Buen estreno como titular de Maxime Gonalons el pasado martes ante el Valladolid, aunque con una actuación muy pausada y poco útil en algunos momentos.

El francés sirvió como nexo de unión del equipo en el centro del campo. También fue el inicio de muchas de las jugadas que realizó el Granada CF en el Estadio José Zorrilla.

Lo cierto es que el galo no salió confiado y se le vio dubitativo en muchos momentos, sobre todo al inicio del encuentro contra el conjunto pucelano. Pero también es verdad que el cuadro rojiblanco en general empezó el choque muy poco afortunado, en un campo, cuyo césped hacía que los jugadores de ambos equipos se resbalaran y que, incluso, se veía levantado en muchas zonas.

Mucho le costó al francés despertar y comenzar a ejercer un buen rol en el cuadro granadino. A eso se le suma que el Valladolid salió muy fuerte de ánimos y con ganas de comerse al rival en su propio campo.

Por momentos, el centrocampista intercambió su posición con Montoro. Ambos jugadores se movían detrás y delante cada vez que atacó el cuadro castellanoleonés.

Gonalons, cedido por la Roma, destacó por su buena acción defensiva tras robarle el balón al extremo murciano Toni Villa, quien tuvo un gran papel en el choque y, sobre todo, en el merecido gol del vallisoletano Óscar Plano.

En la segunda mitad, el galo comenzó a jugar de manera más intensa, sirviendo, sobre todo, de ayuda para el resto de la plantilla, sobre todo, por la zona central del verde.

Gonalons fue sustituido por el venezolano Yangel Herrera en el 61'. El francés se notó un poco agotado justo en su salida. Es probable que el centrocampista aún necesite un poco de ritmo y adaptación con el equipo, para que se suelte y sepa seguir la dinámica del técnico del Granada CF, Diego Martínez.