El divorcio entre los máximos gestores del Granada CF y la mayor parte de la masa social del club es total y el último capítulo se ha vivido este lunes con la dimisión en bloque de los coordinadores de la Grada 1931, que es la Grada de Animación que hay en el Nuevo Los Cármenes en los partidos como local del equipo.

La renuncia fue anunciada este lunes en un comunicado y se produce tras “todo lo acontecido durante la temporada, siendo el partido de ayer frente al Celta de Vigo la gota que colma en vaso”, en concreto lo ocurrido al final del partido con los cánticos pidiendo la dimisión de la directiva que se pudieron escuchar en todos los sectores del estadio.

“Consideramos que hay una opresión y un control excesivo sobre la grada de animación”, destaca el comunicado, en el que se relata que “desde la seguridad del club” se acercaron a los encargados del micrófono de la grada pidiendo “que no se cante eso” cuando se produjeron los gritos contra la directiva.

“No tenemos que aguantar dicho trato”, añaden los aficionados, quien también indican que “no hemos recibido el trato que merecíamos durante la temporada” y que la relación entre la entidad y la Grada de Animación “ha dejado mucho que desear”.

Afirmaciones lapidarias

“Se ha menospreciado al aficionado y la labor de todos los colectivos, creando una ruptura social que ha llegado hasta un organismo del propio club como es la Grada 1931”, agrega el comunicado.

Los hinchas citan varios episodios vividos que califican como “piedras en el camino” que han ido “mermando” su ilusión y denuncian que desde la entidad “no se ha dejado ninguna posibilidad de que la Grada 1931 tenga identidad propia”.

“Nos sentimos criminalizados y fuera de lugar”, agregan los coordinadores que han dimitido, quienes dejan claro que van a seguir “apoyando al equipo” en los partidos que quedan, que califican como “vitales” para el devenir del Granada CF.