La vuelta de LaLiga Santander está un poco más cerca. Pese a que se mantiene el estado de alarma y la crisis del coronavirus ni mucho menos ha pasado, España ha comenzado el desconfinamiento y los partidos de fútbol asoman al final del túnel.

Si no hay novedades en los próximos días, al final de la semana entrante reanudarán los equipos los entrenamientos, aunque sea en principio de forma individual y tras pasar todos los miembros de la plantilla test individuales para confirmar que no tienen COVID-19.

Será el inicio de una cuenta atrás que concluirá cuando, en principio a mediados de junio, se reanude la competición, se completen las once jornadas que quedan para que concluya el campeonato.

Desde que el 8 de marzo jugó el Granada su último partido oficial hasta que vuelva a competir van a pasar alrededor de cien días. Y después, un maratón de partidos, ya que según las fechas que maneja LaLiga se tendrá que completar lo que queda en apenas un mes y medio.

Dependiendo de la fecha final de reinicio, la conclusión será a finales de julio o primeros de agosto, postergando el comienzo de la siguiente campaña hasta bien entrado septiembre.

Ya lo dijo durante la semana el medio rojiblanco Ramon Azeez en la entrevista hecha pública por el club a través del podcast semanal que suele lanzar el club desde que comenzó el confinamiento. “Vamos a tener que currar muy bien en muy poco tiempo”, afirmó.

Once partidos en 42 días

Lleva razón el nigeriano, aunque el Granada tiene la ventaja de haber pasado por una situación similar recientemente. Por el hecho de haber llegado hasta las semifinales en la Copa del Rey, el cuadro nazarí ha vivido en los tres primeros meses de 2020, desde que disputó su primer partido oficial del nuevo año el 5 de enero hasta que jugó el último justo antes del parón el 8 de marzo, una vorágine de encuentros similar a la que le espera.

Lo que más se parece a lo que le espera al Granada cuando LaLiga Santander se reanude es lo que vivió justo en el arranque del nuevo año. Los de Diego disputaron entre el 5 de enero y el 15 de febrero once partidos, que son los que les quedan por jugar ahora, en 42 días, que son más o menos los que se utilizarán para concluir el campeonato toda vez que está previsto que haya dos jornadas por semana.

Seguro que los rojiblancos firman el mismo balance de resultados, ya que entonces lograron siete victorias y cuatro derrotas pese a tener que afrontar un compromiso cada 3,8 días de media.

Ganaron a Mallorca (1-0), Espanyol (2-1) y Valladolid (2-1) y cayeron en los feudos de Barcelona (1-0), Sevilla (2-0) y Atlético de Madrid (1-0) en Liga, mientras que en Copa superaron a Tamaraceite (0-1), Badalona (1-3), Badajoz (2-3) y Valencia (2-1) cediendo en la ida de las semifinales ante el Athletic Club (1-0).

El cómputo de marcadores es idéntico, siete triunfos y cuatro choques perdidos, si se toma como referencia el periodo transcurrido entre el 11 de enero y el 23 febrero, con once partidos jugados en 44 días, uno cada cuatro días. En este caso, el sensacional 0-3 obtenido en el feudo del Osasuna reemplaza al triunfo en casa ante el Mallorca de la primera jornada del 2020.

Si el periodo de análisis es justo el previo al parón del campeonato, la comparación con el toro que va a tener que lidiar el Granada cuando vuelva a rodar el balón también puede ser válida aunque en ese tramo disputara dos partidos más.

Entre el 19 enero y el 8 de marzo jugaron los nazaríes trece choques en cincuenta días, una media de uno cada 3,8 días, con siete victorias cuatro derrotas y dos empates. A los duelos perdidos ya citados contra Barcelona, Sevilla, Atlético de Madrid y Athletic y a los éxitos antes mencionados ante Espanyol, Valladolid, Osasuna, Badalona, Badajoz y Valencia, habría que añadir el triunfo en la vuelta de Copa contra el Athletic Club (2-1) y las igualadas en las dos últimas jornadas de Liga frente a Celta (0-0) en casa y Levante (1-1) a domicilio.

Sensacional balance

La visión conjunta de los tres periodos analizados muestra el sensacional inicio de 2020 firmado por los granadinistas, les da la razón cuando afirman que el parón no les ha venido nada bien y hace soñar a todos con un venidero final de curso que será igual de intenso en cuanto a secuencia de partidos y que ojalá fuese también tan próspero en cuanto a resultados.

Desde el 5 de enero al 8 de marzo disputaron los de Diego Martínez un total de quince partidos en 64 días, con una media ligeramente superior a un encuentro cada cuatro días (4,2 en concreto).

Fueron nueve partidos de Liga y seis de Copa con un balance total de nueve victorias, cuatro derrotas y dos empates: un extraordinario periplo en el torneo copero con cinco triunfos y un solo traspié que dejó al Granada a un paso de la final, y un digno papel en el campeonato doméstico, pese a medirse a algunos de los conjuntos más potentes del país, de cuatro victorias, tres derrotas y dos igualadas.

Los rivales serán distintos, ninguno de los encuentros pertenecerá a la Copa y en las gradas, ni en el Nuevo Los Cármenes ni en los estadios a visitar, habrá público. Hay muchas cosas del futuro más inmediato que está por venir en forma de partidos que no se parecen en nada al pasado más reciente, pero este Granada ha dado muestras más que sobradas de que se puede confiar en él y de que está preparado para todo.

Más aún si se trata de un calendario muy comprimido de partidos porque es al que, afortunadamente, se ha visto obligado a agarrarse desde que empezó 2020 hasta que irrumpió el coronavirus.