El entrenador del Granada, Diego Martínez, le dio "muchísimo valor" al triunfo logrado por los suyos ante el Extremadura, "un equipo con mucha talla, con buenos lanzadores y que aprieta en el juego directo".

"Sabíamos que iba a ser un partido muy difícil ante un rival que aprieta muchísimo y el Granada en cada jugada, en cada segunda jugada, en cada balón, ha peleado como si fuese el último y por eso estoy muy orgulloso de mi equipo", añadió.

"Creo que hemos empezado muy bien el partido, pero el último tramo de la primera parte ha sido el peor, pues sabíamos que en las faltas es donde podíamos sufrir. Me quedo con que cuando ha tocado sufrir, el equipo ha sido competitivo. Jugadores que este tipo de fútbol les va a contrapelo se han empleado al máximo, y me quedo con esa solidaridad. El equipo, además de las acciones de talento, cuando ha tenido que ponerse el mono de trabajo lo ha hecho", sentenció Martínez.

El entrenador agregó que "en la segunda parte, quizás cuando mejor estábamos, fuimos a por el 0-2 y nos hicieron el gol en la siguiente acción. Me quedo con la fuerza mental del equipo, que no se vino abajo". "La reestructuración con tres defensas y dos carrileros nos dio confianza y seguridad en las disputas. Este triunfo es para que nuestra gente se sienta orgullosa de nosotros", agregó.

Sobre la manera de jugar de los suyos, el preparador destacó la "competitividad" del equipo y resaltó que "el Granada ha hecho el partido que necesitaba hacer para ganar. En un campo difícil, pequeño, con mucho contacto físico y con acciones al límite. Y el equipo no perdió la cara. Estuvimos muy firmes y seguros en la mayoría de acciones a balón parado. Esto es la Segunda. Cuando toque partidos de este tipo hay que saber competirlos, y nosotros lo hemos hecho".

El entrenador del Granada reconoció que "por supuesto que tenemos que mejorar" y cree que les faltó "precisión porque era difícil y complicado jugar tal y como estaba el campo".

Por su parte, Juan Sabas, entrenador del Extremadura, explotó contra los árbitros: "No quería hablar de los árbitros, pero es fácil pitarnos. Hay una jugada que es penalti y expulsión. Hay un empujón de Germán, porque es el último en el área. Estoy hasta los cojones de esto, ya cansa. Son jugadas determinantes. Son de ganar o perder el partido".