Granada CF-Valladolid | Crónica y resultado

Bendita la fe de este Granada CF

  • Un tanto de Carlos Fernández en el último minuto de partido permite a cuadro de Diego Martínez remontar ante el Valladolid

  • Los rojiblancos hacen estallar Los Cármenes con el gol y termina cantando el himno de la entidad a capela

Gran parte de la plantilla rojiblanca acude a celebrar con Carlos Fernández el tanto del triunfo.

Gran parte de la plantilla rojiblanca acude a celebrar con Carlos Fernández el tanto del triunfo.

El Granada CF ha conseguido esta temporada muchas cosas. Volver a ilusionar a toda una ciudad; llegar a unas semifinales de Copa del Rey; competir en el Santiago Bernabéu, en el Camp Nou o en el Wanda Metropolitano; enganchar a la afición...y todo desde la humildad. Faltaba un triunfo en el último suspiro ante su gente y ayer llegó. La escala sismológica de Richter quizá varió cuando Carlos Fernández anotó en el 96’ el tanto de la remontada rojiblanca ante el Real Valladolid (2-1) que plantó cara y que no fue inferior a los locales. Los Cármenes estallaron con un tanto que permite llegar a los 33 puntos y que deja a los de Diego Martínez un poquito más cerca de la permanencia.

Llegó a Los Cármenes el rey del empate y se notó. El Pucela fue un rival muy rocoso, con las líneas muy juntas que en el primer acto apenas generó peligro ante un equipo que, viendo el resultado que le ha dado en las últimas citas, optó por salir de inicio con tres centrales una vez recuperado Foulquier. Víctor Díaz, ante la ausencia de Vallejo por una sobrecarga, actuó de central. Aunque la principal novedad en el once fue el debut en casa del portugués Gil Dias, que tuvo movilidad.

El cansancio acumulado por la Copa del Rey pareció pesar en las piernas de los rojiblancos, que pese a gozar de las mejores opciones de cara al arco rival, no fueron tan profundos como en otras ocasiones. De hecho, en los primeros doce minutos de partido apenas pasó nada destacable en ningunas de las dos áreas. Los de Sergio González vinieron a hacer su partido, evitando riesgos atrás y casi siempre buscando la banda izquierda de Toni Villa. Tuvo que ser Yangel Herrera el que rompió el letargo ofensivo con un duro disparo desde la frontal con su pierna derecha que se marchó por encima del larguero de Masip.

Diego Martínez apostó por jugar con tres centrales ante el buen rendimiento que dicho sistema venía dando en las últimas citas

Por momentos, los de Diego Martínez jugaron demasiado en largo y con balones frontales Salisu, el imponente central pucelano, jugó mucho más cómodo. A Gonalons le faltaba soltar el cuero un poco antes, lo que permitía a los visitantes ordenarse defensivamente cuando el Granada CF robaba el cuero para salir a la contra. Gil Dias trataba de dar salida en un primer momento por la izquierda aunque, a la media hora, intercambió su posición con Vadillo.

Dos ocasiones

Pese a no ser un gran encuentro a nivel ofensivo, las mejores opciones de gol fueron rojiblancas. La más clara llegó en el minuto 18 tras un gran pase de Gonalons con la zurda a Carlos Fernández, que controló en el área y ante la salida de Masip, intentó una vaselina que Salisu evitó que entrara en el arco vallisoletano. Tuvo que transcurrir más de un cuarto de hora para volver a escuchar un ‘uy’ en la grada. Fue gracias a un córner botado por Vadillo que Gonalons remató en semifallo y que obligó a Masip a trabajar para evitar el 1-0.

Momento en el que Antonio Puertas hace el gol del empate con su polémico remate. Momento en el que Antonio Puertas hace el gol del empate con su  polémico remate.

Momento en el que Antonio Puertas hace el gol del empate con su polémico remate. / Álex Cámara

Pero el choque, con demasiadas interrupciones gracias, en parte, a la colaboración de Martínez Munuera que desesperó a la grada con su concierto de pito, seguía sin tener ritmo. Tal fue así, que un simple saque de esquina levantó a los seguidores rojiblancos buscando animar a un equipo que no estaba tan fresco ante el arco rival como en otras ocasiones.

Gol del Valladolid

El paso por los vestuarios pareció cambiar la dinámica del choque. Gil Dias puso a prueba con su derecha, la pierna mala, a Masip nada más reanudarse el choque. Pero fue un espejismo. Se seguía sin tener claridad y el Valladolid, cada vez que salía en oleada, generaba dudas en la zaga local. Avisó Enes Ünal en el 52’ con un mano a mano ante Rui Silva que el luso resolvió enviando a córner. Y en el siguiente acercamiento, los castellano-leoneses se pusieron por delante en el marcador. Fue un tanto que ni el propio Sergi Guardiola sabe si centró o disparó. Un centro-chut desde la izquierda que sorprendió a Silva, que llegó a tocar el cuero pero que no pudo evitar que entrara en el arco.

El tanto del ex rojiblanco Sergi Guardiola supuso un palo para los locales pero la entrada de Fede Vico al campo cambió el choque

Era el peor escenario posible. Se caía por 0-1, con el equipo cansando y sin fluidez en ataque. Diego Martínez movió ficha y dio entrada en un primer momento a Machís, y a la hora de partido a Antonio Puertas. Con este segundo cambio se varió el sistema, pasando a actuar con cuatro atrás con la salida de Víctor Díaz del campo. Un 4-2-3-1 que no mejoró en exceso el juego rojiblanco.

Vico decisivo

Pero el regreso de Fede Vico, a veinte minutos del final, lo cambió todo. El cordobés, que no jugaba desde noviembre, se metió entre líneas, asociándose con todos sus compañeros de ataque y teniendo el cuero cuando había que tenerlo. El Pucela ya se dedicó a jugar a la contra, con Guardiola asustando pero el enorme partido de Martínez, un central que siempre rinde y que fue el mejor del Granada CF ayer, bien ayudado por Germán, evitaron males mayores.

Nunca se rinda

A este equipo se le ha calificado de muchas maneras, pero si por algo destaca es por su inquebrantable fe. Esa que le ha hecho que, pese a las limitaciones de la plantilla, algo que es evidente, se saquen fuerzas de donde no las hay para remontar un partido en el último cuarto de hora. Se hizo ante el Espanyol y se logró gracias a no darse por vencido nunca.

El omoplato

Se empató gracias a un centro de Machís previo pase de Vico que Puertas, llegando desde atrás, remató entre el hombro y el omoplato. Quizá por ello sorprendió a Masip. La grada estalló pero hubo que esperar casi tres minutos para poder celebrarlo pues el VAR avisó a Martínez Munuera, que acudió a revisar el tanto y finalmente lo concedió.

Una vez más, el VAR fue decisivo a conceder el tanto de Antonio Puertas tras más de tres minutos de deliberación

Se había hecho lo más difícil. Quedaban nueve minutos más el amplio descuento y pocas fuerzas. Pero la fuerza mental de los de Diego Martínez está fuera de toda duda y en una contra, con asistencia de Vico y una maniobra de crack en el área, Carlos Fernández hizo estallar Los Cármenes, que sigue llevándose alegrías porque un grupo de jugadores se ha propuesto hacer historia. ¡Qué siga la fiesta!

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