Copa del Rey

El Granada mejora, otra vez, con tres centrales

  • Diego Martínez apuesta de inicio por el 1-4-4-2 pero muta, de nuevo con acierto, al 1-5-2-3 tras el descanso y hasta el final del partido

Domingos golpea el balón en presencia de Raúl García

Domingos golpea el balón en presencia de Raúl García / Agencia LOF (Bilbao)

Diego Martínez sorprendió a muchos con la alineación inicial y, sobre todo, con el dibujo utilizado. Aunque hasta ahora sólo había iniciado un partido de esta temporada con defensa de tres centrales y dos carrileros, la mayoría apostaba por esa fórmula para Bilbao teniendo en cuenta que se trataba de la ida de la eliminatoria y que le había funcionado bastante bien cuando recurrió a ella en los dos encuentros anteriores frente a Valencia, en Copa, y Atlético de Madrid, en el pasado duelo de Liga.

Al final optó por el 1-4-4-2 habitual de los últimos encuentros como local, con la inclusión de Carlos Fernández y Soldado en la punta de lanza y con Domingos y Germán en el centro de la zaga.

Como se esperaba, ahí no hubo fallo, Rui se estrenó en Copa en detrimento de Aarón. En total, sólo cuatro jugadores que fueron titulares el sábado en el Wanda repitieron ayer.

De los 19 disponibles, con Foulquier por motivos familiares y los lesionados aparte, el descarte fue José Antonio Martínez, ya que había otro central, Vallejo, en el banquillo. El Athletic sí que apostó por una zaga de cinco, con Capa y Yuri en la banda siendo más carrileros que nunca. El zurdo al final se recuperó y pudo ser de la partida igual que Raúl García, que formó en el 1-5-2-3 de Garitano, que dio total libertad de movimientos a los tres de arriba: el citado Raúl García, Muniain y Williams.

Poca profundidad

Salió el Granada con mando en plaza, gestionando muy bien el partido y sometiendo al Athletic, incluso creando peligro. Sin embargo, el paso de los minutos ofreció un mejor juego de los locales a partir de la posesión de balón y los continuos desmarques de sus atacantes entre líneas.

Le costó mucho trabajo al Granada frenar este juego combinativo veloz y las continuas llegadas al área de los vascos. Además, cuando recuperaba el balón le duraba muy poco tiempo en su poder.

Los jugadores de arriba apenas aparecieron, los laterales Carlos Neva y Víctor Díaz tuvieron muy poca presencia ofensiva en campo rival y sólo el recorrido y la presencia de Yangel Herrera ofreció soluciones con balón a los de Diego.

Con todo, el gol en contra llegó en el tramo final del primer tiempo, cuando empezaba de nuevo a controlar el partido el Granada y, lo más grave, en una contra tras un despiste general en defensa.

Cambio de dibujo

Lo que no hizo Diego al principio sí que lo hizo en el descanso. Igual que contra el Valencia aprovechó el intermedio para retirar del campo a un extremo y meter un central para pasar a jugar con un 1-5-2-3, con Carlos Neva y Víctor Díaz ahora de carrileros, y Carlos Fernández y Machís por detrás de Soldado.

Esto permitió al Granada vivir con más tranquilidad al controlar mucho mejor los movimientos entre líneas de los locales, sobre todo de un Muniain que casi desapareció el partidoEl segundo cambio fue la entrada al terreno de juego de Gil Dias por un poco incisivo Machís. Prefirió Diego al luso antes que a Vadillo, que seguro será titular el sábado ante el Valladolid en Liga.

Gil Dias se colocó primero en la izquierda, buscando, como Carlos Fernández, tener verticalidad hacia la meta rival. Sin embargo, acabaron el encuentro cambiados de banda, con el portugués en la derecha y el sevillano partiendo desde la izquierda.

Yangel, a la defensa

Los problemas físicos de Domingos Duarte obligaron a que fuera él el tercer jugador sustituido. Parecía que Víctor Díaz se colocaría como tercer central, como hace habitualmente, pero prefirió Diego que fuese Yangel Herrera el que retrasara su posición, y lo hizo bien el venezolano el tiempo que jugó ahí.

Entró Yan Eteki para dar un poco más de oxígeno y de músculo a la medular en esos instantes finales. Pese a ser inferior al Athletic durante buena parte del choque, lo importante es que el Granada dio la cara, volvió a ser competitivo y sale vivo de San Mamés, con un 1-0 que es remontable en la caldera que tiene que ser el Nuevo Los Cármenes. Un gol recibido, por cierto, que no debió valer.

No es mano clamorosa pero Williams se ayuda del brazo para controlar ese balón. ¿Si el ariete fuese manco hubiera controlado el balón así de bien? Es evidente que no. Pues eso.

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