Es difícil imaginar a Manolo Lucena sin vestir de rojiblanco. Tras diez años como jugador del Granada, en los que vivió tres ascensos y compitió en cuatro categorías, es ahora delegado del equipo, lo que le permite vivir de cerca los avatares de una plantilla que luchará por volver a Primera División. Es casi un buque insignia en el club de toda su vida y como tal es realista en sus consideraciones, dice lo que piensa y realiza críticas, siempre con ánimo constructivo. Ante la nueva temporada, que cree será dura pero positiva, insiste en todo momento que el Granada CF es lo importante, esté quien esté.
-¿Hay alguien que tenga un currículum más rojiblanco que el suyo?
-No lo sé. Más bueno seguro que sí, pero extenso no creo. Van a ser catorce o quince años aquí, diez como jugador.
-Cómo está cómo en su nueva labor dentro del club?
-La verdad que contento, con cambios que vamos teniendo día a día, incluidas las funciones que voy desempeñando. Intento ayudar en la medida que puedo y ahora con muchas ganas de empezar una temporada más.
-¿En qué consiste sobre todo su función como delegado?
-Tengo que estar al tanto de las fichas de los jugadores para entregar al árbitro antes de los partidos y un poco preparar la logística de los viajes.
-Qué es lo que más satisfacción le da?
-Sin duda cuanto estoy con los jugadores. También cuando ayudo al míster en el campo. Así, puedo vivir más de cerca el fútbol y el vestuario, que al final es donde me encuentro más cómodo.
-¿Y lo que peor lleva?
-De momento lo llevo todo bien. Imagino que el día que tenga algún enfrentamiento con alguno se complicará la cosa.
-Al hilo de lo que decía antes, el hecho de haber sido futbolista favorece su relación con el vestuario.
-No sé si por haber sido jugador o no, pero es verdad que estoy encantado con la plantilla que ha habido durante las temporadas que he ejercido como delegado y en concreto con la que hay ahora, compuesta por gente joven y sana con la que tengo una relación buenísima.
-En todo este tiempo que ejerce como delegado, ¿con qué jugador ha sintonizado mejor?
-Con muchos. Hay que recordar que algunos han sido hasta compañeros míos cuando era jugador. Siempre hay algunos con los que se tiene un poquito más de 'feeling', pero en términos generales el trato y cariño con todos es bastante grande. No digo ningún nombre porque luego se entera él y tengo que aguantarle sus tonterías... ja, ja.
-¿Y qué tal con los entrenadores con los que ha tenido que bregar hasta ahora?
-Con todos, muy bien. He tenido la 'mala suerte' de tener muchos en poco tiempo porque esto indica que las cosas no han ido todo lo bien que se esperaba. El trato siempre ha sido de mucho respeto y cercanía. Estoy muy agradecido a todos y con todos he tenido trato muy bueno, empezando por Lluis Planagumá, que fue con el que compartí la primera semana, siguiendo con Lucas Alcaraz, al que ya lo tuve en mi época de jugador, y terminado con José Luis Oltra.
-¿Qué tal nuevo cuerpo técnico?
-Muy bien. Es gente muy preparada, muy consciente de donde viene y de lo que significa el Granada CF. En el trato personal son gente muy educada y respetuosa y en el aspecto profesional, muy seria y competente que trabaja mucho y dedica mucho tiempo a esto. Ojalá tengan suerte y les vaya bien porque será la suerte de todos.
-Diego Martínez ha venido a una ciudad que conoce de su época universitaria.
-Sí. Además él ha comentado en alguna ocasión que ha seguido bastante al Granada más de cerca porque vivió aquí varios años. Es una persona que se ha empapado muy rápido de lo que significa el Granada CF y de su historia. Va a trabajar mucho por tratar de unificar a todas las partes de la ciudad para que todos formemos un equipo. Para mí será una parte fundamental de que al final se consigan los objetivos.
-Como jugador vivió tres ascensos consecutivos, pero últimamente, desde otras funciones, ha sido testigo de un descenso y de una temporada, la pasada, en la que no se llegó a buen puerto.
-Sinceramente llevamos unos años un poco complicados porque ha habido un descenso y porque el año pasado no se cumplieron las expectativas de ascenso, incluso directo porque parecía que ni siquiera valía hacerlo a través del play off. Personalmente lo que más pena tengo de los últimos años, incluso en esos en Primera en los que se lograba la permanencia, es que, creo, se ha perdido cierto arraigo del club con su gente, la ciudad, los aficionados, con los propios empleados del club, por lo que para mí es muy importante que este año recuperemos la palabra equipo y que todos seamos capaces de sentirnos orgullosos de este Granada CF, tanto los que estamos dentro como los que están al lado y enfrente, y que la afición, la ciudad, empleados, jugadores y cuerpo técnico seamos capaces de hacer del Granada CF algo nuestro y que todos nos sintamos partícipes, porque a partir de ahí estoy seguro que se podrá ir hacia arriba.
-A toro pasado, ¿cuál cree que fue el motivo de que el equipo se viniera abajo tras la destitución de Oltra la pasada temporada?
-Lo he pensado muchas veces y no he encontrado esa explicación. Ni en su momento ni con el paso del tiempo soy capaz de pensar en que fue lo que desencadenó esa situación. Es cierto y evidente que a raíz de la destitución de José Luis Oltra el equipo fue a peor. Se intentaron cambios, que se afrontaron con ilusión y ganas, también en los jugadores. A todos ellos les vi en las caras el sufrimiento y, como profesionales que son, a ninguno de los que estuvieron la temporada pasada se les podría reprochar nada en cuanto a su voluntad y actitud de querer hacer bien las cosas, pero por un motivo u otro al final no salían y cada vez íbamos a peor hasta que tristemente llegamos al final de la Liga sin nada que jugarnos.
