Granada CF La Resaca

La alargada sombra de Diego en el Granada CF

  • Se quiera o no y guste más o menos, son inevitables las comparaciones entre el pasado más reciente y el actual Granada de Robert Moreno, técnico cualificado y capacitado para alcanzar los objetivos, ya sea con su libreto o adaptando el mismo a las circunstancias que toquen

Robert Moreno observa a los suyos en la banda de Vallecas

Robert Moreno observa a los suyos en la banda de Vallecas / Efe (Madrid)

Además de sobradamente preparado y capacitado para ejercer su profesión, Robert Moreno es un tío inteligente. Por eso desde que se comprometió con el Granada sabe que su trabajo y sus resultados van a ser comparados de forma continua con los de Diego Martínez.

Es algo inevitable y hubiera ocurrido con cualquiera que fuese el sustituto del mejor entrenador de la historia del club. Tras tres años maravillosos y, seguramente, irrepetibles, es imposible que la alargada sombra de Diego no cubra al que está ahora en el banquillo. Sería igual si en lugar de Moreno fuera Mourinho, Luis Enrique, Pepe Pérez o Guardiola.

La dura derrota sufrida por el equipo en Vallecas el domingo y, sobre todo, la imagen ofrecida, diametralmente opuesta a lo visto en las tres campañas anteriores y también a lo mostrado en muchos momentos de los dos primeros partidos de este curso, han colocado en el punto de mira de las discusiones de bar y de Twitter a Robert Moreno. Es lo habitual en estos casos.

Saber si el Granada del futuro será el de las dos jornadas iniciales o el de Vallecas es algo que dictaminará el tiempo. Se pueden lanzar miles de conjeturas y todas llevan consigo el mismo grado de certeza: ninguno. Lo que sí se puede hacer con la seguridad de los hechos ya acaecidos es analizar lo visto hasta ahora.

Un Granada distinto

El Granada de la pretemporada se parece poco al equipo que ya ha disputado 270 minutos en liga. La falta de automatismos y de recursos para superar la presión de los rivales, que ha sido una constante en los tres encuentros, ha provocado que el ideario del técnico, que sí que se apreció de forma clara durante la pretemporada ante oponentes de menos nivel, apenas se haya podido desarrollar.

Pero Robert Moreno es un tío inteligente. Lo demuestra, por ejemplo, en las ruedas de prensa, donde se aleja de tópicos y no esquiva preguntas, algo habitual en otros preparadores, sino que contesta con sentido, argumentando y sin andarse por las ramas.

Ante los micrófonos ha dicho, entre otras muchas cosas, que no está aquí para colgarse medallas con un estilo, sino para ganar partidos. También, como hizo tras el choque ante el Valencia, es capaz de dar una clase de táctica futbolística en apenas unos segundos, justificando con motivos convincentes el hecho de actuar en el campo de una u otra manera.

Quiero decir que es listo, que tiene los conocimientos necesarios y que no se va a aferrar a una forma de jugar por qué sí, lo que incita a pensar que el Granada, pese al 4-0 de Vallecas, está en muy buenas manos y que si el preparador tiene que buscar los triunfos por caminos distintos a los que marcan su hoja de ruta, lo hará.

La plantilla

El catalán cuenta con los mimbres necesarios en forma de jugadores válidos para poder alcanzar los objetivos marcados. En este punto, el de las metas finales, que cada cual ponga el listón donde quiera.

Sólo recordar que para llegar a Europa antes hay que salvarse, y que pensando así le ha ido al club mejor que nunca en los últimos años.

Dicho esto, y aunque pueda parecer contradictorio, creo firmemente que la ambición mostrada por Robert Moreno en sus primeras intervenciones, su discurso de miras altas y anhelos mayúsculos, ha sido la mejor manera de intentar romper con el pasado, de abrir una nueva etapa de ilusión en la afición tras la tristeza y el vacío que dejó la marcha de un Diego cuyo mensaje era diametralmente opuesto.

Pero Hablábamos de futbolistas. Tiene plantilla el Granada para salvarse de sobra y transitar, como poco, por la parte media de la tabla.

Es tan cierto como que el núcleo duro del equipo cumple años y lo normal es que su nivel no sea el mismo que hace un par de cursos. Y también como que en los últimos años varios de estos jugadores, no hace falta citarlos porque están en la mente de todos, ofrecieron un nivel excelso y superlativo, seguramente por encima del que ellos mismos hubieran imaginado lustros atrás. Unas prestaciones que será difícil que repitan en un entorno distinto como el de ahora.

Por eso se hace necesario que los no veteranos, también está claro quiénes son estos, den un paso adelante y lideren el obligado relevo generacional que permitirá al Granada asentarse en la elite del fútbol nacional.

Las frases

No hay que dramatizar, dijo Robert en la sala de prensa de Vallecas. Lleva razón porque no se acaba el mundo por perder 4-0, aunque sea ante un recién ascendido que te pasa por encima. Peor que el resultado fueron las sensaciones transmitidas. El futuro dirá si fue un accidente o no.

Estos jugadores ya han sufrido derrotas así otras temporadas y se han levantado, afirmó tras el choque el preparador, que desde que ha venido no ha parado de elogiar el comportamiento a todos los niveles de sus futbolistas.

El futuro también dictaminará si esa frase recordando goleadas en contra de la pasada campaña, en circunstancias totalmente distintas a las de este fin de semana, fue un recordatorio de todo lo bueno que son capaces de hacer los suyos y de su capacidad para levantarse o una indirecta en toda regla.

Porque se quiera o no, guste más o menos, se debata mucho o poco sobre el asunto y sean mejores o peores los resultados de esta temporada, la alargada sombra de Diego está ahí. No sólo eso. Va seguir apareciendo de forma irremediable durante mucho tiempo. Y Robert Moreno, que es un tío inteligente, lo sabe mejor que nadie.

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