Granada CF | La pizarra

Un rival que asusta a domicilio

  • Los rojiblancos muestran una gran solvencia en su juego, fuertes atrás y peligrosos en ataque

Antonio Puertas celebra con la flecha el primer tanto rojiblanco.

Antonio Puertas celebra con la flecha el primer tanto rojiblanco. / Agencia LOF

Dos partidos fuera de casa y siete goles a favor. Así visto, puede resultar un análisis más que positivo en el arranque liguero del Granada CF. Y así es. Pero más allá de los buenos resultados que está cuajando el conjunto de Diego Martínez lejos del Nuevo Estadio de Los Cármenes, las sensaciones que muestra invitan al optimismo. Se venció con solvencia en Cornellá, pero fue la imagen de equipo sólido y con personalidad lo que hace que el cuadro nazarí se esté convirtiendo en un rival duro de roer cuando visita a sus rivales. La pasada campaña ya mostró de los que es capaz. Era Segunda División A. En LaLiga Santander el nivel ha subido pero los rojiblancos han llegado sin achantarse ante ningún equipo y hasta el momento el rendimiento está siendo muy bueno.

Buen inicio

El cuadro granadino volvió a saltar al terreno de juego con buen pie. En apenas cinco minutos llegó dos veces al área rival. Había fluidez de centro del campo hacia adelante, aunque Fede Vico tuvo que retrasar en exceso su posición para salir jugando pues Yangel Herrera, que debutó y fue de menos a más, salió timorato. Ese bien inicio se tradujo en el primer gol del choque que no fue más que la recompensa a un equipo que presionó arriba, fue a por el rival y le apretó, consciente del posible cansancio de los pericos, que el jueves se estaba jugando su pase a la fase de grupos de la Europa League.

Valientes

Pero el 0-1 no supuso que el Granada CF diera un paso atrás. Ni mucho menos. Siguió presionando arriba, lo que provocó los primeros pitos en el RCDE Stadium. Machís fue un puñal para Corchia, su par, que a los dos minutos ya vio cartulina amarilla y Yangel, pese a ver tarjeta a la media hora, fue mejorando con el paso de los minutos dando cierta solidez a una medular a la que Sergi Darder le hizo daño entre líneas, al recibir demasiado fácil. El peligro del Espanyol se llamaba Wu Lei, que se movió muy bien en la zona atacante pero ayer, tanto Domingos Duarte como Germán se entendieron muy bien salvo en una acción en la que el delantero chino casi empata el duelo.

Domingos Duarte espera junto a los centrales del Espanyol un saque de esquina. Domingos Duarte espera junto a los centrales del Espanyol un saque de esquina.

Domingos Duarte espera junto a los centrales del Espanyol un saque de esquina. / Agencia LOF

Dominio perico

Tras el receso, los de Martínez fueron sometidos gracias al empuje de los pericos, que salieron decididos a empatar el choque. Pero supieron aguantar las embestidas locales y poco a poco el choque se tornó en un ida y vuelta, que con la velocidad de Machís, beneficiaba más a los nazaríes que a los catalanes. Pero Diego no quería eso. De ahí que optara por retirar a Fede Vico del campo para dar entrada a Ramón Azeez, que se situó en un primer momento por delante de Montoro y Yangel con una clara función: no dejar que el Espanyol generara fútbol en la sala de máquinas. Y lo logró, porque el nigeriano dio esa fortaleza que el equipo necesitaba.

Sin Montoro

Y eso que Ángel Montoro pasó casi desapercibido en la circulación de balón de los rojiblancos. La brújula del Granada CF estuvo muy bien controlada y cuando pudo librarse de la marca, su equipo lo notó. En torno a la hora de partido, los de David Gallego comenzaron a apretar en ataque pero fue el momento en el que surgió la figura de Rui Silva. El guardameta portugués realizó dos grandes paradas, en especial una rechazando un disparo de Wu Lei en un mano a mano con 0-1 en el marcador. No se quedó ahí y de nuevo respondió con solvencia a un chut de Marc Roca.

Los cambios

A veces con los cambios se acierta y en otros no. Pero Diego dio con la tecla. Ya no sólo con Azeez, sino también con la de Carlos Fernández, que en el primer balón que tocó lo alojó en el arco de Diego López tras una pifia del internacional sub 21 Marc Roca. Machís no la desaprovechó y, pese a que Calero despejó bajo palos, el delantero sevillano estuvo con la caña para casi sentenciar el choque. Quedaban más de 20 minutos y la sensación era que si ese partido lo perdía el Granada CF sería para hacérselo mirar. No sólo no fue así sino que amplió su renta con un nuevo tanto, de nuevo con Machís como protagonista, que pisó área y esperó el momento exacto para ponerle el cuero en la bota a Azeez, que cerró con su primer tanto de la temporada sus buenos minutos. Un gran cierre para un triunfo más que merecido.

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