-Desde muchos estamentos del club se ha llegado a decir que quizá la presión producida por el hecho de que se afrontara la temporada con la obligación de subir al final pasó factura.
-Puede ser, pero yo no noté en los jugadores que un exceso de responsabilidad o presión hiciese que no pudieran mostrar su mejor nivel. Puede ser que influyera, pero creo que debió haber varias cosas que entre todas juntas hicieron que ninguno estuviéramos al nivel que tuvimos que estar y que al final en una categoría tan igualada pasara lo que pasó, que no estuvimos al nivel de los mejores.
-¿Qué le diría a quien está decepcionado con la era Jiang?
-En primer lugar le diría que entiendo esa decepción que pueda tener, pero que empezamos una temporada nueva y recordaría al aficionado que lo es del Granada CF y que el club está por encima de los jugadores, entrenadores y propietarios. Ahora, todos tenemos que empezar una nueva campaña con ilusión, ganas, optimismo e intentar dejar lo más lejos posible toda la carga negativa que hay de años anteriores. Hay que empaparse de las cosas buenas, que son muchas, que se están realizando por parte de la propiedad, directivos, cuerpo técnico y jugadores para que entre todos creemos ese sentimiento de equipo del que hablaba antes para afrontar la Liga con ganas e ilusión sabiendo que la categoría es bastante complicada. Quizá, el año pasado una de las cosas negativas que tuvimos, y esto es un pensamiento muy personal, fue que todos le faltamos un poco el respeto a la categoría, yo el primero. Todos creímos que veníamos de Primera y que se iba a ganar fácil ocho partidos seguidos. Pero la Segunda para cualquier equipo es complicado con toda la igualdad que hay ganar tres partidos seguidos. Quizá, lo vivido nos ha hecho aprender de cara a la nueva temporada que tenemos que respetar la categoría. Sabemos que vamos a sufrir mucho a lo largo del año pero que tenemos que estar preparados para disfrutar cuando las cosas vayan bien y para arrimar el hombro cuando las cosas vayan mal porque esto es lo que nos va a hacer que todos rindamos al máximo nivel.
-Quizá por esto se trasmiten mensajes con más humildad que hace un año.
-Está claro. Si vemos los equipos de Segunda División no sé cuántos hay con más 'jerarquía' en el fútbol profesional que nosotros, pero seguro que hay más de tres y sólo pueden ascender tres. Lo importante es que seamos realistas. Una de las virtudes que tiene el cuerpo técnico es que es muy realista, que conoce bien la categoría y que sabe de donde venimos sin olvidar quienes somos. Son gente trabajadora capaz de afrontar cada partido como si fuera el último, que es la mejor forma de competir en la Segunda División.
-¿Qué vibraciones tiene?
-Las tengo muy buenas, sinceramente. Primero porque me toca estar así y segundo porque es así, porque creo que hay un buen cuerpo técnico y una buena plantilla. Ojalá se pueda definir lo antes posible la totalidad de jugadores que vamos a empezar la temporada porque esto ayudara a que el entrenador transmita sus ideas a todo el mundo. Mis sensaciones, la verdad, son bastante buenas.
-¿Qué echa más de menos de su etapa como jugador?
-Como estoy relativamente cerca del juego y del campo no tengo esa sensación de echar de menos jugar al fútbol. Únicamente, cuando llegan los partidos importantes, cuando veo salir a los dos equipos al centro del campo es cuando quizá me ha venido una cierta sensación de nostalgia o de ganas de querer estar ahí. Pero ahora estoy en otro misión y sé que mi papel de jugador, que lo disfruté muchísimo, ya se terminó. Ahora trato de disfrutar cada día con lo que estoy haciendo.
-Tras haber sido jugador, delegado de campo, ayudante del entrenador y delegado de equipo… ya sólo le falta ser entrenador.
-De momento no me atrae. Para empezar me estoy formando para sacar los títulos de entrenador. Es verdad que ahora que no soy jugador y estoy cerca los entrenadores cada vez veo los partidos de fútbol de una manera diferente porque al final empatizo mucho con el que tengo al lado y trato de ayudar en lo que pueda ser útil. A pesar de esto, de momento no tengo ese gusanillo por ser entrenador.
-Pero está aprendiendo mucho por estar en los banquillos.
-Muchísimo. Además, he tenido la suerte de poder aprender de los entrenadores con los que he estado. Es verdad que la visión que tengo del entrenador ha cambiado al tenerlos de cerca, tanto en el campo como en el vestuario como en el día a día.
-Los entrenadores sufren mucho.
-Se sufre mucho y además no se descansa nunca. Los veo y me pregunto cuándo descansas, porque si no están pensando lo que se ha hecho bien y mal del partido anterior están pensando en el siguiente, en los jugadores que no juegan y están descontentos, en el que sí juega… Es una labor bastante complicada.
-Entonces, es de los que cree que hay razones para que la campaña de socios que está en marcha siga sumando 'adeptos'.
-Sí, Además, confío mucho en los granadinistas porque me lo han demostrado en los momentos complicados del club. Entiendo a los que tienen una sensación agridulce por lo ocurrido en las temporadas anteriores, pero a mí los granadinistas me han demostrado que venían a vernos cuando el equipo estaba en Tercera División. Así, tengo una confianza absoluta en que los granadinistas nos van a seguir apoyando y que cuando vean las mimbres que hay esta temporada, en la que hay ganas de hacer algo serio desde la humildad y yendo partido a partido. Estoy convencido de que los vamos a tener de nuestro lado porque además los vamos a necesitar.
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