Adrián Ramos no quiere seguir en el Granada Club de Fútbol. El delantero estrella del conjunto granadinista ha decidido no continuar con el equipo en Segunda División y buscar un destino "más competitivo" que le permita entrar en los planes del seleccionador nacional de Colombia para el próximo Mundial de Rusia. El colombiano ya le ha expresado al club su deseo de irse y ayer empezó a tensar la cuerda a través de la emisora de radio RCN Colombia, en las que confirmó por primera vez de forma pública su intención de abandonar la disciplina granadinista.

"He manifestado al club querer salir. Tengo un contrato y ellos se basan en eso, pero mi realidad es querer salir y seguir jugando en Primera División de cara al futuro", aseguró Adrián Ramos a RCN Colombia en la madrugada de ayer. De esta forma, por primera vez ponía palabras a su futuro el delantero cafetero, que llegó al Granada en enero con un contrato que le vincula, a modo de préstamo, hasta el 31 de diciembre. Un Ramos que justifica su decisión en que "hay un Mundial este año y mis aspiraciones son querer estar. Para eso he de estar en una alta competición y es lo que espero".

Más allá del proyecto ambicioso del Granada, quiero salir del equipo para jugar en Primera"

En el club esperaban convencer a Ramos para que siguiese, al menos hasta el fin de su cesión en el Granada, pero cuando empezó la pretemporada, su representante y la entidad dieron la versión de que el delantero esperaría a ver cómo marchaba la preparación antes de la Liga para tomar una decisión. Y aunque los tiempos coinciden, no lo hacen tanto según las palabras del santanderino, que dijo haberlo meditado durante sus "vacaciones de verano: "Más allá del proyecto ambicioso que tiene el Granada, me gustaría estar en Primera División. Se lo he manifestado al club. Quiero salir del equipo porque tengo otros propósitos".

Ahora es turno del club y del agente del futbolista, Helmut Wennin, quien está en Granada para reunirse con su representado y la entidad "para sentarnos, conversar, y tomar una decisión que esperamos que sea la mejor para todos", confesó Adriancho. En el Granada, según las mismas palabras de Ramos, se acogen al contrato que tiene con el equipo, algo que el jugador ve "respetable", pero que no quiere cumplir ya que "para llegar a la selección siempre va a haber diferencia entre Primera y Segunda". La vía de salida que contempla es la cesión. Y este uno de los puntos claves de la negociación que ahora se abre: la forma de irse. El jugador salió del Borussia de Dortmund al Granada a modo de cesión aunque con obligación de compra obligatoria por parte del Chongqing Lifan, el equipo chino del presidente Jiang, de unos diez millones de euros, en el próximo mercado invernal que se abre el 1 de enero. Si Ramos quiere irse ya, tendrá que venir con un equipo que pague ese dinero (difícil) o encontrar a un equipo que asuma su ficha a modo de préstamo. Otra opción sería la de jugar con el equipo chino, pero está en mitad de temporada y el cupo de extranjeros lo tiene completo, por lo que marcharse al Chongqing no es viable. Adrián Ramos dijo a la radio colombiana tener ofertas, pero no concretó cuáles ni en qué régimen. En Valencia apuntan al Levante.

El representante del jugador, Helmut Wennin, con quien contactó ayer este diario, no quiso confirmar ni desmentir las palabras de Ramos "por respeto a los clubes", pero repitió que "todo se solucionará de la mejor forma", al igual que dijo Ramos en RCN. De momento no hay fecha para una reunión entre el club y el agente.

Ni haber superado una grave lesión en la concentración en los Países Bajos, ni la opinión positiva que tiene de José Luis Oltra ("Es muy buen entrenador, muy buena persona. Está formando muy buen equipo. Pero yo tengo otros objetivos") le han hecho variar un ápice el guión al que, de golpe, se ha acogido el delantero.

El Granada se ve ahora con la posibilidad fehaciente de no contar con su delantero estrella a cuatro días del arranque liguero, y con la obligación de buscar un recambio en las dos semanas que quedan para el cierre del mercado, siempre y cuando el futbolista logre llevar a buen puerto la negociación por su salida. Y aunque no fuera así, el nivel de compromiso con el equipo queda muy en entredicho.