Olvidada ya la derrota ante el Elche en Copa del Rey, el Granada CF tiene hoy una de esas citas en las que a priori es claro favorito por entidad y plantilla pero eso, en la Liga 1|2|3, no es ninguna garantía si no se acude a cada encuentro con humildad. Ese es el mensaje que Diego Martínez insiste en cada comparecencia ante los medios consciente que en esta categoría, a la mínima que uno se siente superior al rival, el golpe es más duro.

Visita Los Cármenes el Rayo Majadahonda, un equipo que debuta en Segunda División, que en teoría es la Cenicienta pero que tiene la ilusión por bandera y ningún tipo de presión. Y eso es un arma que pocos conjuntos tienen y que está sabiendo aprovechar en el arranque de la competición. Además, a ello se le une el hecho de las buenas sensaciones que están dejando los rojiblancos en las primeras cuatro jornadas que ha hecho ilusionar de nuevo a la afición al situarse en zona de play off. Una situación similar a la que ocurrió la pasada campaña cuando el Sevilla Atlético visitó Los Cármenes como colista y el Granada CF era líder. En aquella ocasión, había tanta euforia (fue el partido con más aficionados en las gradas) que se esfumó cuando los hispalenses, liderados por San Emeterio y Pozo, hoy rojiblancos, se llevaron los tres puntos de la instalación del Zaidín.

El que no haya visto jugar al Rayo Majadahonda quizá piense que es un equipo rocoso y con poca calidad. Todo lo contrario. En los cinco encuentros que ha disputado, incluido el de Copa, se ha visto a un conjunto que domina la posesión, con mucha presencia en campo contrario y que suele terminar sus ataques casi siempre con un disparo. Y sus números así lo corroboran. En su debut ante el Zaragoza fue en el duelo donde menos chuts a puerta intentó (7 por 15 de su rival) pero en los siguientes partidos ha intentado muchos remates ante el arco contrario. Catorce ante el Mallorca, ante el que tuvo casi un 66% de posesión pero terminó perdiendo; nada menos que 23 ante el Nàstic a domicilio y 18 la pasada jornada ante el Lugo, que dominó el balón pero terminó cayendo en el Wanda Metropolitano.

Por tanto, no sería extraño que durante fases del choque sea el conjunto majariego el que obligue a ir detrás del balón a los rojiblancos. Porque armas tiene para ello. Sobre todo de medio campo hacia adelante con hombres como Óscar Valentín en el eje, Enzo, el hijo de Zidane, en la media punta o la verticalidad de Aitor García, ex del Cádiz, que cuenta con un gran golpeo o Aitor Ruibal. Arriba, Toni Martínez es su referencia. Un delantero de casi 1,90 metros formado en el Valencia y que llega del filial del West Ham.

Con todo, el conjunto de Diego Martínez tiene argumentos más que suficientes para sumar tres nuevos puntos y dar un paso más en la tabla clasificatoria. Salvo sorpresa, Álvaro Vadillo tendrá complicado llegar a la cita tras el esguince de tobillo que se hizo en Almendralejo, por lo que todo hace indicar que será Alejandro Pozo el que ocupe su puesto en el extremo derecho, formando en la dinámica línea de tres por detrás de Adrián Ramos junto a Antonio Puertas y Fede Vico. Pozo sería la única novedad en un once que volverá a contar con San Emeterio y Montoro en el eje, con los cuatro de siempre atrás (Quini, Víctor Díaz, Germán y Álex Martínez) y Rui Silva defendiendo el arco.

Tres puntos que se antojan muy importantes sobre todo para reforzar la confianza de un equipo que poco a poco va adquiriendo madurez, automatismos y que sabe muy bien a lo que quiere jugar. Será un día ideal para mostrar el repertorio de argumentos que le ha llevado a seguir invicto en el inicio liguero. El buen arranque de partidos en los duelos ante Osasuna y Extremadura, anotando antes de los diez primeros minutos, ha permitido afrontar con más tranquilidad el resto de esos choques. Si hoy se repite, ya no será casualidad. Desde las 20:00 horas se podrá comprobar.