Granada CF-Huesca

El Granada CF no encuentra la salida

  • Los nazaríes sufren para sacar el balón jugado y pagan sus errores ante un nervioso Huesca

Suárez, tras el gol que anotó Mikel Rico.

Suárez, tras el gol que anotó Mikel Rico. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Lo mejor fue el resultado. Sin ninguna duda. El Granada empató sobre la bocina –y estuvo a punto de llevarse los tres puntos– frente a la Huesca en un partido en el que sumó gracias al demérito de su rival y en el que mostró más defectos que virtudes.

Foulquier entró en el lateral derecho después de sus buenos minutos dando profundidad al equipo frente al PSV Eindhoven y Neva repitió en el costado zurdo. Eteki fue la gran novedad en el once y Antonio Puertas, que no era titular desde antes de ser positivo por Covid-19, partió de inicio. Luis Suárez fue el delantero centro del equipo.

Planteamiento inicial

Diego Martínez, como de costumbre, volvió a confiar en el 1-4-3-3 que tan buen resultado está dando a los suyos en la trayectoria reciente del club. No obstante, ante el Huesca, hubo ciertos matices. El ingreso de Yan Eteki en el once titular alteró el orden natural al que está habituado el Granada.

El camerunés acompañó a Maxime Gonalons en el doble pivote y privó a los nazaríes de interiores. El tercer centrocampista en discordia, Luis Milla, se posicionó varios metros más adelantado que sus socios en un puesto a medio camino entre mediapunta y mediocentro. El madrileño, que siempre intentaba recibir entre líneas para poder filtrar pases hacia los delanteros, apenas encontró conexiones limpias que le permitiesen explotar su último pase.

Salida de balón

Al igual que ocurrió en el encuentro del pasado jueves, en UEFA Europa League, ante el PSV Eindhoven, el Granada CF volvió a encontrar su talón de Aquiles en la salida de balón desde atrás. Con el doble pivote sobre el césped del Nuevo Los Cármenes, Diego Martínez trató de cambiar el inicio de las jugadas cuando el balón parte de Rui Silva.

Esta vez, en vez del usual apoyo de Gonalons entre centrales, con Domingos Duarte y Germán muy abiertos, el técnico vigués probó con un cuadrado al que se sumó Eteki. Los centrales mantuvieron su posición y fueron los dos integrantes de la medular los que alteraban la suya para ayudar a una limpia transición.

Sin embargo, el Huesca, con una ordenada presión inicial, interpretó con celeridad el planteamiento rojiblanco y lo neutralizó prácticamente al instante con un empuje que hacía al Granada llevar el balón a sus laterales, incapaces de conectar con un centro del campo sin interiores.

Errores

El buen hacer del Huesca de Míchel en la presión alta se tradujo en desacierto en las filas nazaríes. El plan A de Diego Martínez caía jugada tras jugada y toda acción que el Granada intentaba hilar mediante pases en corto acababa en un envío largo que no encontraba receptor.

El Huesca, consciente del nerviosismo que se percibía en el Granada, subió una marcha en ataque y comenzó a atacar con numerosos efectivos. En un intento por banda, los visitantes se consiguieron adelantar, mediante el ex granadinista Mikel Rico, tras un fallo en la marca de Maxime Gonalons. El conjunto oscense acabó siendo víctima de su propio ímpetu y, tras una primera parte en la que jugó muy cómodo, terminó encajando el empate a uno en una acción que llevaron a cabo Antonio Puertas y Luis Suárez.

El Granada CF varió su dibujo. El Granada CF varió su dibujo.

El Granada CF varió su dibujo.

Cambios

Entraron Soldado y Herrera en el descanso, modificando la posición de Suárez, que se fue a la banda izquierda, y de Machís, que fue a parar a la derecha. Apenas llevaban cuatro minutos sobre el verde cuando el Huesca, con otro centro lateral, puso tierra de por medio con el 1-2. El Granada, inoperante, completó 80 minutos para olvidar que desembocaron en, una vez más gracias a un error, encajar el 1-3 de Okazaki.

Con todo

Los nazaríes sólo se desperezaron cuando todo estaba perdido. Molina y Quini entraron por Foulquier y Neva y el conjunto rojiblanco mutó en un 4-2-4 que partió al equipo en dos. El Huesca no supo administrar el resultado a favor a falta de cinco minutos para el final y los de Diego Martínez, que olieron la sangre, encontraron en el juego aéreo un filón que aprovechar.

Molina, imperial en el área, sacó beneficio de esta circunstancia y anotó el 2-3, haciendo temblar a un Huesca que entró en pánico. El Granada, eufórico, se vio con posibilidades de rascar puntos y siguió colgando balones a una blanda zaga azulgrana. Germán, sobre la bocina, cabeceó a gol una falta lateral botada por Robert Kenedy.

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