chicle, para asegurarse acabar la jornada otra vez en puestos de ascenso, para dar un nuevo golpe en la mesa, para alejar más a un rival directo, que esto da muchas vueltas por amplia que sea ahora la diferencia de puntos.

El Granada llega al partido tras haber ganado siete de los nueve últimos partidos que ha disputado, el más reciente el pasado fin de semana al Almería (1-0) con un gol de Alejandro Pozo en los últimos minutos. Cierto es también que ha caído en dos de sus tres desplazamientos más recientes, en los feudos de Deportivo y Alcorcón, pese a firmar buenas actuaciones y merecer más, sobre todo ante los madrileños.

Martínez confeccionó una convocatoria de 19 jugadores, por lo que habrá un descarte antes del choque, tras el entrenamiento a puerta cerrada que completó ayer el plantel en su ciudad deportiva. Van todos los disponibles del primer equipo, puesto que a los lesionados Adri Castellano y Fran Rico se ha unido a última hora Juancho. El punta colombiano arrastra desde el jueves un esguince de rodilla que le ha dejado fuera de una convocatoria por primera vez esta temporada.

Víctor Díaz, baja por sanción en el pasado partido contra el Almería, es la principal novedad en una citación a la que también regresa José Antonio, ausente en el anterior choque por decisión técnica.

Es previsible la vuelta de Víctor Díaz a la titularidad en el lateral diestro, lo que devolvería al banquillo a Quini. Además, Martínez tendrá que decidir entre Rodri y Adrián Ramos para el puesto de delantero, mientras que Fede Vico y Alejandro Pozo se juegan la otra plaza en una alineación que en el resto de jugadores será similar a la de las últimas jornadas, salvo que el preparador opte por incluirlos a los dos y dejar fuera a Antonio Puertas o Vadillo, algo que hasta ahora no ha ocurrido nunca.

El equipo aragonés, por su parte, necesita imperiosamente cortar la racha negativa que lleva de siete partidos sin conocer la victoria, en los que sólo ha sido capaz de sumar tres puntos de veintiuno posibles y que le ha dejado a las puertas de la zona de descenso.

La reacción esperada en Elche, tras la destitución de Imanol Idiakez y el estreno del citado Alcaraz en terreno ilicitano, no surtió el efecto esperado y la preocupación en el seno del club ha ido creciendo progresivamente en las últimas jornadas tanto en la parcela directiva como entre la plantilla, que no parece ser capaz de cambiar la dinámica. Con Lucas el equipo volvió a dominar el esférico y a tener su posesión pero careció de oportunidades.

Estos dos son los principales contratiempos que debe intentar hacer desaparecer el nuevo técnico para poder tener opciones de vencer, además de controlar la ansiedad de los suyos.

Para este encuentro seguirá contando con las bajas de Álvaro Vázquez, Papunashvili, Toquero y Raúl Guti. Por contra, recupera a Marc Gual, el único delantero sano con el que podrá contar aunque sólo ha trabajado una semana con el grupo una vez superada una rotura muscular, por lo que la duda es si Alcaraz lo hará saltar al césped de inicio, sabiendo que difícilmente está para jugar noventa minutos, o si lo hará a lo largo del encuentro.

Si comienza el encuentro como titular sería posiblemente el único cambio con respecto al once inicial que puso en juego el entrenador en el choque del Martínez Valero ante el Elche, relegando al banquillo al suizo Oliver Buff.

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