El Granada CF, como la mayoría de los clubes, vive dos realidades paralelas. Una es la que ocurre sobre el terreno de juego, que en la mayoría de los casos eclipsa todo lo demás, y la otra es la que se desarrolla en los despachos, en las zonas donde los teléfonos y las agendas reemplazan a los balones. El problema puede llegar cuando las dos realidades se mezclan y una afecta a la otra.

El presidente y máximo accionista del Granada CF, el chino John Jiang, es un tipo especial. Sólo hay que verlo o escucharlo para comprobarlo. Se prodiga poco por España porque sus negocios y su vida empresarial se desarrolla en otras partes del mundo.

Sin embargo, como máximo mandatario rojiblanco tiene una serie de obligaciones, unas por el cargo que desempeña y otras que le corresponden por su posición a diferentes niveles. Y en los últimos días el hecho de no poder cumplir estas obligaciones le tienen en el ojo del huracán.

Salió al paso Jiang con un comunicado bastante rotundo de las informaciones que llegaban desde Asia sobre una posible venta del club a un inversor saudí. Una vez desmentida esta posibilidad lo que el granadinismo desea es que cumpla con los deberes que tiene y, traiga más o menos prosperidad a la entidad, no ponga obstáculos en el camino.

Las declaraciones realizadas el miércoles por Javier Tebas, presidente de LaLiga, han llenado de nerviosismo a diferentes sectores del granadinismo. Aunque en el club esperan y desean que el expediente abierto por el organismo quede en nada o, como mucho, suponga una multa no demasiado gravosa para la entidad, lo cierto es que todo apunta a que es un berenjenal en el que Jiang ha metido al Granada por las fórmulas usadas para sufragar el fichaje del delantero colombiano Adrián Ramos y su salario.

A la espera

Expediente de LaLiga aparte, lo que en el club esperan como agua de mayo es el patrocinador que el dirigente confía en traer pero que no aparece por ninguna parte.El Granada fue la pasada temporada, pese al gran papel realizado, uno de los pocos equipos de Segunda que no tenía esponsor principal en su camiseta.

El ascenso casi aseguraba la presencia de ese patrocinador en la camiseta, pero pasa el tiempo y no llega. De hecho hay hasta quien piensa que se esperaba la aparición de esa firma para presentar las nuevas equipaciones, que serán de la marca Nike y se conocerán hoy.

De la mano de Jiang llegó hace dos campañas, su primera en el club y la anterior del equipo en la máxima categoría, la esponsorización de la bebida energética Energy Drink, perteneciente a una firma china.

El asunto, según reflejaron los dirigentes rojiblancos al inicio de la pasada temporada, acabó con deudas pendientes que se fueron saldando con retraso.

Jiang, que a lo largo de su vida profesional ha hecho carrera en el mundo del márketing de altas esferas, aún no ha traído al Granada el esperado patrocinador.

El límite salarial del equipo para fichar depende, en otras cosas, de este aspecto. Lo que ocurre en los despachos afecta al campo. Y Jiang tiene todavía varios retos pendientes.