Granada CF

Lo que ha cambiado el cuento en el Granada CF de un año a otro

  • El conjunto rojiblanco vive un Lunes de Pascua excepcional y muy diferente al de hace un año

  • En 2019, el conjunto de Diego Martínez acababa de iniciar el sprint final hacia el ascenso a Primera

Al final de la Semana Santa de 2019 el Granada celebraba su triunfo en Lugo

Al final de la Semana Santa de 2019 el Granada celebraba su triunfo en Lugo / Lof (Lugo)

Lo que va de un año a otro. Lo normal es que las circunstancias cambien con el transcurso del tiempo, pero a nadie se le hubiera pasado por la cabeza hasta hace relativamente pocas fechas que la vida, en general, y la deportiva, en particular, iba a dar un giro tan radical.

El coronavirus ha propiciado una realidad impensable y una tragedia sanitaria sin precedentes en España desde hace muchísimos años. Uno de los 'daños' colaterales ha sido la paralización total de las competiciones deportivas. El Granada, como muchos equipos y deportistas, ha parado la sala de maquinas y está a la espera de que vuelva una normalidad que sin duda será anormal a todas luces.

La diferencia entre este Lunes de Pascua y el del año pasado es abismal debido a las extraordinarias circunstancias actuales, si bien, tanto hace prácticamente un año como ahora el Granada gozaba de buena salud deportiva.

Parón e incertidumbre

Lo extraordinario durante la Semana Santa 2020 es que no ha habido competición. El Granada tenía que haber jugado el pasado fin de semana en el campo del Leganés.

Quizá, los de Diego Martínez hubieran afrontado el encuentro en plena lucha por una clasificación histórica. Nunca se sabrá, porque el choque ante los madrileños, correspondiente a la trigésimo primera jornada de la Liga Santander, es el cuarto que no ha disputado el conjunto rojiblanco debido al confinamiento decretado por el Gobierno de España para intentar evitar la propagación del coronavirus.

El conjunto rojiblanco tenía que haberse enfrentado el pasado fin de semana al Leganés

Con anterioridad, la jornada del Domingo de Ramos deparaba un duelo en Los Cármenes entre el Granada y el Villarreal, un duelo interesante entres dos equipos que tienen los mismos puntos y que hubiera traído a la memoria el espectacular 4-4 que se vio en el estadio de La Cerámica y con el que el cuadro granadinista escenificó su vuelta a Primera División en la primera jornada de competición, allá por mediados del pasado mes de agosto y cuando nada la palabra pandemia apenas se pronunciaba.

Alineación del Granada en el campo del Levante, antes de su último partido. Alineación del Granada en el campo del Levante, antes de su último partido.

Alineación del Granada en el campo del Levante, antes de su último partido. / Lof (Granada)

Las dos jornadas previas también suspendidas deparaban los choques ante el Getafe (jornada 28) en Los Cármenes el frente al Betis (29), en el Villamarín.

Al parón liguero llegó el Granada tras haber puntuado en cinco encuentros consecutivos y a punto de clasificarse para la final de la Copa del Rey.

Dinámicas positivas

Inmerso en una dinámica positiva desde que comenzó la temporada a pesar de algún altibajo, todo apunta a que los pupilos de Diego Martínez habrían llegado a la Semana Santa con los deberes prácticamente hechos en lo que al objetivo inicial de la permanencia se refiere.

Por el contrario, a la pasada Semana Santa, que fue más tardía que la de 2020, llegó el Granada con los deberes por hacer. También en una dinámica positiva, pero los rojiblancos aspiraban a sacar matrícula de honor en la campaña 2018/19.

De hecho, tras haber perdido en Gijón, el Sábado Santo –20 abril– el Granada visitó al Lugo (jornada 35) situado en la tercera plaza tras el inalcanzable Osasuna y empatado con el Albacete. Hace menos de un año, el cuadro rojiblanco inició, con la victoria en la ciudad gallega (1-2), su asalto al ascenso directo. Los rojiblancos no volvieron a perder y encadenaron ocho encuentros puntuando (5 victorias y 3 empates) hasta celebrar el ascenso una jornada antes de la conclusión liguera.

Un año entre una Semana Santa y otra. El cuento debería tener más o menos el mismo contenido centrado en lo meramente deportivo, pero el Covid-19 ha provocado que cambie el argumento. Y de qué manera, pues el deporte ha pasado a un plano muy inferior.

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