GRANADA CF

El decálogo de Diego

  • Análisis de cómo será el equipo rojiblanco la próxima temporada atendiendo a las señas de identidad futbolísticas y personales que su nuevo entrenador ha mostrado en otros conjuntos

Diego Martínez posa con la camiseta del Granada el día de su presentación.

Diego Martínez posa con la camiseta del Granada el día de su presentación. / alex cámara

Igual que cada maestrillo tiene su librillo, cada entrenador de fútbol tiene una manera de trabajar, unas bases en las que se apoya su trabajo, unas reglas no escritas futbolísticas y de interactuación con el resto de miembros de la plantilla que lo diferencian de otros colegas. Diego Martínez, el nuevo entrenador del Granada CF, ha desarrollado a lo largo de su carrera como técnico una forma de trabajar, de preparar los partidos, de relacionarse con los suyos, que configuran el decálogo que va a tratar de aplicar en el cuadro rojiblanco para triunfar.

1Humildad. Fue la primera palabra que pronunció el preparador en su presentación. Desde que Fabri González triunfara en el club haciendo de la humildad su bandera, ningún otro entrenador del Granada ha utilizado el término de forma tan sincera y clara como lo hizo Diego Martínez, gallego como Fabri, en su primera comparecencia ante los medios. Humildad, eso que seguramente tanto ha faltado en las últimas temporadas, para saber que el Granada es un equipo más de la categoría y que ni la historia, ni la grandeza como club ni la camiseta ganan partidos. En un mundo de jugadores endiosados y de equipos que se creen mejor que ninguno, la humildad para ser como el resto e ir alcanzando los objetivos poco a poco será clave para que las cosas vayan bien.

2Ilusión. Hay muchos motivos para asegurar que ningún entrenador de Segunda va a afrontar la próxima temporada con más ilusión que Diego Martínez. Además, uno de los objetivos es que todos los jugadores que se queden y que vengan para reforzar al equipo tengan también esa misma ilusión por seguir o jugar en el Granada. El que no la tenga, no seguirá o no vendra. Y, como no, ser capaces de transmitir la citada ilusión a una afición que ha sufrido mucho en las últimas temporadas y que los hinchas acudan cada semana con ganas al Nuevo Los Cármenes, algo que ha ocurrido muy pocas veces en los meses más recientes, es otra de las metas que se marca el nuevo preparador.

3Competitividad. Fue, tras ilusión y humildad, el tercer término más repetido por el entrenador en su presentación. Además, después de enumerar varias características que quiere que tenga su Granada, el técnico reconoció que todo se podía resumir en "ser un equipo competitivo". Le hayan ido mejor o peor las cosas, los equipos que ha entrenado Diego Martínez antes de recalar en el Granada siempre han sido competitivos, esta ha sido una de sus claras señas de identidad. Este es un aspecto esencial teniendo en cuenta que ha sido algo que le ha faltado al cuadro nazarí en distintos momentos de las temporadas más recientes.

4Sentimiento. Salvo para Lucas Alcaraz, el Granada es sólo un club más en el currículo de los últimos entrenadores que ha tenido el primer equipo. Es evidente que dirigir a los rojiblancos no significa lo mismo para que el gallego que lo que pudo significar en su momento para Paco Jémez o Tony Adams, por citar dos preparadores del pasado más reciente. Diego Martínez reconoció en su presentación que había vivido como un granadino más los logros más importantes del equipo en los lustros más recientes. No le hace falta haber nacido aquí para saber qué es el Granada. Ese sentimiento guiará su trabajo.

5Equipo de trabajo. Aunque aún no se conoce oficialmente el grupo de colaboradores que va a tener en el Granada, tanto los que se trae de Osasuna como los que estaban en el club saben también perfectamente dónde van a trabajar. Además de ese sentimiento rojiblanco, los ayudantes de Diego Martínez destacan por sus conocimientos y sobrada capacidad. El joven preparador sabe delegar y consensuar, y se apoya mucho en un conjunto de ayudantes que conforman un equipo de trabajo preparado y en el que va a tener plena confianza en el día a día.

6Motivación. Quizás sea una de las virtudes menos conocidas de Diego Martínez: es un motivador nato. Como demostró en su primera comparecencia ante los medios, tiene una notable capacidad de palabra y un discurso fluido, realista, claro y convincente. Esa buena labia es capaz de utilizarla dentro del vestuario para hacer que los suyos estén muy enchufados a la hora de entrenar y, sobre todo, de afrontar los encuentros.

7Bloque. Los cuatro últimos números del decálogo tienen que ver con lo estrictamente futbolístico, tratan de acercarse a lo más característico de los equipos entrenados por Diego Martínez a lo largo de su trayectoria. La palabra bloque, esa a la que tanto recurren los técnicos cuando hablan de lo que pretenden para sus equipos, alcanza la máxima expresión con el gallego. Haya al final en el equipo más o menos individualidades, quiere que los suyos sean, por encima de otra cosa, un bloque para defender y atacar, y en la mayoría de casos lo ha conseguido con sus anteriores escuadras.

8Defensa. Tiene claro Diego Martínez que los equipos se construyen desde atrás, que si no eres fuerte defensivamente no vas a ningún sitio, como bien se pudo comprobar con el Granada de la campaña recién acabada. Se equivoca quien cuelgue al nuevo entrenador rojiblanco esa etiqueta absurda y obsoleta de defensiva, acierta quien sea consciente, como el técnico, de la importancia de defender bien y de saber qué hacer sin balón. Una buena defensa que incluye también las acciones a balón parado.

9Verticalidad. Lo dejó Diego Martínez bien claro en su primera rueda de prensa como entrenador del Granada: quiere un equipo que sea vertical y que sea capaz de hacer daño al oponente. La manera de atacar del equipo dependerá, en buena medida, de los jugadores con los que al final cuente el preparador, pero el desborde, la velocidad, la electricidad, en definitiva la verticalidad, cuando el Granada tenga el balón será una de las señas de identidad del equipo.

10 Rendimiento fuera. La gran rémora del equipo en la pasada campaña fue el mal papel firmado como visitante. Con unos números medio decentes a domicilio, el Granada habría jugado promoción de ascenso y estado cerca de subir de forma directa. Ese fue el mal que provocó la destitución de José Luis Oltra y que no se pudo corregir en toda la temporada. Ahora llega un técnico que viene de llevar a Osasuna a ser uno de los mejores visitantes del campeonato. El club confía en que, esta próxima temporada sí, el Granada sea capaz de brillar lejos del Nuevo Los Cármenes. Los equipos de Diego Martínez casi siempre han firmado notables rendimientos a domicilio. Este es el último punto del decálogo y uno de los que le ha servido para ser elegido como nuevo preparador rojiblanco.

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