Granada CF | Balón parado

Un problema más solucionado

  • Los rojiblancos tan sólo han encajado a balón parado un tanto en lo que se lleva de temporada

  • Por contra, han anotado cinco goles entre Liga y Copa

El trabajo defensivo de Germán en las jugadas de estrategia es muy importante.

El trabajo defensivo de Germán en las jugadas de estrategia es muy importante. / Diario de Cádiz

Cuando la dirección deportiva del Granada CF contrató a Diego Martínez se buscaba un perfil de técnico joven, con hambre y preparado. Pero también mejorar una serie de aspectos que en la anterior campaña fueron una losa muy pesada para los tres entrenadores que pasaron por el banquillo rojiblanco.

Problemas atrás

La escasa capacidad para puntuar fuera de casa y los problemas defensivos eran aspectos por mejorar clarísimamente. Y en este último apartado, las jugadas de estrategia que tanto daño hicieron a nivel defensivo era fundamental trabajarlas más. Sin duda, y viendo los datos en las veintitrés jornadas que se llevan disputadas, la dirección deportiva acertó.

El técnico gallego suele realizar un par de sesiones de entrenamiento a puerta cerrada. Son días en los que se practican, entre otros aspectos, la ejecución de faltas laterales, los saques de esquina y los lanzamientos desde el punto de penalti además de los libres directos. Pero también se trabaja para evitar que los rivales marquen en unas acciones que en LaLiga 1|2|3 dan muchos puntos. A tenor de lo visto, las horas de análisis y de puesta en práctica en el terreno de juego de ese trabajo está dando sus frutos.

El balón parado

La pasada campaña fueron trece los goles que los rojiblancos encajaron en las 42 jornadas ligueras, bien sean tras la ejecución de saques de esquina o bien por medio de faltas laterales. De ellos, ocho llegaron con remates de cabeza, cuatro tras golpear con la derecha y uno con la izquierda. Además, Javi Varas encajó un tanto de libre directo. Unas cifras que asustan y que hacían que cada vez que el rival de turno se disponía a ejecutar una jugada de estas características la grada y los propios jugadores en el campo temblaban.

Montoro remata de cabeza en una acción ante el Albacete. Montoro remata de cabeza en una acción ante el Albacete.

Montoro remata de cabeza en una acción ante el Albacete. / Álex Cámara

Un ‘miedo’ que aumentó cuando Pedro Morilla se hizo cargo del primer equipo, situando a sus jugadores muy cerca del portero en las faltas laterales. Decisión muy discutida sobre todo en Los Cármenes que tampoco dio solucionó el problema.

Cambio

Pero todo ha cambiado esta temporada. La seguridad que transmiten los de Diego Martínez es otra y los números así lo reflejan. De los quince tantos que los rojiblancos han encajado, tan sólo uno llegó a balón parado y encima costó que volaran por primera vez los tres puntos de la instalación del Zaidín. Fue en la jornada decimoquinta ante el Sporting cuando Traver, en la última acción del choque, centró al área y el cuero, sin que nadie lo tocara, entró en la portería de Rui Silva. Otros cuatro tantos más han llegado de penalti, por lo que el balance no puede ser más positivo pues en jugada únicamente se han recibido diez goles.

La pasada campaña el equipo granadino encajó nada menos que trece tantos en estrategia

Pero es que, además, a nivel ofensivo los guarismos también son positivos. Se han anotado cuatro ‘chicharros’ de cabeza en acciones a balón parado, al margen del que anotó Pablo Vázquez en el único encuentro de Copa del Rey a centro de Pozo tras un córner. A ellos hay que sumar las dos faltas directas anotadas por Montoro (ante el Deportivo) y Álvaro Vadillo en La Romareda ante el Zaragoza, junto a los dos penaltis materializados de los que tres que han tenido a favor pues Antonio Puertas erró uno en Las Palmas.

Pizarra

Una estrategia que ofrece réditos y que cuando sale deja muy satisfecho al cuerpo técnico, como ocurrió en el duelo ante el Elche con el tanto de Montoro con el arrastre de los compañeros a los rivales para que el valenciano rematara a placer en el punto de penalti, o con los centros al primer palo en el Estadio de Gran Canaria y ante el Sporting para que fueran rematados por Adrián Ramos.

Un problema ya resuelto fruto de las horas de trabajo en la Ciudad Deportiva aunque no se pueda ver. Para algo se celebran sesiones a puerta cerrada.

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