El Granada CF recibe este domingo en el Nuevo Los Cármenes a un rival, a priori, propicio para conseguir una nueva victoria y favorecerse del duelo directo entre el Atlético Osasuna y el Albacete Balompié.

Los rojiblancos se enfrentarán a partir de las 18:00 horas al Nástic de Tarragona, que se encuentra sumergido prácticamente en una situación irreversible y que ve muy de cerca el descenso a Segunda División B.

El cuadro catalán está instalado en la penúltima posición con solo 28 puntos, a once del UD Extremadura, que es el que marca la permanencia. Esa gran diferencia con sólo 21 unidades por jugarse parece una marca insalvable, y más aún para un equipo que no ha tenido buenas sensaciones a lo largo de toda la temporada.

El Nástic de Tarragona ha conseguido cuatro de los últimos 18 puntos en juego, ya que sólo ha sido capaz de vencer al Numancia y empatar contra el Sporting de Gijón, este último resultado en la pasada jornada. Además, en sus nueve últimas salidas sólo ha sumado un empate, junto a ocho derrotas. Y en ocho fue incapaz de marcar.

Es un bagaje muy pobre que le ha condenado a la situación en que se encuentra. El conjunto catalán tiene que empezar a sumar de tres en tres para, al menos, llegar con opciones de permanencia al final de la competición, algo que parece casi imposible a esta altura de la campaña.

Un agujero

Los números del Nástic de Tarragona son de descenso. El conjunto catalán ha encajado 51 goles, sólo superado en ese aspecto por el Córdoba CF, que es el colista. Los puntos negativos no acaban ahí, ya que el rival del Granada es, con mucha diferencia, el equipo que menos tantos ha anotado.

20 goles a favor en 35 jornadas de Liga es una cifra raquítica que le impide estar más cerca de la permanencia. Un jugador que marque goles es lo que más ha echado en falta el Nástic durante la temporada, ya que carece de una referencia clara en ataque que sea el encargado de acertar con la meta rival. El máximo goleador del plantel es Luis Suárez, con cinco tantos, mientras que el segundo es Fali, que actúa como pivote defensivo o central, con tres dianas. Ahí ha estado el principal punto negativo del equipo.

Empezó la temporada el Nástic con José Antonio Gordillo a los mandos. Durante el mes de octubre fue destituido tras una mala racha de resultados y en su lugar llegó Enrique Martín, que está curtido en mil batallas y parecía ser la solución. A pesar de ello, tampoco ha conseguido reconducir la situación del conjunto catalán, que parecer abocado al descenso a Segunda División B y que terminará el curso con el veterano preparador.