Granada CF-Rayo Majadahonda | Crónica

Una actuación coral liderada por Puertas (3-0)

  • El mediapunta almeriense lidera la victoria de los de Diego Martínez que ya son terceros empatados con el segundo.

  • Merecido tercer triunfo seguido de un equipo al que le sale todo para alegría de su afición.

Los jugadores granadinos hacen piña para celebra un tanto.

Los jugadores granadinos hacen piña para celebra un tanto. / Álex Cámara

Once puntos en cinco encuentros, tres victorias seguidas y empatados con Las Palmas. Pocos esperaban que el Granada CF de la humildad, el del partido a partido, el de los pies en el suelo por fin tuviera un arranque de temporada como el que está realizando. Pero la realidad es la que es y este domingo los rojiblancos ofrecieron su mejor versión. Esa que tiene en la verticalidad, la movilidad y la concentración defensiva sus mejores argumentos. Se impusieron a un recién ascendido, pero lo hicieron con solvencia y gustándose, para alegría de los más de 9.000 aficionados que se dieron cita en Los Cármenes y que comienzan a ilusionarse. Eso sí, la ola en la jornada cinco quizá fue demasiado.

Sorprendió Diego Martínez con el once inicial dando entrada ya no sólo a Álvaro Vadillo, que se recuperó 'milagrosamente' tras supuestamente no entrenar con el grupo en la última sesión preparatoria del choque, sino apostando por Martínez en el eje de la zaga. Esto hizo que Víctor Díaz volviera al lateral y Quini al banquillo. Pero a día de hoy da igual quien juegue. Todos están enchufados y eso se nota sobre el verde.No arrancaron bien los rojiblancos, a merced de su rival, que dominó la posesión y que en apenas cuatro minutos ya había rematado dos veces entre los tres palos. Una puesta en escena que sorprendió a muchos aficionados pero no tanto al técnico gallego. Incómodos sin balón y con Enzo Zidane y Fede Varela como absolutos dominadores del ritmo del encuentro, poco a poco se fueron entonando los locales con Vadillo como principal protagonista. Suyas fueron las mejores acciones de ataque en el inicio de los mejores minutos de la primera mitad. Un cuarto de hora en el que la presión alta y, por qué no decirlo, la filosofía de no dar ni un solo pelotazo el rival, hizo que se recuperaran balones en zonas muy peligrosas para los de Iriondo. Así llegó una falta al borde del área que Álex Martínez no pudo aprovechar. Y de la misma manera el tanto que abrió el marcador. Una recuperación en la medular de Adrián Ramos, al que no se le puede reprochar su compromiso a nivel defensivo, permitió al colombiano avanzar, aguantar la presión de su par y ceder en el momento idóneo a Antonio Puertas, que no falló en el mano a mano ante el guardameta madrileño.

Pero el gol no descompuso al Rayo Majadahonda, que siguió fiel a su estilo, tocando y teniendo la posesión pese a que cuando no la tenía sufría. La confianza de ir por delante en el marcador le dio otro aire al Granada CF, que cada vez que salía en bloque al ataque lo hacía con muchos efectivos por delante del balón y, por tanto, con variedad de opciones para el poseedor del balón.

Con Víctor Díaz con todo el carril diestro para él y con Vico y Puertas por dentro, los de Diego Martínez llegaban con peligro al área rival aunque no fue hasta el último tramo de la primera mitad cuando gozó de las mejores ocasiones.

El Rayo, que nunca renunció a su forma de juego, arriesgó en ocasiones en exceso pero cuando Zidane conectaba con Aitor García el runrún se escuchaba en la grada. El ex del Cádiz era el que daba la profundidad necesaria a un conjunto que por momentos es demasiado horizontal.

Pero fue en el último minuto del primer acto cuando los rojiblancos dejaron encarrilado el choque. Una gran jugada personal de Vadillo, que cada vez que arranca pasa algo, permitió avanzar, romper la segunda línea defensiva majariega para habilitar a Víctor Díaz que no pudo hacer el 2-0 en un mano a mano ante Ander Cantero, que envió a córner. Al saque del mismo botado por Fede Vico, Germán en el segundo palo tocó el cuero de cabeza al corazón del área donde apareció Martínez para hacer el 2-0. Una última acción que desató el delirio de una afición que despidió a los suyos con una gran ovación y coreando el "Vamos mi Granada, vamos campeón".

Iriondo no se lo pensó dos veces y realizó dos cambios al descanso, dando entrada a hombres de ataque en busca de tener más presencia en el área de Rui Silva. Aunque fue la lesión por un golpe en la espalda lo que trastocó los planes de Diego. El técnico optó por reforzar el centro del campo con Nico Aguirre, pese a contar en el banquillo con Juancho y Rodri, y situando a Antonio Puertas como hombre más adelantado. Pero en un equipo en estado de gracia cualquier cambio de sistema funciona. El duelo en su segundo tiempo tuvo menos ritmo. A los locales no les interesaba un ida y vuelta mientras que los de Iriondo tocaban pero en zonas poco peligrosas.

Hay momentos en una temporada en los que hay que aprovechar los estados de forma y hoy en día si hay un hombre con confianza en la Liga 1|2|3, ese es Antonio Puertas. Juegue donde juegue le sale casi todo, lo intenta y usa el talento que ya demostró en su época en el filial para ser pieza clave. Y este domingo lo volvió a demostrar. Buena prueba de ello fue el tercer tanto, el quinto de su cuenta, tras regatear al portero y definir con la izquierda. Un tercer gol que dejó el choque visto para sentencia ante una afición que disfrutó con las acciones de su equipo en la recta final.

Se sumaron tan sólo tres puntos, sí, pero la imagen que ofrecieron los rojiblancos comienza a hacer soñar a sus más fieles. Aún es muy pronto pero esos 11 puntos ya están en la saca.

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