La primera plantilla del Granada CF ha regresado este sábado por la mañana a los entrenamientos, casi dos meses después de haberse ejercitado por última vez, aunque lo ha hecho trabajando cada jugador de forma individual y en medio de importantes medidas de seguridad e higiene por culpa de un coronavirus que obliga tanto al fútbol como a la sociedad en general a adaptarse a una nueva vida.

Los jugadores del Granada, los 26 que componen actualmente la primera plantilla y seis del filial, pasaron el pasado miércoles los diferentes test y exámenes médicos obligatorios dentro del protocolo de vuelta a los entrenamientos establecido por LaLiga y, tal y como anunció la entidad a última hora del viernes, este sábado se volvieron a poner de corto para trabajar sobre la ciudad deportiva del club.

El regreso se ha producido casi dos meses después de que el plantel que dirige Diego Martínez completara su última sesión en la instalación nazarí. Fue el 13 de marzo, cuando todo se paró por culpa de un COVID-19 que ha mantenido a todos los ciudadanos confinados en sus hogares durante semanas.

El fútbol, como todo, empieza a ver la luz al final del túnel, y la vuelta estos días al trabajo de los equipos de fútbol de Primera y Segunda, como el Granada, permite visualizar un horizonte en el que se disputen los once encuentros que quedan para que concluya LaLiga Santander entre mediados de junio y finales de julio, tal y como se ha previsto.

El Granada ya se prepara para ello. Como se esperaba, el entrenamiento completado este sábado por los nazaries, igual que los que van a realizar en estos próximos días, ha sido raro, diferente, y ha estado marcado por los estrictos protocolos de higiene y seguridad establecidos tanto por la patronal como por las autoridades sanitarias para evitar contagios.

Medidas severas que los jugadores y técnicos han notado y han tenido que llevar a cabo desde que han ido llegando a la ciudad deportiva desde primera hora de la mañana, ya que la sesión ha comenzado a las 8:30 horas, dentro de la instalación y también sobre el verde.

Los jugadores han trabajado de forma individual, divididos en tres turnos distintos que en ningún momento han coincidido ni en los terrenos de juego ni en las dependencias interiores de la instalación rojiblanca.

Durante la sesión como tal, en cada uno de los tres turnos de trabajo los futbolistas han ocupado los cinco campos de césped con los que cuenta la ciudad deportiva del club para poder cumplir con los protocolos citados. Un entrenamiento distinto, pero un entrenamiento al fin y al cabo. Casi dos meses después, el Granada ya se prepara para la vuelta.